Malezólogos referentes de todo el país se reunieron y acordaron un mensaje común para abordar la problemática de malezas resistentes y tolerantes.
A mediados de los '90 una serie de tecnologías llegaron al campo argentino para cambiar considerablemente el sistema productivo hasta ese momento conocido.
La siembra directa, la soja RR y el glifosato son tres pilares centrales de ese cambio que transformó la forma del producir agropecuario de nuestro país. En ese gran marco general, los productores dieron la bienvenida y abrazaron estos sistemas tecnológicos de avanzada, y más allá de sus conocidos beneficios, las alertas comenzaron a sonar a partir de ciertos manejos no adecuados.
El abuso en el uso de glifosato, y el monocultivo en general, han generado una presión sobre el medio ambiente y sobre los distintos sistemas de producción. Con el paso del tiempo esto ocasionó que algunas malezas no fueran controladas, a punto de hoy convertirse en malezas tolerantes y resistentes. Debido a la selección que se hizo en el medio, la naturaleza dio su respuesta.
Rotar Esta introducción surge de una conversación con el
Ing. Agr. Juan Carlos Ponsa, del INTA Pergamino, quien fue convocado junto a un importante número de malezólogos de Experimentales del INTA y Universidades, todos referentes a lo largo y a lo ancho del país. La idea fue acordar ciertas pautas y mensajes que posibiliten ajustes en los sistemas productivos eficientes y amigables con el medio ambiente.
"Estuvimos investigadores de todo el país, de universidades, INTA, refrendando este acuerdo de sugerir no repetir los mismos herbicidas durante ciclos prolongados. Tratar de rotal cultivos -que es lo más importante- pero también rotar herbicidas, en este caso los modos de acción de los herbicidas", comentó Ponsa.
El mensaje fue claro, alternar herbicidas, mezclar coadyuvantes y que estas combinaciones también se vayan alternando "De esa forma lograremos que las malezas no se adapten a un mismo activo, y evitaremos la aparición de especies resistentes", agregó el especialista quien aclaró que a eso hay que sumar el concepto de dispersión.
"El productor va a tener que monitorear los lotes más seguido, detectar especies que no se controlan con facilidad y si hay focos chicos tratar de eliminarlos rápidamente. Lo peor que se puede hacer es cosechar con la maleza, porque estaremos redistribuyendo en el campo".
"Lo principal es -siguió Ponsa- no repetir y rotar, modos de acción, cultivos y hacer manejos más diversificados. Esas son las principales medidas. Son medidas que parecen fáciles, pero debido a costos o a la conveniencia de un cultivo u otro, suele ser difícil de implementar en un sistema".
-¿Cuál es la situación actual en el centro-norte bonaerense? -Si bien el problema está, aquí no es tan grave como en otros lugares como Córdoba donde hay mayor cantidad de especies que aquí no tenemos. En nuestra zona, contamos con Parietaria, Viola, Commelina, Flor de noche y Rama Negra como tolerantes; y como resistente sería el raigrás, sorgo de Alepo muy poco; y ahora avanza la echinochloa colona. Aquí hemos visto biotipos que aún no podemos calificar de resistentes, pero ya es un problema. Con graminicidas comunes pueden ser controlados perfectamente pero no con glifosato. También ha aparecido últimamente, otra gramínea que se llama eleusine en la zona de Ramallo que también tolera glifosato y puede ser un principio de resistente.
Reconocimiento La reunión de malezólgos fue propiciada por una empresa Bayer, en el Hotel San Ceferino de Open Door. En ese marco fue presentado un nuevo herbicida y allí los profesionales manifestaron sus experiencias de trabajo por medio de disertaciones en plenarios.
En primera instancia brindaron información sobre la situación de las malezas tolerantes y resistentes en las áreas en que trabajan, allí Juan Carlos Ponsa se refirió a la zona centro norte de la provincia de Buenos Aires. Seguidamente se presentaron las experiencias con el nuevo producto y finalmente, se realizó un agasajo, premiando con plaquetas conmemorativas a los investigadores por su labor en malezas durante los últimos años.