Después de meses de indefinición, el Senado brasileño dio luz verde a un proyecto de Ley de Bioseguridad que permitirá y regulará la plantación de cultivos transgénicos así como la investigación con células embrionarias.
Sin embargo, el texto deberá retornar ahora a la Cámara de Diputados, donde ya había sido aprobado, por las modificaciones que introdujeron los senadores.
Como se prevé que el trámite legislativo se extienda varias semanas, el presidente Luis Inacio Lula Da Silva deberá dictar una nueva medida provisoria que autorice la siembra de semillas de soja transgénica dado que el calendario agrícola se encuentra avanzado y los productores necesitan de un permiso oficial.
A pesar de ser el segundo productor de soja del mundo y de tener el 20% de su cosecha transgénica, Brasil prohibía hasta ahora el uso de semillas transgénicas, aunque éstas eran ingresadas desde la Argentina.
En los últimos dos años, el gobierno del presidente Lula había aprobado permisos especiales para permitir que los productores agropecuarios utilizaran estas variedades, también conocidas como organismos genéticamente modificados (OGM) y que pudieran comercializar sus cosechas.