Vacas lecheras de alta producción
Influencia de la alta producción láctea sobre la baja performance reproductiva y la elevada susceptibilidad a enfermedades.
En la República Argentina, la producción promedio de leche por vaca se ha visto incrementada, entre un 35 % y un 50% desde el año 1966 hasta el año 2005. Paralelamente, se ha registrado un incremento muy manifiesto de pérdidas debidas a diversas enfermedades, siendo éste muy significativo en algunos procesos inflamatorios inespecíficos como la mastitis (117 %) y la endometritis (67%).
Con el uso de toros de elevadísimo merito genético hemos logrado, después de 40 años de inseminación artificial, vacas de enorme potencial productivo pero de escasa y a veces nula adaptación metabólica peripartal. Cuando el manejo se hace cada vez más intensivo y el número de vacas por rodeo se eleva, el riesgo de alteraciones metabólicas puede aumentar, alterando la sanidad, la producción y la rentabilidad de los tambos.
La casuística de disturbios metabólicos es mayor en la etapa de lactación temprana a menudo asociado a cambios en el manejo en general y en el nutricional en particular. Estos disturbios metabólicos pueden conducir al rodeo a enfermedades tales como: cetosis, hígado graso, mastitis sobreaguda colibacilar con shock endotóxico, retención placentaria o loquial y endometrítis.
El período de transición desde el estado gestacional al de lactante, es un gran desafío para la vaca, señalado por el hecho de que la mayoría de las enfermedades metabólicas ocurren durante las dos primeras semanas posteriores al parto. Al incrementarse la producción de leche pasan a primer término las patologías metabólicas a nivel del útero, los ovarios y la mama. Por esta razón, estas afecciones se pueden agrupar bajo la denominación de “enfermedades de la producción”. Se considera como causa etiológica de estas enfermedades, un desequilibrio entre los nutrientes ingeridos con los alimentos, y los aprovechados y/o eliminados.
El balance energético negativo ha sido implicado desde los trabajos de Perkins et al. 2001 en el agravamiento del estado inmunodepresivo peripartal. Aunque los últimos trabajos realizados por nuestro grupo (De Luca L. 2009) han demostrado que la magnitud del estado inmunosupresor esta relacionado a un síndrome metabólico mas complejo tal como; lipidosis, cetosis, hipoglucemia e hiperamoniemia, y que la elevada concentración de AGL (Acidos Grasos Libres) antes del parto y de β-OH Butirato en el post parto inmediato se relacionan íntimamente con el estado inmunosupresivo que conducen a patologías tales como retención placentaria y mastitis colibacilar sobreaguda, con shock endotóxico. Por lo tanto, el entorno acidotico (cetosico) acompañado por una Hipocalcemia subclínica altera una serie de funciones inmunológicas vitales tales como; disminución de la blastogénesis linfocítica (Sato el al.1995), disminución de la actividad del estallido respiratorio de los PMN (Hoeben et al 1997, De Luca L, 2009 47), disminución de la capacidad quimiotáctica leucocitaria, disminución de la actividad bactericida de los neutrófilos (Sartorelli et al 2000), Inhibición de la proliferación del las células T in Vitro. Por lo tanto, las mastitis sobreagudas y las endometritis puerperales son mas severas en las vacas con Síndrome Higado graso – Cetosis - Hiperamoniemia.