El sorgo (Sorghum bicolor (L.) Moench) está considerado un cultivo viable para áreas de agricultura intensiva (Mena 1986). Sin embargo, generalmente se siembra en suelos marginales y en zonas cuyo régimen pluviométrico en muchos casos es abundante, errático o escaso.
El grano está sujeto a una alta demanda por las fábricas de alimentos concentrados, debido a su contenido energético. No obstante, las siembras comerciales se ven afectadas por las enfermedades, especialmente las fungosas, lo cual reduce en forma considerable la rentabilidad del cultivo.
Existen diversos métodos para controlar las enfermedades en los cultivos: mecánicos, químicos, biológicos y culturales, entre otros. Pero el método para prevenir o mantener las enfermedades en un nivel de infección, que no cause daño económico a las plantas y permita lograr cultivos más protegidos,saludables y rendidores contra los complejos fungosos, depende del cultivo, del patógeno, y de la parte de la planta que sufra el ataque. En este sentido, la aparición de las enfermedades dependerá básicamente de su resistencia y/o tolerancia genética, del medio ambiente y de la presencia del patógeno.
Teniendo en cuenta la necesidad de información sobre estos aspectos, se presentan algunas orientaciones sobre el uso de algunos fungicidas de contacto, protectores y de amplio espectro para el control químico de la antracnosis y de fusarium en el sorgo granífero, haciendo hincapié en algunos aspectos de la investigación en el control de la podredumbre seca del tallo, que se traducen en recomendaciones para el manejo agronómico, las cuales favorecen la explotación de este cultivo en el país.
Enfermedades importantesExisten tres enfermedades fungosas que revisten gran importancia desde el punto de vista económico en la explotación del sorgo: la antracnosis, el tizón de la panoja y la podredumbre seca del tallo.
La antracnosis o pudrición roja es causada por el hongo Colletotrichum graminicola (Figura 1).
Se presenta en tres partes de la planta de sorgo: La hoja, la panoja y el pedúnculo. La manifestación más importante de la enfermedad es la del pedúnculo, porque el daño se traduce en la producción de panojas pequeñas y de granos vanos, ya que el hongo interrumpe el flujo del material asimilable (Mena 1986). El ataque de este patógeno se ve favorecido por las condiciones ambientales, por ejemplo, una humedad relativa alta (Pacheco 1995).
Figura 1. Daños causados por antracnosis o pudrición roja en el pedúnculo y la hoja en el sorgo.El tizón de la panoja, provocado por el hongo Fusariummoniliforme (Figura 2), es la segunda enfermedad de importancia en este cultivo. Este hongo afecta a las raíces, las hojas y el tallo, y su ataque favorece la disminución de los rendimientos, debido a que provoca la formación de granos pequeños y con poco peso.
Las lesiones que causa este hongo en la planta consisten en manchas circulares o estrías elongadas de color rojo a púrpura, que varían de tamño. Se diferencian de las lesiones que causa la antracnosis, porque cubren casi toda la parte interna del pedúnculo de la planta. También se puede confundir con el daño producido por un insecto conocido como candelilla o diatraea, pero en el caso de los ataques causados por Fusarium sp., no se observan las perforaciones en el tallo.
La condición ambiental que favorece la presencia de esta enfermedad es la alta humedad relativa (Riera 1999).
Figura 2. Se muestra el daño causado por fusarium en las hojas, el pedúnculo y las panojas.La podredumbre seca del tallo, ocasionada por el hongo Macrophominaphaseolina,es una enfermedad de gran importancia, especialmente cuando se realizan siembra tardías.
Esta enfermedad es muy común en siembras realizadas fuera de las épocas recomendadas, y se presenta cuando existen altas temperaturas y baja humedad del suelo (Pineda 2001). Produce el acame de las plantas, lo cual se traduce en pérdidas, ya que ataca al sorgo durante la floración y maduración del grano (Lodha et al. 1996;Ovody y Dunkle 1979).
Es necesario tener presente que el hongo Macrophomina phaseolina se encuentra en todos los suelos agrícolasdel estadoPortuguesa.Sinembargo, debe considerarse la susceptibilidad de los materiales que se utilizan para las siembras, por lo que se recomienda seleccionar cultivares apropiados.
Los agricultores interesados en obtener información acerca de los cultivares más apropiados, pueden consultar los informes que se publican con la información obtenida en la evaluación comparativa de cultivares de sorgo. Esta información se puede obtener en las oficinas del Servicio Nacional de Semillas, SENASEM (1N lA).
La mejor forma de controlar a este patógeno consiste en evitar las siembras tardías, aplicar una fertilización alta en potasio y sembrar los cultivares menos susceptibles. También se recomienda iniciar aplicaciones de fungicida en forma preventiva, desde los 40 días después de la siembra.
Control químicoEn el Cuadro 1 se presentan los resultados obtenidos con el uso de los principales fungicidas de uso comercial para controlar estas enfermedades.
Los datos provienen de un experimento conducido en la Colonia Agrícola de Turén, estado Portuguesa, durante el ciclo de siembra del 2003-2004, en el que se evaluó la efectividad de tres fungicidas comerciales en el combate de la antracnosis y fusarium. El cultivar de sorgo que se sembró fue Chaguaramas VII, mientras que las aplicaciones se realizaron durante la prefloración y llenado de grano: a los 40, 55 Y 65 días, aproximadamente, después de la siembra.
Todos los fungicidas controlaron bien a la antracnosis del pedúnculo y fusariosis en el sorgo. Sin embargo, se observó que el Furadán fue un poco más efectivo que los demás, en términos de rendimiento de granos (kilogramo/hectárea),y que el número de granos por panícula decreció después de la aplicación del fungicida Vitavax. Por el contrario, el peso seco de los granos no sufrió variación.
En el Cuadro 2 se indican algunos de los cultivares comerciales de sorgo que siembran los productores del estado Portuguesa. Se puede observar el rendimiento promedio y el comportamiento de esos cultivares ante al ataque de la antracnosis, fusariosis y macrophomina. Estos cultivares mostraron rendimientos aceptables a pesar de que se desarrollaron ante la presencia y la alta severidad del ataque de las enfermedades; posiblemente ese comportamiento responde a una tolerancia de origen genético (Duncan et al. 1981; Kolattuduky et al. 1989).
Recomendaciones generales
Mantener una densidad de siembra adecuada, una distancia entre hileras reducida de 0,50 metros, y un control apropiado, tanto de malezas como de plagas, favorecen la obtención de altos rendimientos en el cultivo del sorgo.
También, para obtener éxito en el control de las enfermedades se requiere aplicar el fungicida correctamente; además, es indispensable considerar siempre los aspectos siguientes:
a) Seleccionar el fungicida más adecuado para controlar la enfermedad que esté presente.
b) Aplicar la dosis recomendada. Las dosis excesivas sólo sirven para desperdiciar el producto, provocar daños al medio ambiente y perder recursos monetarios.
c) Colocar el fungicida en forma oportuna, de acuerdo con el desarrollo del cultivo, y considerando las condiciones meteorológicas y el estado de desarrollo de la enfermedad.
d) Utilizar el método recomendado para la aplicación.
e) Tomar precauciones para manipular el producto: evitar derramamientos, no fumar, no comer ni beber mientras se esté aplicando el producto, y después de terminar la labor, lavarse bien las partes del cuerpo expuestas.