Este es uno de los Capítulos que pertenece al artículo completo titulado: Los Hongos y las Micotoxinas en la Alimentación Animal; Conceptos, Problemas, Control y Recomendaciones.
Existe un gran problema con las zonas de microflora (121), diferentes zonas de la masa alimentar ofrecen mejores condiciones (humedad, agua disponible, temperatura ..etc.,) para el desarrollo de los hongos y posible formación de micotoxinas.
Todo esto provoca una irregular distribución de la micotoxina en esa masa alimentar a lo que debemos añadir y muy importante, la forma inadecuada como muchísimas veces son recogidas las muestras para el análisis y en donde no se cumplen ni en lo más mínimo, las normas adecuadas para una correcta recogida de muestras (122,123).
Esa irregular distribución y esa mala recogida de muestras conduce a que muchas veces los resultados del análisis de micotoxinas no dan una idea fiel de cual es exactamente la contaminación medía del alimento en cuestión.
Citaremos también, el problema concerniente a la fiabilidad de algunos de los métodos de análisis de micotoxinas y al despiste que muchas veces existe para escoger el método adecuado dentro de las posibilidades existentes en los diferentes laboratorios de control de calidad.
Cuando se está a investigar un problema en los animales que puede estar causado por una contaminación del alimento con micotoxina, es aconsejable sacar la muestra del comedero para un posterior análisis. En la granja, unas condiciones ambientales y de higiene inadecuadas pueden provocar una contaminación o bien agravar ésta caso del pienso entrar ya contaminado en la granja.
Como un aporte de nuestra experiencia en el control de calidad, podemos referenciar una reciente publicación sobre métodos de análisis de micotoxinas (124) que puede ser orientativa y servir de ayuda. Sobre este tema debemos señalar que, actualmente todos los estudios para el control de las micotoxinas en los alimentos, van dirigidos al uso de anticuerpos monoclonales (columnas de inmunoafinidad) (125,126) seguido de una cromatografía de líquidos de alta resolución que permite una excelente especificidad y una detección de concentración mínima de micotoxina muy baja.
CROMATOGRAFÍA EN CAPA FINA
1.- Las técnicas de análisis por cromatografía en capa fina (TLC) continúan a ser utilizadas, mismo para métodos oficiales de análisis (127,128).
2.- Son económicas, rápidas y prácticas, en esencial cuando hay que analizar muchas muestras.
3.- Con ellas se pueden analizar simultáneamente varias micotoxinas al mismo tiempo en más de una muestra.
4.- En la multidetección se presenta el problema de la purificación, ya que es muy difícil que para varias micotoxinas al mismo tiempo se pueda apurar mucho una purificación, si se apura o se sofistica demasiado podemos tener problemas de recuperación.
Un ejemplo de esto es lo de (129) en donde emplearon una excelente purificación a base de una diálisis del extracto en condiciones adecuadas, la eliminación de interferencias fue excelente del orden de un 95%, pero las recuperaciones fueron muy bajas en general y extraordinariamente bajas para alguna micotoxinas.
5.- El intentar aplicar la multidetección para una gran variedad de productos, también conduce a problemas de purificación, de forma, que el sistema de limpieza que se aplique será muy bueno para un tipo de productos y no será tan bueno para otro tipo. Sin embargo, estos sistemas son muy útiles para hacer un chequeo inicial de la muestra y que en muchos casos ya nos define bastante bien como está el producto en cuestión.
6.- Todo esto se puede mejorar si aplicamos el estudio de la limpieza del extracto, a productos concretos y a micotoxinas concretas (análisis individual), ya que de esa forma se puede desarrollar una purificación específica para ese producto y un análisis especifico para esa micotoxina (127). Claro que eso reporta más tiempo, más material y es más engorroso para una fábrica de piensos que tiene una gran heterogeneidad de productos.
7.- El otro problema es que para algunas micotoxinas, las concentraciones mínimas detectables de la micotoxina (microgramos/Kg o mg/Kg) en el alimento (análisis por TLC) son más altas que las que se pueden conseguir por los métodos que utilizan la cromatografía de líquidos de alta resolución (HPLC). Sin embargo, en la mayoría de los casos son suficientes, por lo menos en los alimentos para animales, ya que si consultamos recopilaciones de datos (130-132 y los referidos en este articulo) para diferentes micotoxinas en lo que respecta a los niveles mínimos de micotoxina (según las pruebas de campo) que pueden provocar intoxicaciones crónicas, veremos que en algunos casos podemos detectar perfectamente concentraciones más bajas que esos niveles tóxicos
8.- De todas formas, la tendencia es cada vez más la de encontrar métodos de análisis que sean capaces de detectar (con fiabilidad) concentraciones de micotoxina cada vez más bajas y esto ocurre mucho en el análisis de alimentos para los humanos.
9.- Por otro lado, si tenemos en cuenta lo que hemos mencionado al principio sobre el problema de las zonas de microflora y repito una vez más, las muestras de alimento no se sacan bien la mayoría de las veces (no se cumplen las normas ni se tienen en cuenta los estudios que ya hay publicados para esos fines (122,123), estamos cada vez más de acuerdo en que debemos ir a conseguir una concentración mínima detectable de micotoxina lo más baja posible.
CROMATOGRAFÍA DE LÍQUIDOS DE ALTA RESOLUCIÓN
1.- Las técnicas de análisis por cromatografía de líquidos de alta resolución (HPLC), están cada vez más a ser utilizadas y ya están aplicadas en muchos métodos oficiales (127,133,134).
2.- No son rápidas y son caras (más por lo del aparato de HPLC y columnas) y en especial cuando hay que analizar muchas muestras y varias micotoxinas, que deben ser por separado ya que estas técnicas no permiten la multideteccíon.
3.- Las purificaciones que se consiguen son muy buenas ya que después, la HPLC no permite purificaciones deficientes.
4.- Las concentraciones mínimas detectables de micotoxinas son a veces muy bajas o en general más bajas que por cromatografía en capa fina (para una misma micotoxina analizada por los dos métodos y comparando).
5.- El sistema de cuantificación con el detector de fluorescencia, proporciona resultados más exactos y con menos variabilidad que los obtenidos por los métodos de cuantificación (comparación con concentraciones conocidas de patrón, método de cuantificación por el limite inferior de comprobación, fluorodensitometría) utilizados en la cromatografía en capa fina.
CROMATOGRAFÍA DE INMUNOAFINIDAD Y DETERMINACION POR CROMATOGRAFÍA DE LÍQUIDOS DE ALTA RESOLUCIÓN
1.- Las técnicas de análisis de micotoxinas que utilizan las columnas de inmunoafinidad y después la cromatografía de líquidos de alta resolución (HPLC), están también a ser utilizadas cada vez más.
2.- Son relativamente rápidas y caras (más por lo de las columnas de inmunoafinidad, aparato de HPLC y columnas de HPLC), en especial cuando hay que analizar muchas muestras y varias micotoxinas, que deben ser por separado ya que estas técnicas no permiten la multideteccíon.
3.- Las purificaciones que se obtienen, son muy buenas y son técnicas muy especificas para cada micotoxina en particular (gracias a la columna de inmunoafinidad).
4.- El uso posterior de la cromatografía de líquidos de alta resolución y detector de fluorescencia (ver comentarios anteriores en HPLC) completa la técnica de una forma muy buena.
CROMATOGRAFÍA DE GASES 1.- Las técnicas de análisis de micotoxinas que utilizan la cromatografía de gases son
ideales para el análisis de micotoxinas tricotecenas (toxina T-2, diacetoxiscirpenol, vomitoxina o deoxinivalenol, nivalenol y otras como 15-monoacetoxiscirpenol, HT-2 nivalenol, T-2 tetraol). 2.- No son rápidas y son caras (más por el cromatógrafo de gases) pero permiten la determinación simultánea de un buen grupo de micotoxinas tricotecenas.
3.- Las purificaciones que se obtienen son muy buenas ya que después la cromatografía de gases no permite purificaciones deficientes.
4.- La derivatización a realizar antes de la cromatografía de gases, es bastante específica.
5.- Las concentraciones mínimas de micotoxina detectables son bastante bajas y mucho mejores que las que se obtienen por cromatografía en capa fina.
6.- Citamos la referencia (139) como un ejemplo de una de estas técnicas.
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