El cultivo de palma africana y/o palma aceitera (Elaeis guineensis Jacp), desde su siembra y producción comercial (hace aproximadamente 55 años), ha sido y es fundamental para el desarrollo económico y social de la población y áreas del noroccidente del país, en la actualidad de las provincias de Los Ríos, Guayas, Manabí, El Oro, Sucumbíos y Orellana, entre las principales. En lo económico aporta con el 15 % del PIBA y del 1,8 % del PIB general. En lo social actualmente genera fuente de trabajo para aproximadamente 150000 personas relacionadas a la producción, servicios y proceso agroindustrial.
Según último censo (ANCUPA, 2017), existen aproximadamente 257000 has en producción, con rendimientos variables dependientes de la zona, manejo del cultivo y condiciones de clima, se estima un promedio de rendimiento general nacional de 16 TMFF/ha/año,
En lo técnico uno de los problemas sanitarios de los últimos años es el conocido como “Pudrición de cogollo”, anormalidad que hasta la presente fecha, no se ha determinado el agente causal, pese a múltiples y paralelas investigaciones realizadas por el programa de Palma de la Estación Experimental Santo Domingo, a partir de la década del 70, donde aparecieron las primeras afecciones en porcentajes reducidos. En las evaluaciones a nivel de campo, vivero y laboratorio siempre se encontraron diferentes patógenos ligados al cultivo (Fusarium sp, Rhizoctonia sp, Thielaviopsis paradoxa y bacterias), pero las pruebas de patogenicidad realizadas no cumplieron con los postulados de Robert Koch, a efecto de determinar el agente causal del problema, situación que no ha sido posible determinar a nivel internacional.
Si el problema no es sanitario, la causa debe estar ligada a factores abióticos y/o ecológicos climáticos, en mayor o menor magnitud, dependiendo del material vegetal de siembra, diferenciado por su procedencia y otras características. El factor adaptación al medio es básico y determinante en un ser viviente, constituye el factor que lo hace más resistente o débil, principalmente cuando está en constante actividad productiva. El factor adaptación es el de mayor repercusión en palma aceitera guineensis introducida, dando lugar al ataque y desarrollo de organismos patógenos diferentes y principalmente en la pérdida paulatina de su potencial genético productivo.
Otros factores abióticos, no adecuados de acuerdo a sus requerimientos, se suman al mayor deterioro del cultivo, específicamente en las zonas de La Concordia y San Lorenzo, En la primera nombrada, la calidad del suelo es reducida, al ser de texturas arenosa a franco arenosas, por ello, falta de retención de agua y baja actividad química (CIC). Otro factor es la limitada cantidad de horas luz diaria, necesaria para el proceso fotosintético, fenómeno ligado a la producción de racimos. En San Lorenzo existen dos factores principales básicos ligados al complejo pudrición de cogollo: La procedencia del material de siembra, no adaptado al medio ecológico y falta de aireación en el suelo, lo que provoca la oxidación de los tejidos de la planta y posterior muerte. La falta de aire en el suelo, es debido al nivel freático alto (superficial), por falta de drenaje natural, en gran porcentaje limitado por la cercanía del mar, que impide la evacuación normal del agua.