Se trata de una herramienta que unifica todo el conocimiento de la región, clave para las estrategias de preservación y conservación de este recurso natural. El aporte del INTA al desarrollo.
En un contexto mundial marcado por la demanda de alimentos y por una estimación de crecimiento de su población a 9.100 millones de habitantes para 2050, los suelos de América Latina y el Caribe se enfrentan a un gran desafío. Esto, a pesar de contar con más de la mitad de las 576 millones de hectáreas de tierras productivas de la región con avanzados procesos de degradación. Así, con el objetivo de conocer e integrar los suelos de la región, es que los investigadores del INTA participaron del primer Atlas de Suelos de América Latina y el Caribe.
“El cambio climático, la producción de alimentos y la degradación de los recursos naturales trascienden las fronteras”, aseguró Marcos Angelini, técnico del área de Cartografía y Evaluación de Tierras del Instituto de Suelos del INTA Castelar, para quien es “de suma importancia contar con información homogénea a escala continental y mundial”.
De acuerdo con el técnico, el Atlas –impulsado por la FAO, la Comisión Europea, el Global SoilPartnership y el proyecto GlobalSoilMap.net– tiene como objetivo “difundir los diversos aspectos y funciones del suelo, que permitan describir los principales ambientes de Latinoamérica”. El Atlas fue redactado por los especialistas en cartografía y evaluación de tierras del Instituto de Suelos del INTA Castelar y Mendoza.
“Asimismo, –explicó Angelini– este trabajo en conjunto permitió reunir a investigadores de toda la región para impulsar acciones conjuntas que permitan actualizar y sistematizar la información de suelos de los distintos países”.
Mediante mapas fáciles de interpretar –con textos explicativos, fotografías y gráficos–, el Atlas unifica la información existente sobre la diversidad de suelos a escala regional y continental, desde los trópicos húmedos hasta los desiertos. Además, la herramienta cuenta con textos sobre la integración del conocimiento indígena en las Ciencias del Suelo.
Angelini: “Este trabajo permitió reunir a especialistas de toda la región para impulsar acciones conjuntas que permitan actualizar y sistematizar la información de suelos de los distintos países”.
Por su parte, Darío Rodríguez –especialista del Instituto– ponderó la necesidad de contar con un Atlas “integrador de todos los conocimientos y mapas nacionales de suelos que ayude a compatibilizar sistemas nacionales de clasificación y metodologías de análisis de muestras”.
Ambos técnicos se mostraron optimistas en cuanto a su utilización: “La idea es que este material pueda ser utilizado en distintos niveles educacionales, sobre todo primario y secundario. Pero, también es una publicación destinada a los tomadores de decisiones y políticos interesados”.
El Atlas de Suelos de América Latina y el Caribe (LAC) fue elaborado por el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea y financiado por el programa EUROCLIMA, que busca fomentar la cooperación entre América Latina y la Unión Europea (UE) en materia de cambio climático.