La tolerancia a sequía es uno de los temas más investigados actualmente producto de las pérdidas ocasionadas por este fenómeno a nivel mundial. Más del 80 % de las áreas de boniato se plantan en Cuba desde abril a septiembre debido a la carencia de irrigación para este cultivo en el resto del año, lo que provoca que la mayor parte de la producción ocurra en solo seis meses del año. No se dispone de cultivares tolerantes a déficit hídrico que posibiliten ampliar el período de plantación, lo que constituye un problema que implica la necesidad de profundizar en los conocimientos sobre los aspectos morfológicos, anatómicos y fisiológicos asociados al estrés hídrico en boniato (Ipomoea batatas L. Lam.), que permitan seleccionar cultivares tolerantes para apoyar el Programa de Mejoramiento Genético.