Introducción
Debido a la marcada estacionalidad de las lluvias en esta región, de los 900 mm que se precipitan anualmente, el 95% ocurre en 4 meses: junio a septiembre y el 5% restante de octubre a mayo. Por otros factores, quizá inducidos por el cambio climático y su interacción con fenómenos socioeconómicos, la zona de lomeríos del municipio de Paso de Ovejas, Veraruz es clasificada como de siniestralidad recurrente. De ahí que los índices de pobreza, emigración y la desertificación del ambiente natural alcancen niveles críticos. En esas condiciones, los pobladores (principalmente ejidatarios), viven en su mayoría en condiciones de pobreza. En general, la población de estos territorios vive en condiciones difíciles, lluvias marcadamente estacionales y erráticas, suelos altamente degradados y valor reducido de los productos que generan. Aun así, el grupo con el que se trabaja ha estado accediendo de rápida manera a la utilización de estrategias en el uso sustentable del suelo y el agua. Los inmensos volúmenes de agua que fluyen hasta la costa por las cañadas solo durante las lluvias, no tienen aprovechamiento alguno, solo se les ve pasar como algo natural. Las expectativas de esta población se basa en tener buena cosecha si con suerte, el temporal es bueno ese o cualquier otro año. Las tierras, hoy, empobrecidas tras unos 150 años de cultivarse con maíz y frijol principalmente, generan un rendimiento histórico de unos 600 kg/ha de maíz por año. De las encuestas y diagnósticos participativos, que el Campus Veracruz-CP ha hecho ya por varios años, resultan como los dos puntos que más le interesa a la población: resolver el problema del agua y la producción de maíz.
Antecedentes del proyecto
La agricultura utiliza el 75% de las reservas de agua dulce que el país posee. Aun así, la producción de alimentos es deficitaria. Debe observarse que el 100% de referencia no contempla lo que escurre hasta el mar, así que habiendo ya muy pocos lugares para construir grandes vasos de almacenamiento, que además generan problemas de diversa índole, es necesario iniciar programas de construcción de pequeños vasos en las corrientes intermitentes que no afectan obras ya existentes. Es decir: pequeños vasos sobre corrientes que van directamente al mar y sus volúmenes no constituyen aportación a alguna de las presas ya existentes. Esta estrategia, probada en muchas partes del mundo, revierte el proceso de desertificación incrementando la flora y la fauna y generando pequeñas unidades de riego que con tecnologías limpias no contaminantes producen mucho más alimentos y en general satisfactores, mejorando el nivel de vida de los pobladores, pues al mismo tiempo genera fuentes de trabajo y reactiva la economía local. Por Veracruz pasa el 35% de todos los escurrimientos pluviales del país, provenientes de zonas altas en su camino al mar; aun así, en esta y otras muchas regiones y sub-regiones, lo que ocurre es una extrema degradación de los suelos, flora, fauna; insuficiente agua para los cultivos y la acuacultura. Todo ello propicia parcialmente la emigración de la población y genera miseria. En la sub-región: Lomeríos del Oeste en la que se sitúa el proyecto (fracción norte-noreste de la Región de Sotavento) no hay grandes vasos de almacenamiento, ni conviene hacerlos económica y ecológicamente; sin embargo, abundan dos elementos que combinados generan una fuente de energía barata para movilizar el agua a presión. Ellos son: gradientes altitudinales y escurrimientos pluviales, lo que se traduce en energía potencial acumulable en pequeños vasos, desde donde es posible convertirla otra vez en energía cinética sin utilizar bombas o motores de ningún tipo, mientras se use en niveles inferiores topográficamente. Con esto es posible accionar sistemas ultra eficientes de riego y ferri-riego. En la región también existen cierto número de pozos profundos para abastecer de agua a los poblados y ocasionalmente pequeñas unidades de riego. A pesar de los beneficios inmediatos que brindan, su efecto sobre los ya desbalanceados acuíferos es cuestionable. Lo razonable debería ser iniciar con proyectos piloto en donde tanto técnicos como productores participen como equipo y vayan generando las mejores soluciones-innovaciones desde la perspectiva económico-social, ecológica y tecnológica.
En la Comunidad de Angostillo en donde se desarrolla este proyecto, existen unas 5 pequeñas represas construidas en la época de las Haciendas, hace quizá 150 años. En la micro región, muchas más.
La represa al sur del rancho en la que se ha venido trabajando se encontraba abandonada y totalmente azolvada cuando se empezó a trabajar en el año 2009. Actualmente se ha removido una parte de los azolves y puede almacenar unos 8000 m3. Su capacidad total es de 12000 m3 y aunque aún tiene fugas y otros problemas, se ha venido aprovechando principalmente para ferti-irrigar maíz desde agosto del 2011. Algunos conocimientos de los productores sobre maíz, plantas útiles para los trabajos, e inclusive formas de organización para el trabajo y la comercialización han sido claramente aportados por ellos, conformándose poco a poco una alianza entre el Colegio y por ahora, parte de la comunidad
Acciones llevadas a cabo
Investigación.
Bajo el enfoque de investigación-acción se diseñó e instaló una obra de toma consistente en un sifón cuya entrada a las aguas de la represa flota en una pequeña plataforma. Esto permite extraer el agua siempre de los primeros centímetros debajo de la superficie en donde está más limpia, lo cual es muy conveniente para el sistema de riego por goteo, reduciendo las posibilidades de taponamiento de los goteros. Si el nivel de la represa cambia, la plataforma flotante baja o sube con el nivel del agua y con una manguera flexible se asegura que la toma siempre funcione sin bombeo de ningún tipo. Se habilitó una red de mangueras planas y poliducto hasta llegar a las parcelas de cultivo, situadas a 1000 m de la represa, en donde finalmente el agua fluye por cintillas de goteo que trabajan solo con la presión generada por la diferencia de nivel topográfico. Los productores instalaron e hicieron funcionar 4 bebederos automáticos de 500 litros cada uno, para las parcelas en las que se maneja ganado. Se probaron diferentes hortalizas de invierno regándolas con micro-aspersores. Se incorporaron abonos verdes. Los productores aprendieron a manejar el nivel “A” Se aplicó labranza mínima. Se ferri-irrigó maíz con las fórmulas de fertilización química apropiadas y junto con los fertilizantes se aplicaron ácidos húmicos y fúlvicos para mejorar la tierra en cuanto a contenido de materia orgánica, que es el aspecto más deficitario de estas tierras.
Capacitación.
Ha sido constante y continua a productores. Considerando su nivel educacional y sus vastos conocimientos empíricos se les ha tratado de explicar aspectos fundamentales -en el lenguaje apropiado- sobre relaciones agua-suelo-planta, agronomía en general y aspectos de mercadeo que todos hemos ido viviendo al ir ofertando los productos: maíz para grano y elote.
Difusión.
Asambleas Ejidales de Angostillo, las Reuniones Nacionales de Investigación e Innovación Pecuaria, Agrícola, Forestal y Acuícola-Pesquera (Veracruz 2013 y Yucatán 2014); Cámara de Senadores, entre otros. También se han mostrado los trabajos en campo a través de visitas de estudiantes de escuelas de educación superior, productores de la zona, autoridades municipales, estatales y federales.
Resultados e impacto
En 18 meses se ha instalado el sifón flotante u obra de toma mencionada, los filtros y mangueras conductoras y distribuidoras de 6”, 4” y 3” de diámetro, el inyector Venturi de fertilizantes y mejoradores de suelo así como 4 secciones con cintillas de goteo, En total 3 ha. En parcelas situadas a 1000 m de la represa. Se han obtenido 4 ciclos maíz en 14 meses y 5 en 17 meses traslapando ciclos en el tiempo y en el espacio; los rendimientos equivalentes se detallan más adelante. También se instalaron 4 bebederos automáticos; los productores compraron por su cuenta una pequeña rastra apropiada para sus terrenos y se construyeron los 2 primeros módulos de hidroponia orgánica de 20 m2 cada uno, en los que se estima, por nuestras experiencias anteriores que el consumo de agua será solo el 20% de lo que utiliza el sistema de goteo, para la misma superficie en escala intensiva en la que los rendimientos se manejan en kg por m2. Se sembraron en la represa 3500 organismos de mojarra tilapia de tamaño juvenil y se construyó e instaló un sifón, como obra de toma, que asegura su funcionamiento ininterrumpido hasta antes de alcanzar su límite teórico de trabajo.
Aprovechamiento de la experiencia con fines de docencia/aprendizaje:
Diferentes cursos de la maestría y doctorado involucraron a sus estudiantes quienes hicieron reporte y diagnósticos de gran utilidad. Con cierta frecuencia se acercan a la parcela vecinos de otros ranchos o de Angostillo para conocer mejor el proyecto.
Perspectivas
Mejoramiento de la calidad de vida y/o beneficios obtenidos por la población:
Rehabilitación de la represa, conservación del recurso hídrico que antes de los trabajos seguía directamente su descenso al mar; disponibilidad de agua para la actividad intensiva agrícola, pecuaria y de uso doméstico. Beneficio para unas 50 familias más pobres del Ejido, en momentos en que falla su sistema de bombeo doméstico (las mujeres bajan a la represa a lavar su ropa) y continuo para tres familias que forman el grupo que desarrolla las actividades descritas.