Según estimaciones recientes la capacidad de almacenaje al comienzo del
corriente año llegaba a 60 millones de toneladas, de las cuales 47 millones
correspondían a los operadores comerciales (acopios, cooperativas, fábricas y
exportadores) y 13 millones a los productores.
Esta capacidad de 60 millones de toneladas es en instalaciones fijas, de material o chapa.
A esas instalaciones hay que agregar el almacenaje en silo bolsa que habría evolucionado
de la siguiente manera en las últimas campañas:
2000/01 2,5 millones tn
2001/02 11,5 millones tn
2002/03 14,0 millones tn
2003/04 17,0 millones tn
2004/05 18,5 millones tn
2005/06 20,0 millones tn
De los 47 millones de toneladas de capacidad de almacenaje correspondientes a los
operadores comerciales mencionadas más arriba, en origen (es decir en acopios y
cooperativas) correspondían alrededor de 39 millones. Los 8 millones restantes
correspondían a fábricas y puertos, de los cuales, entre 6,5 y 7 millones de toneladas,
estaban situados en las inmediaciones desde Puerto San Martín hasta Villa Constitución.
Partiendo de los números anteriores y teniendo en cuenta la producción de la campaña
2004/05 de 85 millones de toneladas, a lo que hay que agregar la duplicación de la
producción de girasol que estimamos en 3,5 millones, dado su menor peso específico,
pasamos a deducir los siguientes ratios:
a) Producción dividido almacenaje en origen: 88,5 millones de toneladas dividido
52 millones de toneladas, igual a 1,70, es decir que la producción supera a la capacidad
de almacenamiento en un 70%.
b) Producción dividido almacenaje en origen incluido silo bolsa: 88,5 millones
de toneladas dividido 70,5 millones de toneladas (hemos considerado la existencia de
almacenaje en silo bolsa de la campaña 2004/05) igual a 1,26, es decir que la producción
supera a la capacidad de almacenamiento en un 26%.
c) Producción dividido almacenaje total: 88,5 millones de toneladas dividido 60
millones de toneladas, igual a 1,48, es decir que la producción supera a la capacidad de
almacenamiento en un 48%.
d) Producción dividido almacenaje total incluyendo silo bolsa: 88,5 millones de
toneladas dividido 78,5 millones de toneladas (hemos considerado la capacidad en silo
bolsa existente en la campaña 2004/05), igual a 1,13, es decir que la producción supera
a la capacidad de almacenamiento en un 13%.
A partir de un informe de la SAGPyA de 2004 se puede ver a cuanto asciende la
relación entre producción y almacenaje en las distintas provincias y regiones de
nuestro país.
a) Relación menor a 1: abarca el sur de la provincia de Buenos Aires, el centro y el
norte de la misma, llegando hasta el sudeste de la provincia de Santa Fe (esto último por
la capacidad en fábricas y puertos).
b) Relación entre 1 y 2: abarca la provincia de Entre Ríos, el oeste de la provincia de
Córdoba, el sur de la provincia de la Pampa, el noroeste de la provincia de Buenos Aires
y el sudeste-este de esta última provincia.
c) Relación entre 2 y 3: abarca el norte de la provincia de la Pampa, el sur y sudeste
de la provincia de Córdoba, el sudoeste de la provincia de Santa Fe y el centro de esta
última provincia.
d) Relación mayor a 4: abarca el norte de la provincia de Córdoba y una pequeña
franja en el nordeste de la provincia de Buenos Aires.
e) Para otras provincias la relación es de 2 a 3: norte de la provincia de Santa Fe,
Corrientes, Chaco, Misiones, Formosa, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Catamarca,
San Luis, La Rioja y otras.
Una característica especial que hay que tener en cuenta es que en algunas zonas, como
en Santa Fe y Córdoba, se registra una doble cosecha: fina y gruesa, lo que hace que la
relación entre producción y almacenamiento sea elevada. En otras zonas, como en gran
parte del sur de la provincia de Buenos Aires, se registra una sola cosecha (trigo) y es
por eso que la relación entre producción y capacidad de almacenamiento es baja. En esa
zona hay muchos productores que tienen instalaciones de almacenamiento en chacras
importantes.
El contar con suficiente capacidad de almacenamiento, especialmente por parte de los
productores, es un elemento muy importante a la hora de tener ‘independencia’ en
cuanto a la realización de las ventas. Si se acompaña esto con técnicas de operación en
los mercados de futuros, el productor lograría una relativa independencia que le
permitiría cubrirse de los riesgos comerciales de precios.