Ingeniera Agrónoma, FAUBA, Diploma de Honor. M. Sc. en Prod. Animal, Unidad Integrada F.C.A.,U.N. de Mar del Plata - INTA Balcarce.
Ex docente de grado y de posgrado. Autora del libro “Estrategias de inclusión del corral en los sistemas ganaderos de la Argentina”.
Asesora de empresas ganaderas en nutrición y manejo.
Autoconsumo de silajes de maíz y sorgo
Experiencias prácticas y recomendaciones
El silaje de planta entera de maíz se ha convertido en uno de los recursos más utilizados, ya que permite obtener una gran cantidad de alimento por unidad de superficie y, además, es muchas veces de mejor calidad que la de otros forrajes conservados. El silo de maíz puede permitir no sólo suplir la escasez de forraje para mantener altos niveles de carga animal, sino que además puede ser un suplemento para balancear pasturas de buena calidad o incluso ser el principal ingrediente en dietas de engorde a corral o recría.
El autoconsumo de silos es una herramienta extremadamente sencilla, pero es necesario tener en cuenta algunos puntos importantes, para hacer que el sistema en su conjunto funcione. En producción de carne es bien consistente la relación que existe entre la ganancia de peso y el consumo de materia seca: para que un animal logre ganar peso, primero debe estar comiendo una cantidad suficiente de materia seca. Algunos sistemas de engorde o recría se caracterizan por presentar mayor dificultad práctica al momento de intentar conocer el consumo individual diario de los animales. El pastoreo y el autoconsumo de silos son dos ejemplos claros. Una de las claves del autoconsumo está en intentar asegurarse que todos los animales tengan acceso al silo, y que este acceso no esté limitado por cuestiones prácticas de manejo. La cantidad expuesta de forraje debe ser ser suficiente, tanto para el animal que entra primero como para el que entra último. Esto se logra teniendo muchos puntos de acceso al forraje, y/o recorriendo más de una vez al día para correr los topes de acceso, en caso de ser necesario.