Es importante aclarar que en Argentina, en general el término drenaje se vinculada al riego por inundación en regiones de clima seco, lo cual es una interpretación parcial, que contempla solo una parte de esta temática, ya que el drenaje deficiente, como una limitante productiva, también se presenta en grandes sectores de la región pampeana y litoral, en tierras que normalmente no se riegan.
El concepto drenaje tiene dos componentes generales, uno es el conjunto de variables que determinan que un suelo o ambiente tenga drenaje deficiente y el segundo se refiere al drenaje como tecnología aplicada.
El drenaje deficiente consiste en la presencia de exceso de agua en el perfil y/o en la superficie del suelo, que se constituye en limitante cuando el tiempo de duración es mayor que el que un cultivo puede soportar sin sufrir afectación por hipoxia y/o anoxia.
En cuanto a la tecnología del drenaje, consiste en la eliminación artificial del exceso de agua del interior del suelo y/o de la superficie. Su aplicación a casos concretos requiere la preparación de un proyecto que interacciona conocimientos de climatología, edafología, geomorfología, hidrología, agronomía, e hidráulica, con la intervención de maquinaria específica.
Aplicar la tecnología de drenaje requiere identificar la/las fuentes de exceso de agua y continúa con dos etapas, una primera que es imprescindible y excluyente consiste en el desarrollo de una red regional de drenaje, que generalmente es obra pública y está conformada por los colectores naturales, naturales rectificados, o construidos, que deben receptar los excedentes provenientes de los sistemas de drenaje prediales. La segunda etapa es el proyecto de drenaje predial, aunque cuando la red regional está ejecutada, el proyecto de drenaje predial pasa a ser la prioritario.
También importa aclara que drenar un área, o un predio tiene por finalidad eliminar el agua excedente o agua que afecta la producción agrícola y/o ganadera, la infraestructura y muchas veces también los conglomerados urbanos. No tiene por finalidad eliminar el agua útil para los cultivos, y tampoco es correcto considerar que para eliminar la limitante del drenaje deficiente de un predio, es necesario tratar toda la cuenca en la que ese predio se encuentra, aunque la aplicación de este criterio está ligado al concepto de período de retorno del evento que se considere para analizar la relación lluvia - escurrimiento.
Sobre esta diferenciación entre rede regional y drenaje predial se han cometido muchos errores de interpretación, y analizarlo con precisión es una de las principales definiciones que esclarece toda discusión sobre el tema, pero, principalmente permite tomar decisiones aplicadas correctas.
Espécificamente en lo que respecta a la producción agropecuaria, el drenaje predial es una tecnología que tiene como objetivo principal mejorar la aptitud productiva de los suelos mal drenados, lo que permite aumentos de producción, mantenimiento de los rendimientos y reducción de los costos operativos.
En grandes áreas de relieve muy suave a plano de Entre Ríos, con campos naturales con o sin monte, suelos de permeabilidad muy lenta a nula, y precipitaciones superiores a los 1000 mm/año se ha verificado que los encharcamientos y/o anegamientos ocurren desde hace muchos años, pero ello pasó a ser un problema importante cuando se comenzó a introducir cultivos agrícolas o pasturas cultivadas y el drenaje deficiente produjo afectaciones productivas, por lo que se lo identifica como un riesgo de inversión.
En las regiones de clima húmedo, en generales los excesos de agua en el suelo y/o la superficie no producen salinización y/o sodificación porque el balance entre migraciones ascendentes y descendentes favorece esto último, sin embargo esos procesos degradatorios pueden producirse en climas húmedos cuando se reciben escurrimientos provenientes de áreas con sales. Los Natracualfes de Entre Ríos tiene sodio en el subsuelo y ello es un relicto de climas secos pasados
En muchos paises la tecnología del drenaje ha sido y es una necesidad productiva vital. En paises como Holanda, Francia e Inglaterra hace más de un siglo ya se drenaba elementalmente mediante compuertas simples colocadas en cauces naturales que permitían descargar gravitacionalmente el agua excedente cuando los niveles de los ríos o del mar eran bajos.
El progreso de conocimientos a generado la tecnología moderna de drenes- tubo enterrados, colectores, y en algunos casos estaciones de bombeo, implementados a campo mediante proyectos elaborados en gabinete con expertos en drenaje superficial o subsuperficial.
Los antiguos trabajos de drenaje que eran una práctica basada en la experiencia, fueron progresivamente acompañados por un creciente conocimiento de leyes principalmente hidrúlicas, haciendo del drenaje una ciencia independiente que analiza las complejas interrelaciones entre la hidrología, la hidráulica, la edafología y la agronomía.
Los hidrólogos franceses Darcy y Dupuit formularon el siglo XIX las ecuciones que describen el movimiento del agua en medios porosos y las aplicaron al flujo hacia los drenes para deprimir el nivel frático.
También para las mismas condiciones, a principios del siglo XX, Rothe aplicó estas ecuaciones al flujo subsuperficial hacia los drenes y dedujo la primera fórmula de drenaje, pero en los años treinta Hooghoudt realizó un análisis racional del drenaje, estudiándo el contexto de la relación planta-suelo-agua (ILRI)
Desde entonces se han hecho muchas contribuciones por científicos de todo el mundo, que están perfeccionando la racionalidad del drenaje, como Guyon, Lessafre y Concaret (Francia) Razuri y Grassi (argentino) en Venezuela, Childs en Inglaterra, Donnan, Luthin y Kirkhan en EEUU, Ernst y Wesseling en Holanda, por mencionar solo algunos.
Pero cuando las teorías del drenaje, tanto superficial como subsuperficial se disponen a tratar casos concretos, siempre nos encontramos con dificultades debidas a la gran variabilidad de las fuentes de agua, de los suelos con perfiles heterogeneos, y las reacciones de los distintos cultivos al agua excedente que oriducer hipoxia o anoxia.
Estos factores y otros no analizados contribuyen muchas veces a una falta de precisión que debe aceptarse al formular proyectos de drenaje, por lo que aún es válida la aseveración hecha por C. Houston en 1961, quien dijo "Aunque en años recientes se ha avanzado mucho en desarrollar criterios de drenaje e instrumentos de investigación, todavía se necesita un juicio bien hecho, experiencia local y tanteos (ILRI) juntamente con buen conocimiento de los principios básicos para diseñar con éxito un sistema de drenaje".
En la región litoral norte, de clima subtropical húmedo y en general en gran parte de la región pampeana de clima templado humedo hay muchos problemas de drenaje superficial y subsuperficial, en algunos años produce importantes afectaciones económicas, pero la formación de un cuerpo teórico práctico de conocimientos aplicables localmente aun es muy incipiente, y se necesita hacer experiencia, para lo que es necesario intensificar la formación profesional en drenaje.
Conceptos referidos a diferenciar drenaje superficial de subsuperficial, tiempo y coeficientes de drenaje, diseño de sistemas de drenaje, abatimiento de niveles, categorías de drenes, red regional o parcelaria aún no son usados por los profesionales de los temas agropecuarios en las zonas afectadas, discutir aún si hay que sacar o no el agua perjudicial de un predio afectado nos coloca a gran distancia profesional de los paises desarrollados en esta materia, tales como Brasil, Perú y/o Venezuela por citar solamente a los de America del Sur.