El desarrollo de resistencias a los antibióticos es considerado en la actualidad como uno de los mayores problemas de salud pública que tenemos que afrontar.
Son muchas las causas que favorecen la selección y diseminación de la resistencia a los antibióticos, el uso inapropiado e indiscriminado de los mismos son dos de los factores principales que contribuyen a este fenómeno, junto al control deficiente de la infección bacteriana; y esto afecta tanto a la salud humana como a la sanidad animal, agricultura, medioambiente y comercio.
En Europa, estamos llevando a cabo una serie de medidas para poder combatir esta situación, tanto en medicina humana como en medicina veterinaria. En lo que al sector porcino se refiere, debemos comprometernos a reducir el uso de antibióticos, y esto sólo lo podemos conseguir abordando cada uno de los aspectos que engloba la producción porcina, es decir, tenemos que llevar a cabo un plan conjunto con una serie de medidas que estén enfocadas en mejorar la bioseguridad de nuestras explotaciones, la nutrición, el bienestar animal, el manejo, la sanidad y la genética. Además de concienciar al personal de nuestras granjas sobre la gravedad de dicho problema y ofrecerle la capacitación y formación necesaria, ya que es una de las piezas más importantes, por no decir la más importante, de la producción porcina.