Sobre la base del Minicomplejo Agroindustrial Oleaginoso (MAO) modular más pequeño ( 3 toneladas de capacidad de proceso por día de semilla) y teniendo como referencia el esquema del estudio a nivel de perfil SNIP que demanda el Estado para aprobar un proyecto con recursos del mismo, hemos realizado el estudio técnico – económico integral del primer proyecto a desarrollarse en las zonas alto andinas del Perú, con una concepción de desarrollo del campo a la ciudad, es decir soportándose en su primera etapa de desarrollo en el propio mercado microregional y periférico donde se localiza el MAO y sobre la base del fomento del cultivo de 300 hectáreas de canola. No dependiendo por tanto ni de la ciudad ni de las exportaciones en su primera etapa.
El Proyecto va a sentar las bases para una alianza estratégica entre las empresas mineras y las comunidades campesinas. En la práctica con el cultivo e industrialización de la canola se dará un canje de explotación minera por desarrollo agroindustrial de las comunidades próximas a la mina. Con el proyecto se va a incorporar tierras de pastoreo a una agricultura de secano con riego complementario, generando un desarrollo nunca concebido en nuestro país para las zonas más pobres del Perú. Las zonas alto andinas, localizadas sobre los 3000 msnm.1
La situación de extrema pobreza en el Perú se concentra fundamentalmente en las zonas alto andinas. De acuerdos a estimados realizados por el INEI el 64 % de la población en extrema pobreza se encuentra en la sierra y especialmente en las zonas alto andinas. Por ejemplo en Pachangará2, un distrito a 200 km de la capital, 4 de 10 personas tiene desnutrición crónica. El 13.7 % de los jefes de hogar son analfabetos y el 23.5 % de las mujeres también tienen esa condición.
Pachangará tiene una población de 3011 habitantes según censo 2005 del INEI3 y en 1986 tuvo 3462 habitantes, ello significa un decrecimiento en ese periodo de 13.7 %. La reducción de la población se debe a la migración por la falta de trabajo y oportunidades de desarrollo. Posee aproximadamente 25,000 hectáreas de las cuales solo 426 son tierras de cultivo limpio4, 22,000 has son de pastoreo, de pastos naturales muy pobres y escasos que se deterioran cada vez más por el sobre pastoreo.
El cultivo e industrialización de la canola en las zonas alto andinas en principio esta concebido para usar las tierras de pastizales comprendidas entre los 3000 a 4500 msnm, en un proceso de avance gradual de incorporación de esas tierras a un proceso de cultivo permanente, ganando un terreno para la agricultura que hoy está en un proceso muy grande de erosión por el pastoreo extensivo e ineficiente utilización.
Lo accidentado del territorio alto Andino y la variabilidad climática nos obliga a estudiar cada zona en específico antes de realizar un emprendimiento como el que vamos a sustentar. Para ello debemos usar los estudios de evaluación de recursos realizados por organismos especializados o en última instancia recurrir al uso del satélite para identificar zonas potenciales de desarrollo, usar la información del SENAMHI y otras fuentes, las mismas que deben se verificadas con visitas por muestreo a las zonas identificadas.
POTENCIALIDAD DE ZONA ALTO ANDINA DEL PERU
En el Perú existen aproximadamente 18 millones de hectáreas en zonas comprendidas entre los 3000 a 4900 msnm y estimamos que unas 10 millones de has pueden ser destinadas al cultivo de la canola. Lo ideal es partir de las potencialidades de cada zona por altitudes y por pendientes con el fin de identificar en primer lugar las tierras posibles de uso de maquinaria para la siembra y cosecha, es decir terrenos con pendientes entre 0 y 4 % y entre 4 y 15%. Pero además hay que considerar terrenos con mayores pendientes que el campesino podrá explotar en un trabajo manual o usando yuntas para el arado y acarreo de la cosecha. Esa información tiene que ser cruzada con la información de lluvia de secano y las posibilidades del uso del riego complementario. Para zonas con incidencia de heladas vamos a realizar ensayos del uso de microtuneles, cortinas rompeviento artificiales y en última instancia el empleo del Frost Dragón.5
DESARROLLO INTEGRAL
En nuestro proceso de investigación llegamos a la conclusión de que cada MAO demanda un enfoque integral. Es decir medir su impacto desde el campo hasta la producción de carne, pasando obviamente por la planta agroindustrial. En consecuencia estimamos la incidencia del proyecto en tres piso: Uno el agropecuario, el segundo agroindustrial y el tercer piso como granjas.
Primer Piso: Agropecuario
El cultivo de la canola le va a proporcionar al campesino lo siguiente:
Lograr 3,550 dólares por hectárea para el campo por cada hectárea de canola es nuestra meta. Ello presupone una venta del orden de los 1.065 millones de dólares al año, además de comprar 1,200 toneladas anuales en cebada, maíz, trigo, papa de segunda, etc que se adquirirá en la zona para producir alimentos balanceados conjuntamente con la torta de canola y que representará en promedio 1.8 millones de dólares adicionales por este concepto.
Segundo Piso : Industrial
La semilla producida por el campesino será recogida por el MAO. El procesamiento de la semilla de canola va a permitir producir lo siguiente:
Nuestro estimados es que la planta agroindustrial con capacidad para procesar 3 toneladas/día de semilla facturará 1.059 millones de dólares anuales.
Tercer Piso: Granjas
La producción de alimentos balanceados en la zona para ganado, cerdos, aves y truchas va a permitir un desarrollo vertical de la zona y además es posible pagar una parte de la compra de la semilla con esos alimentos balanceados, que generará un valor agregado complementario. Se ha estimado que la venta de la leche y carne generado con el excedente de los alimentos balanceados destinados a terceros (no asociados o no productores de canola), generará un moviendo económico estimado del orden de los 730 mil dólares anuales.
Si sumamos el movimiento comercial anual que se generará en los tres pisos, ello representará 2´839,000 dólares anuales y si a ello le agregamos la compra en la zona de otros insumos para producir alimentos balanceados valorados en 1.8 millones de dólares, tendremos un movimiento económico de singular importancia para un distrito rural empobrecido del Perú.
EQUIPAMIENTO DE UN MAO
Cada MAO tendrá tres módulos y un galpón de 200 m2. El primer módulo esta integrado por una miniplanta que procesará 3 toneladas de semilla por día entregando una tonelada de aceite filtrado y 2 toneladas de torta. Parte del aceite pasa al segundo módulo integrado por una pequeña planta de una tonelada/día de capacidad de biodiesel. En dicha planta se procesará 0.75 Tm/día de biodiesel y se producirá como subproducto del proceso aproximadamente 0.15 Tm/día de glicerol. El Glicerol pasará a ser dosificado para producir productos químicos como anteriormente describimos. La inversión estimada para la planta es de orden de los 433 mil dólares, incluyendo un capital de trabajo de 100 mil dólares. Las utilidades anuales es del orden de los 244 mil dólares. La planta puede ser construida e instalada en seis meses, previo estudio de localización.
INVERSION INTEGRAL
Para tener un estimado de la inversión para un desarrollo integral que maximice la explotación de las 300 has de canola se ha considerado primero organizar 100 familias con un promedio de 3 hectáreas de canola por familia. Se le financiará el cultivo de la canola, la entrega de una vaca lechera de raza para su cuidado y producción de leche, 5 colmenas por hectárea y mil dólares para mejorar una pequeña granja de su preferencia. Adicionalmente contará con un equipo de asistencia del Grupo Gestor, complementado por técnicos de Agricultura de la zona y de la propia empresa minera. Nuestra sugerencia es empezar con la construcción y montaje del MAO después de concluido los estudios y paralelamente incentivar el cultivo de la canola, previa localización específica de las áreas a desarrollar. Hay que tener presente que la campaña de siembra en la sierra empieza generalmente en octubre o noviembre de cada año.
Se ha estimado un monto global de inversión del orden de los 1.363 millones de dólares, de los cuales aproximadamente el 61 % es para el campo, 32% para la agroindustria incluyendo un capital de trabajo de 100 mil dólares y el saldo para el mejoramiento de granjas.
ARTICULANDO LA ACCION
Estamos convencidos que el desarrollo integral de cada MAO demanda la conformación de un Grupo Gestor con experiencia, que ponga en marcha las distintas etapas del proyecto, desde la construcción y montaje del MAO, pasando por la conducción de una escuela de capacitación en cultivo de canola, apicultura, crianza de ganado lechero, granjas avícolas, porcinas y acuicultura. Dicho Grupo Gestor podría operar con un crédito supervisado y honorarios por resultados.
La inversión en el proyecto integral puede salir de los Fondos Extraordinarios para el Desarrollo Alto Andino aportado por las empresas mineras. Se estima que ese aporte será del orden de los 156 millones de dólares. Ello puede dar origen al desarrollo de unos 115 MAOS, generando un gran movimiento económico en las zonas más pobres del Perú. Cada MAO desarrollado en forma integral puede generar 440 nuevas plazas de trabajo directo.
Sólo PETROPERU, cambiando el diesel que importa por biodiesel permitiría el desarrollo de 500 mil hectáreas de canola o unas 100 mil hectáreas de palma aceitera en el Perú.
Para terminar diremos que por primera vez en la historia minera del Perú se presenta la oportunidad de contar con un producto que permita no solo ganar tierras de cultivo importantes en las zonas alto andinas, con tecnología y experiencia para ese desarrollo y con ello generar una sólida alianza entre las empresas mineras y las comunidades andinas, bloqueando cualquier intento de retorno del terrorismo. Además todo ello será generado con recursos que pertenecen al Estado como lo son el Fondo Extraordinario y el Canon Minero.