Introducción.
En el módulo demostrativo con riego suplementario que posee la Estación Experimental Manfredi, INTA viene realizando experiencias desde hace 15 años, en una secuencia de cultivos que involucra al trigo, soja y maíz, en un sistema de siembra directa continua y riego suplementario. Estas experiencias, permiten conocer el comportamiento productivo de los cultivos bajo riego, en este caso desarrollaremos el de soja. La soja para el periodo 1996-2009 obtuvo los rendimientos promedio (para riego y secano) que se presentan en la siguiente tabla.
Tabla: Rendimientos promedios en riego y secano (período 1996-2009) en soja de primera y segunda.
Analizando los resultados promedio obtenidos de muchos años, en la comparación de los rendimientos con riego y secano vemos que las diferencias quizá no son tan marcadas como ocurre con las logradas por algunos productores regantes de la región. Esto se debe a que en el cálculo del promedio, se incluyen años con heladas y granizos que afectaron seriamente los rendimientos; además en el sistema de producción del módulo de experimentación se incluyen todos los años siembra varios cultivares con el objetivo de conocer anualmente cuales son los materiales de mejor del comportamiento. Esta combinación de cultivares generalmente da un promedio de rendimiento inferior a cuando elegimos los materiales de “punta”. Por ejemplo en un mismo año tenemos materiales que produjeron 5000 kg/ha y otros que rindieron 2500 kg/ha.
Lo importante es comprender que con el riego suplementario hemos aumentado y estabilizado el rendimiento promedio de la soja de 1º y 2º en un 28 y 22 % respectivamente con respecto al secano, como se ve en el siguiente gráfico.
Rendimientos y estabilidad de producción (en función al cv) de soja de 1° y 2° en riego y secano.
Últimos Ensayos.
En la actualidad existe una gran oferta de cultivares de soja, y de opciones de manejo que apuntan a lograr rendimientos máximos en sistemas sustentables. El INTA Manfredi, en la campaña 2010/11, a través de sus proyectos de Optimización de Riego y de Agricultura Sustentable, realizó ensayos donde se evaluaron diferentes prácticas de manejo bajo riego suplementario, con el objetivo de generar información regional que sirva a los productores regantes en la toma de decisiones.
Es conocido que para una región determinada y en la misma fecha de siembra, los distintos grupos de madurez (GM) se comportan de manera diferente, debido a que los factores ambientales (temperatura, radiación, fotoperíodo y régimen hídrico) afectan a los distintos GM en diferentes etapas de su desarrollo fonológico.
En sistemas con riego suplementario, la disponibilidad hídrica deja de ser una condicionante, por lo que el rendimiento dependerá principalmente de las condiciones ambientales (radiación, fotoperíodo y temperatura) de cada campaña, y de la práctica de manejo que permitan optimizar su aprovechamiento, fundamentalmente al comienzo de su periodo crítico.
En el Módulo de riego, se sembraron dos cultivares de ciclo corto, de diferentes grupos de madurez, cuyas características se describen a continuación:
La siembra se realizó el 29 de Octubre y entre las prácticas de manejo que se evaluaron y que se describen en este trabajo, figura el acortamiento en el distanciamiento entre hileras y la utilización de distintas densidades de siembra.
En el cultivar del GM III, se evaluó el acortamiento entre hileras para ver el efecto de la cobertura de surco, los distanciamientos fueron:
Se utilizaron dos densidades de siembra diferentes:
En el manejo de la fertilización, se realizó en base al criterio de mantenimiento porque la disponibilidad de fósforo (P) no es limitante (>30 ppm), aplicando fosfato diamónico al voleo y previo a la siembra en una dosis de 80 Kg./ha (14 kg P2O5). El manejo de las plagas (malezas, insectos y enfermedades), se realizó de mediante monitoreo continuo del lote, siguiendo los niveles umbrales económicos de control.
El riego se manejó según la metodología de balance hídrico, que permite eficientizar el uso del agua de riego, ya que a través de la medición de los ingresos (lluvias) y egresos (evaporación, transpiración) de agua en el sistema, y la fijación de un umbral mínimo de agua almacenada en el suelo (40 % del agua útil), podemos determinar cuándo es necesario regar. A la siembra había en el perfil 214 mm de agua útil hasta 2 metros de profundidad; esto es una buena reserva ya que representa el 70 % de la capacidad máxima de almacenaje de ese suelo.
En función a la recomendación del balance hídrico, en el siguiente grafico se muestra el registro mensual de lluvias durante el ciclo del cultivo y los mm regados por mes.
Registro de lluvias y riegos durante el ciclo del cultivo.
Resultados.
En siembras tempranas, la utilización de cultivares de ciclo corto en la región centro norte de Córdoba (ej. GM II, III y IV), puede provocar que el cultivo no llegue a “cerrar el surco”, y por lo tanto al no poder a interceptar el 95 % de la radiación incidente perder rendimiento. Una de las prácticas de manejo que permiten atenuar esto, es el acortamiento de las distancia entre hileras. De todas las variables evaluadas y en correlación con resultados obtenidos en campañas anteriores, el cultivar de GM III respondió favorablemente a la modificación en la distancia entre hileras, logrando los mayores rendimientos de todas las practicas evaluadas. Los resultados se presentan en el grafico a continuación.
Rendimiento de cultivar GM III según distanciamiento entre hileras.
Otra práctica recomendada para estos grupos de madurez, es el aumento en la densidad de siembra. En algunas ocasiones se puede hacer como única práctica y en otras como complemento al acortamiento en la distancia entre hileras. En el grafico siguiente, se presentan los resultados del ensayo de densidades de siembra en los distintos grupos de madurez, sembrados a 52 cm.
Rendimiento promedio de cada densidad.
En esta campaña y en comparación con ensayos anteriores, los resultados productivos al incremento de densidad, fueron variables por lo tanto no es una práctica de manejo que resulte consistente en el incremento de los rendimientos, ya que estos varían entre los diferentes grupos de madurez, incluso cuando se los compara con campañas anteriores.
Algunas consideraciones finales.
- Cuando las condiciones hídricas no son limitantes (riego, influencia de napas, abundancia de precipitaciones), el adelanto en la fecha de siembra, proporciona condiciones ambientales más favorables para la obtención de rendimientos potenciales.
- En esta campaña la reducción de la distancia entre hileras resulto en un incremento de 15 % con respecto a la siembra a 52 cm.
- El incremento de la densidad de siembra tiene resultados variables ya que en algunas campañas mostró mejoras en rendimiento, y en esta última solo en algunos casos las mejoras fueron mínimas.
- De las diferentes practicas evaluadas a lo largo de estos años, la que mejor resultado productivo dio, fue la de acortamiento de la distancia entre hileras en siembras tempranas utilizando ciclos cortos.
- El cultivar con mayor rendimiento, no es siempre el mismo en todas las fechas de siembra.