Expresión del potencial genético del pollo de engorde a través de la nutrición de las reproductoras
A no más de 10 años atrás, la discusión entre los nutriólogos expedientes estaba entre las relaciones óptimas de los inúmeros nutrientes agregados al alimento de los animales, bien como el uso de programas de formulación no lineares para el desarrollo óptimo de la producción de carne. Los aditivos zootécnicos estaban entrando con fuerza en los ajustes finos de las dietas. Programas enteros de control de nutrientes versus desafíos de campo, como la inter relación entre el control de ambiente, inmunología y nutrición. ¿Cómo llegar al máximo desempeño y agregar todas estas variables en un mismo paquete nutricional?
Mientras las discusiones técnicas multidisciplinares ocurrían, las bases de la decisión nutricional hasta el momento estaba en el resultado fenotípico de los animales: ganancia de peso, consumo alimentar, mortalidad y conversión alimenticia. Resultados no esperados en el campo eran atribuidos a la base no matemática de la biología. A pesar de todas herramientas usadas en la nutrición, una variable importante estaba fuera de las manos de los nutriólogos en el paquete tecnológico de producción de proteína animal: la genética.
El primero mapa genético de la gallina fue publicado hace más de 60 años por Hutt (1936) utilizando marcadores morfológicos, pero solamente con el esfuerzo de los investigadores de las últimas dos décadas en conjunto con nuevas tecnologías de análisis, es que nos permitió conocer las funciones básicas del genoma de las aves y agregar la herramienta que nos faltaba para que pudiésemos ver y manipular los puntos oscuros en la nutrición a través de la nueva ciencia, la Nutrigenomica.
Aún que los genes son críticos para determinar funciones en el organismo, la nutrición es capaz si de modificar las medidas que diferentes genes se expresan y así modular los animales para alcanzar el potencial genético establecido por sus antecedentes. La ciencia de la nutrigenomica, se preocupa con la interface entre el genoma y los componentes dietéticos, asociada a uso de técnicas computacionales y estadísticas, tiene asegurado el gaño genético continuo de las características de la producción animal, ofreciendo a los nutriólogos una nueva mirada a la nutrición del futuro.