Introducción.
Actualmente el garbanzo (Cicer arietum) se posiciona como una alternativa invernal cada vez más relevante para nuestro país. En los últimos años se viene incrementando sostenidamente la producción nacional de esta legumbre. En el año 2008 se produjeron 8.721 toneladas de garbanzos, cifra que duplicó la de las campañas 2005/06 y 2006/07. Las provincias de cuales proviene la producción son: Salta ocupando el primer lugar con el 59,4% y el restante 40,6% correspondió a Córdoba (SAGyA 2009).
La calidad Comercial del garbanzo está determinada por el tipo, forma, Color, y principalmente tamaño del grano. En Argentina han sido desarrollados dos cultivares que pertenecen a la variedad de tipo Kabuli que son Chañaritos y Norteño, estos difieren en los caracteres anteriormente mencionados como también en el ciclo del cultivo, días a floración entre otras características que plantean que puede haber una diferencia en el comportamiento de estos materiales frente al ambiente.
Los objetivos de nuestro trabajo fueron evaluar el comportamiento agronómico de tres cultivares de garbanzo sujetos a distintas densidades de siembra y medir la eficiencia con que la especie hace uso del agua almacenada en el suelo.
Materiales y métodos
El trabajo se realizo en el Area Experimental del Campo Escuela de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNC. El lote en el que se implanto el ensayo contaba con tres años de siembra directa, habiendo sido el cultivo antecesor una soja de segunda. Se evaluaron tres genotipos de garbanzo (cicer arietinum), dos comerciales (Chañaritos y Norteño) y uno experimental (LM85). Los cultivares comerciales se implantaron bajo dos densidades de siembra (300 y 600 mil plantas por hectáreas). En el caso de la línea experimental, a las densidades antes mencionadas se sumaron las de 150 y 450 mil plantas por hectárea.
El diseño del experimento fue en bloques completamente aleatorizados con tres repeticiones. Cada tratamiento incluía 3 surcos con un distanciamiento de 0.35m y 5m de largo.
Los materiales se implantaron el 7 de Mayo partiendo con 250 mm de agua útil almacenados hasta los dos metros de profundidad. Los registros climáticos se obtuvieron de una estación agroclimatológica situada próxima a los experimentos.
Durante el desarrollo del cultivo se fueron tomando registros del contenido de agua en el suelo por medio del método gravimétrico. En el momento en que los contenidos de agua en el perfil descendieron 60% debajo de la capacidad de campo, se decidió incorporar la variable de riego suplementario sobre el tratamiento de alta densidad(600000 plantas por hectárea) del cultivar Chañaritos.
La cosecha se realizo el 7 de Noviembre en donde se determinaron los rendimientos obtenidos en cada tratamiento, numero de plantas que llegaron a la cosecha , el contenido de agua en el suelo en ese momento y el peso individual de las semillas de los cultivares Chañaritos y Norteño.
Finalmente para determinar la eficiencia del uso del agua de la especie se tomaron los resultados de los muestreos de agua y los rendimientos obtenidos sobre el tratamiento del cultivar Chañaritos con alta densidad con la variante de la aplicación de riego suplementario anteriormente mencionada.
Resultados y discusión.
El cultivo comenzó a emerger el 25 de Mayo prolongando esta etapa en 30 días, donde se seguían detectado emergencia. Esta desuniformidad se debió principalmente a la baja calidad de la semilla (PG:50%) a pesar de haber ajustado la densidad en función del valor cultural de la semilla. Razón por la cual el stand inicial de plantas disto de los valores establecidos a priori.
En cuanto al régimen pluviométrico, los valores medidos de precipitación estuvieron por debajo de la media histórica, al punto que durante los cinco meses en que el cultivo estuvo implantado las precipitaciones efectivas alcanzaron los 26 mm. Las temperaturas medias estuvieron en los valores medios históricos, contabilizándose x días en los que la temperatura mínima descendió por debajo de 0 C0. Esta circunstancia motivo perdidas de plantas por heladas en todos los genotipos, siendo del 100% para el caso de la línea experimental (Fig. 1)
Figura 1.Numero de plantas por ha en función del tiempo transcurrido desde la emergencia
Luego de la aplicación del riego suplementario, en el que el cultivo se encontraba floreciendo se observo un aumento en el numero de flores y un reverdecimiento marcado, que no se tradujo en un aumento del cuaje ni en el rendimiento con respecto a los tratamientos en secano. Concluimos que bajo las condiciones ambientales de la campaña, un riego de 40mm no llego a cubrir los requerimientos hídricos del cultivo en las fases posteriores del desarrollo.
- Rendimientos y densidad final a cosecha.
Figura 2. Rendimientos obtenidos de los materiales Chañaritos y Norteño en secano, acompañados de la densidad final de cosecha.
Los gráficos nos muestran una gran disparidad en la cantidad de plantas que llegaron a cosecha. Por esta razón no es posible comparar los materiales en términos de rendimientos.
Los resultados obtenidos en esta oportunidad nos permitieron observar que hay una respuesta positiva ante el incremento de la densidad para los dos materiales probados y que nos plantea seguir indagando sobre este tema posteriormente.
- Peso individual de la semilla
Tabla 1.Resultados obtenidos en peso individual de la semilla según los cultivares.
Si se analiza el grano de un punto de vista comercial, el material Norteño muestra una superioridad en el peso de la semilla, siendo un aspecto muy importante para su comercialización.
- Eficiencia en el uso del agua (EUA)
Tabla 2. Eficiencia en el uso del agua
Cuando se analiza EUA y se compara con otros cultivos como el trigo (en el contexto ambiental de la campaña) vemos que el garbanzo tiene que transpirar el doble de agua para generar un kilogramo de grano. Relacionado a esto no se puede pasar por alto que el cultivo no capto agua a profundidades superiores de 1.6m, donde por debajo de este límite los valores de agua permanecieron constantes en todos los muestreos que se le realizaron durante las distintas etapas del cultivo. Dejando un saldo de agua útil de 50mm quedando disponible para los cultivos posteriores.
Publicación del análisis comparado de cultivos invernales en cuanto a la eficiencia en el uso del agua en "LA VOZ DEL CAMPO" (Suplemento especial del diario "LA VOZ DEL INTERIOR", del día 08-01-10)
Ensayo a campo
Cártamo, entre lo mejor del invierno
Aventajó al trigo, colza y garbanzo en la eficiencia en el uso del agua / Crecieron sin lluvias hasta noviembre.
Durante la última campaña agrícola correspondiente a los cultivos invernales, estudiantes de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) tuvieron la oportunidad de medir la eficiencia con la que los cultivos de trigo, colza, garbanzo y cártamo utilizaron el agua almacenada en el suelo a la siembra.
La casi absoluta falta de precipitaciones hasta principios de noviembre pasado determinó que los cultivos se sirvieran exclusivamente del agua del suelo. En promedio se partió con 200 milímetros de agua útil hasta los dos metros de profundidad. En cuanto al trigo, las siembras se escalonaron a partir del 1 de mayo hasta el 21 del mismo mes.
Los restantes cultivos se sembraron todos en mayo: garbanzo, el día 7; colza, el 9 y cártamo, el 19. La distancia entre surcos en trigo, colza y cártamo fue de 20 centímetros, mientras que para el cultivo de garbanzo y cártamo fue de 30 centímetros.
Resultados. El stand final de plantas más alto correspondió al trigo, con 150 plantas por metro cuadrado; intermedio para la colza, con 60 plantas por metro cuadrado, y el más bajo para el garbanzo y el cártamo, con 25 plantas por metro cuadrado.
En forma periódica se midió el agua gravimétricamente, con el objetivo de tratar que al menos una de estas mediciones coincidiera con los denominados períodos críticos de cada especie. Para el 13 de noviembre ya se había cosechado el trigo, el garbanzo y la colza, mientras que la trilla del cártamo se realizó el 12 de diciembre.
En promedio el rendimiento en trigo fue de 1.740 kilos por hectárea; l a colza rindió 928 kilos por hectárea; el garbanzo, 1.078 kilos por hectárea, mientras que el cártamo rindió 1.573 kilos por hectárea.
Eficiencia. En cuanto a la cantidad de kilos de semillas obtenidos por milímetros de agua útil consumida, los valores más altos en cuanto a la eficiencia del uso del agua los brindó el cártamo 7,2 kilos por milímetro , seguido del trigo 6,4 kilos por milímetro, mientras que la colza y el garbanzo fueron los cultivos menos eficientes en el uso del agua; cuatro kilos de semilla por milímetro cada uno. Durante el período crítico del trigo, el consumo fue 1,58 milímetro por día; el cártamo 1,13 milímetro; colza 1,92 milímetro y garbanzo 1,85 milímetro.
Con los resultados agronómicos obtenidos y en base a la información que se dispone, el margen bruto estuvo inversamente relacionado con los rendimientos unitarios; siendo garbanzo y colza los cultivos de similar y mejor resultado económico; en orden decreciente se ubicaron el cártamo y finalmente el trigo. Un aspecto a tener en cuenta en nuestro país son los distintos mercados que rigen la comercialización de estos cultivos, siendo un factor importante a la hora de incluirlos dentro de un esquema productivo.
Informe elaborado por los estudiantes Jeremías Brusa, Verónica Herrera, Ignacio Pascual, Nicolás Reznikov, Facundo Ripoll y Belén Tell de la Facultad de Ciencias Agropecuarias (UNC) bajo la tutoría de Ricardo Maich.