Después de la Segunda Guerra Mundial se dio un fenómeno mundial conocido como la “revolución verdrevolución verde”, este fenómeno realmente lo que vino fue a transformar la forma de cosechar productos agropecuarios, por el hombre al hacer uso de una serie insumos agrícolas denominados agroquímicos. A este desarrollo de la agricultura moderna, deberíamos llamarle más que agricultura convencional, agricultura industrializada, por el origen de estos insumos.
En esta nueva forma de producir, se dio otro fenómeno de alto impacto a los ecosistemas como es el “monocultivo”.
Esta sobre-explotación de los terrenos y el impacto de los agroquímicos sobre el suelo, han generado con el paso del tiempo un efecto contradictorio en los rendimientos de los cultivos. Pues se ha propiciado un desequilibrio nutricional del suelo, un aumento considerable de la erosión, una pérdida acelerada de la capa orgánica del suelo, resistencia en las plagas y enfermedades así como un aumento de contaminantes del medio ambiente.
Esta recopilación, da una idea de la importancia de producir productos de origen agrícola, nutridos en forma, ecológicamente amigable y con un sistema de producción sostenible. Es un aporte del autor, a entender que la nutrición de los cultivos, está más relacionada con el respeto a los equilibrios de los elementos y a las fuentes de los mismos; que a la aplicación desproporcionada de fertilizantes inorgánicos, que no necesariamente es la solución a los problemas nutricionales de los cultivos.
Además debemos tomar en consideración, que los desechos biodegradables de la agroindustria, la agricultura y el hogar, vienen aumentando con el paso del tiempo, convirtiéndose en nuestros días en un serio problema de salud pública.
Por otro lado la corriente mundial de consumo de productos agrícolas de origen orgánico o ecológicamente producido, que buscan alternativas de menor impacto ambiental y sostenibilidad, dan pie a toda una industria de producción de abonos orgánicos como respuesta a esta nueva necesidad.
El abono orgánico puede ser producido por la naturaleza o por la intervención del hombre, utilizando sistemas de degradación controlada de los desechos como pueden ser:
· Lombricompost
· Compostaje de estiércoles
· Bokashi
· Biofertilizantes
· Extractos húmicos y fúlvicos
· Abonos verdes
· Lixiviados
· Rocas ricas en minerales
¿Porqué utilizar los abonos orgánicos? En nuestros suelos vírgenes encontramos un equilibrio y balance que dan la oportunidad, a todos los actores de este ecosistema complejo, de desarrollar sus ciclos biológicos en armonía y complementariedad. Esto hace tan rico el bosque tropical.
Gráficamente podemos imaginarnos un bosque tropical compuesto por árboles grandes, medianos y pequeños, arbustos, plantas de porte mediano, trepadoras y rastreras. A esto debemos sumar una gran biodiversidad de microorganismos con funciones específicas y mutuamente equilibradas. A todo esto debemos sumarle el aporte del reino animal desde los insectos más diminutos hasta los mamíferos más grandes.
El suelo no es únicamente una mezcla de minerales inorgánicos y sustancias orgánicas, incluye también un complejo sistema de animales, raíces de plantas y microorganismos todos interactuando para crear un ambiente de crecimiento saludable. Un buen suelo contiene una buena cantidad de aire, agua circulando fácilmente, nutrientes disponibles en forma mineral y formas orgánicas complejas, sistema radical de las plantas y poblaciones de micorrizas desarrollándose y trabajando para su mutuo beneficio.
En un suelo funcionando adecuadamente las raíces de las plantas secretan compuestos orgánicos complejos, que atraen y son fuente de energía para los microorganismos. Estos microorganismos cumplen todas las funciones requeridas en el suelo – ellos descomponen la materia orgánica para formar humus, producen polisacáridos para agregar el suelo, incrementan el área superficial de las partículas, incrementan espacios abiertos para el aire, agua, nutrientes y las poblaciones microbiales. Ellos fijan el Nitrógeno y hacen otros nutrientes disponibles para la conversión de compuestos de ácidos húmicos a estructuras compatibles con las plantas para poder ser absorbidas como alimento. Además hongos antagonistas crean un balance entre microorganismos patógenos y benéficos lo que permite un ambiente sano para el desarrollo de las raíces. El resultado es un buen balance, eficiente ecosistema, que provee el ambiente para el crecimiento de plantas sanas con resistencia a los patógenos y otros agentes negativos del suelo, una más eficiente utilización de los nutrientes y un incremento en la producción de los cultivos.
Sin embargo bajo las prácticas modernas de agricultura se ha incrementado la producción de las plantas y los cultivos, lo cual en ese proceso ha reducido la materia orgánica, disminuido las poblaciones de microorganismos y creado serios desbalances en el suelo.
La repetición en la siembra de un mismo cultivo y el uso de fertilizantes sintéticos ha creado un ambiente para la proliferación de los patógenos. El uso de pesticidas para controlar estos patógenos ha creado nuevos desbalances.
La salud de las plantas y la calidad de los cultivos se han deteriorado y se ha incrementado la dificultad para mantener un nivel alto de productividad.
De ahí, que la utilización de abonos orgánicos y un buen uso del suelo pueden darnos sostenibilidad en una actividad de vital importancia para el sustento humano.
Los abonos orgánicos por sus características físicas-químicas y biológicas mejoran las características de los suelos, lo cual nos acerca de una forma más natural al suelo ecológicamente equilibrado de nuestros bosques.
Algunas de de estas características son: • El abono orgánico por su color oscuro, absorbe más las radiaciones solares, con lo que el suelo adquiere más temperatura y se pueden absorber con mayor facilidad los nutrientes.
• El abono orgánico mejora la estructura y textura del suelo, haciendo más ligeros a los suelos arcillosos y más compactos a los arenosos.
• Mejoran la permeabilidad del suelo, ya que influyen en el drenaje y aireación de éste.
• Disminuyen la erosión del suelo, tanto de agua como de viento.
• Aumentan la retención de agua en el suelo, por lo que se absorbe más el agua cuando llueve o se riega, y retienen durante mucho tiempo, el agua en el suelo durante el verano.
• Los abonos orgánicos aumentan el poder tampón (buffer) del suelo, y en consecuencia reducen las oscilaciones de pH de éste.
• Aumentan también la capacidad de intercambio catiónico del suelo, con lo que aumentamos la fertilidad.
• Los abonos orgánicos favorecen la aireación y oxigenación del suelo, por lo que hay mayor actividad radicular y mayor actividad de los microorganismos aerobios.
• Los abonos orgánicos constituyen una fuente de energía para los microorganismos, por lo que se multiplican rápidamente.
Métodos de producción de abonos orgánicos.
Lombricompost La transformación de los residuos orgánicos sólidos, aprovechando la capacidad de las lombrices rojas californianas (Eisenia foetida) al ingerirlos y convertirlos en lombricompost (excretas) de buena calidad, es de gran ayuda en este proceso de convertir desechos sólidos (basura) en materia orgánica útil para mejorar las condiciones del suelo y favorecer una agricultura más amigable con el medio ambiente.
La lombriz roja californiana tiene un peso aproximado de 1 gramo lo que equivale a decir que en 1 kilogramo de lombrices tenemos aproximadamente 1000 lombrices.
Se utiliza una relación de 1 kg de desechos por 1 kg de lombrices para obtener un nivel de rendimiento eficiente en cuanto a tiempo y volumen de desechos a tratar.
El manejo de las lombrices puede realizarse de diferentes formas, desde montones de desechos en el suelo hasta estructuras de madera o cemento que alejen las lombrices del suelo.
Una de las maneras más utilizadas es la pre-descomposición de los residuos vegetales (hojas de árboles, cáscaras de frutas y verduras, etc.) y estiércoles, para luego ser depositados en las fosas o eras donde estén las lombrices, para su respectiva descomposición completa.
Este proceso debe estar acompañado de un manejo adecuado de la humedad y la luz, factores importantes para lograr un mayor rendimiento de las lombrices. Dando como resultado un lombricompost de mejor calidad.
Se recomienda el secado (hasta un 20%-30% de humedad) y de ser posible el molido del material facilitará su posterior aplicación en el campo.
En nuestro país la utilización de las lombrices en la descomposición de los subproductos de la industria del café son de gran ayuda para este sector, pues se disminuye el impacto ambiental y se cuenta con una alternativa de reincorporación de desechos en la misma explotación.
Compostaje de estiércoles: En las explotaciones pecuarias se utiliza también la descomposición de los desechos sólidos y orines de los animales, conocido como compostaje de estiércol.
La práctica común es el acamar los desechos en lugares previamente escogidos, cerca de la explotación. Aunque es muy utilizado la descomposición a cielo abierto, esto genera problema de lixiviados que pueden contaminar fuentes de agua como ríos, riachuelos y nacientes, razón por la cual es recomendable utilizar áreas con techo en donde no solo se evita la contaminación por los lixiviados, sino que estos enriquecen la composición del abono orgánico obtenido al final. Para obtener un Compost de buena calidad es necesaria la aireación de la mezcla, para lo cual se recomienda voltear las camas de material como mínimo 2 veces a la semana, esto para lograr un equilibrio de microorganismos aeróbicos y anaeróbicos, necesarios para obtener un abono orgánico de calidad. Además se debe tomar en consideración la relación entre el Nitrógeno y el Carbono del material a ser compostado, entendiéndose como el aporte del Nitrógeno las excretas de los animales y el Carbono la cama (burucha, aserrín paja, etc.)
Bokashi:
Bokashi es una palabra japonesa que significa materia orgánica fermentada, esta técnica requiere de ingredientes (tipo receta) por lo que se hace más fácil de explicar con un ejemplo: