Una mala comunicación, ya sea en una pyme o en una gran empresa, es fatal porque esta puede traer efectos negativos en aspectos como: la moral, el enfoque, el rendimiento y los clientes.
La mala comunicación se puede manifestar desde el director que no expresa bien la visión de la compañía, hasta el encargado de ventas que no escucha bien a los clientes.
La comunicación interna es fundamental
Contribuye a que el personal esté alineado con la estrategia corporativa y que los equipos sean lo suficientemente efectivos y productivos para alcanzar con éxito los objetivos estratégicos. Por tanto, cuidar y gestionar formalmente la comunicación es esencial para la vida sana de las organizaciones.
Gran parte de los problemas en las organizaciones están directamente relacionados con una mala o no planificada gestión de esa comunicación interna.
No resolver estos problemas a tiempo por falta de conocimiento, análisis, herramientas adecuadas o abordaje profesional compromete a la organización y acabará teniendo consecuencias en los resultados.
Comunicar significa
Compartir, poner en común ideas, sensaciones, opiniones y pensamientos. En la empresa, la comunicación ha adquirido un rol fundamental como elemento constructor y difusor de la cultura corporativa.
La comunicación ayuda a las organizaciones a transmitir los valores intangibles sobre los que se asienta su identidad y su negocio, que son sus activos más preciados.
Ocho problemas que aparecen como consecuencia de una mala comunicación interna:
1.- Desorientación y dificultades de alineamiento del personal con la estrategia corporativa:
Cuando tu empresa no comunica bien, el discurso se pierde y las líneas estratégicas dejan de estar claras. Si no hay una buena comunicación entre los colaboradores, cada cual entenderá las cosas de forma diferente y la inexistencia de un discurso común los desorientará.
2.- Dificultades en la circulación de la información:
La información operativa carece de circuitos para circular en tiempo y forma, generando dificultades en las operaciones y pérdida de productividad.
3.- Desprotección del talento:
Para poder desarrollar el talento y retener a las personas claves de la organización es fundamental el conocimiento del desempeño de estas; y sin profundas bases de información dinámicas resulta muy difícil la gestión de esta importante variable para el crecimiento organizacional.
4.- Deterioro del clima laboral:
Si no dejas hablar y escuchas a tu personal, cualquier acción puede acabar en negatividad, secretismos y rumores.
5.- Falta de espacios de colaboración:
Las organizaciones necesitan incorporar herramientas con las que desarrollar espacios para trabajar de una manera más colaborativa y transversal. Si no tienes espacios para almacenar el conocimiento colectivo, podrás perder parte de este.
6.- Complejidad en la toma de decisiones efectiva:
Los incipientes espacios colaborativos en las nuevas empresas demandan una política que fortalezca y reproduzca la necesidad de relaciones entre equipos y distintas operaciones para responder al vertiginoso cambio de los mercados y los comportamientos de los clientes y usuarios.
7.- Falta de canales para vehicular las necesidades que la gente tiene de expresarse:
La gestión de las personas tiene que considerar la posibilidad de expresión de los colaboradores para que puedan canalizar sus opiniones y sugerencias de manera que enriquezcan a la organización y sus resultados.
8.- Perdida de dinero:
La mala gestión en la comunicación es un agujero negro por donde se escapa el tiempo. Los procesos se lentifican. El personal se desmotiva. Los objetivos se diluyen y finalmente la empresa pierde oportunidades y mucho dinero.
Sintesis:
- La mayoría de los problemas en las organizaciones están relacionados con una mala gestión formal de la comunicación.
- Se generan conflictos y situaciones que dañan la eficiencia, la productividad y el clima laboral.
- No resolver a tiempo estos problemas provoca consecuencias que terminan por afectar los objetivos de negocio y beneficios de la organización, así como a su comunicación, reputación e imagen.
- Es competencia del liderazgo, reconocer estas dificultades, intervenir y mejorar la salud de las conversaciones.
- Con conciencia siempre es posible y necesario encaminarse hacia lograr un mejor lugar para trabajar y los resultados vendrán por añadidura.
Bibliografía:
Observatorio de RRHH.
Impulsa Popular.
Peter Drucker (1967) en su libro “El Ejecutivo Eficaz”