I.- INTRODUCCIÓN
El Perú no está ajeno al cambio climático ni a sus manifestaciones ambientales, como son las sequias prolongadas en todo nuestro territorio nacional, razón que nos obliga a replantear el uso de siembras alternativas, con el fin de mantener el CO
2 en el suelo y evitar su pérdida en el medio ambiente.
Es así que el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), en base a un esfuerzo de investigación continua, ha logrado obtener una importante experiencia del manejo del suelo con el Sistema de Labranza Cero o Sistema de Siembra Directa, tecnología que nos permite obviar el uso de las maquinarias e implementos agrícolas.
Asimismo, dicha tecnología interacciona eficientemente con el Sistema de Riego por goteo INIA, reduciendo de esta manera, los costos de producción de cada cultivo sembrado e incrementando la rentabilidad a más del 100%.
El uso de estas técnicas se constituyen en la base para instalar la futura agricultura orgánica de forma eficiente y con un bajo costo e incluso más económico que lo que se obtiene en sistemas de siembra convencional.
II.- MATERIALES Y MÉTODOS
El sistema de labranza cero o siembra directa es utilizado por el Programa Nacional de Innovación en Maíz de la Estación Experimental Vista Florida del INIA desde el año 2003, iniciándose en terrenos que tenían como promedio 7.8 de pH y 6.2 mmhos-1, respectivamente.
Anteriormente, en estos terrenos, con la agricultura convencional se lograban obtener rendimientos de 4 t/ha, con lo cual no se cubrían los costos de producción.
Del sistema de Labranza Convencional al Sistema de Labranza Cero
Por lo general es común observar en la agricultura convencional, suelos que tienen una densidad aparente de 1.4 a 1.6 mg/m3, lo cual obstaculiza el buen desarrollo de las raíces del cultivo.
Una vez que se determina la compactación del suelo, se puede recurrir al uso del subsolador, con el fin de rajar el suelo, pero solo en el sentido de los futuros surcos donde se sembrará maíz u otros cultivos. De esta manera, si uno determina sembrar maíz amarillo duro a 0,75 m entre surco y surco, se haría un total de 135 surcos por hectárea.
Posteriormente, se debe muestrear el suelo en zig-zag, separando un kilo de tierra para hacer el análisis respectivo. Luego se procede a rellenar con compost: melaza (proporción es de 1000:10 kilos) todas las rajaduras del suelo subsolado Ver Foto N°1.
Foto N° 1. Así es como se observa el suelo una vez subsolado. Las rajaduras se rellenan con compost antes de extender las cintas de riego y sembrar el maíz.
A continuación se extienden las cintas de riego y se procede a humedecer el terreno a ambos lados de la cinta en una banda de 20 cm de ancho.
Cuando el terreno está en capacidad de campo, se procederá a tratar la semilla de maíz con bacterias solubilizadoras del fosforo (P) “Pseudomonas fluorescens” y para el control de los gusanos de tierra (Agrotis spp; Feltia experta) se le agregará Thiodicarb, a razón de 200 ml por bolsa de 20 kilos de maíz.
El manejo del cultivo es idéntico que el convencional con la diferencia, que cuando la planta tiene 20 cm de altura, se procede a cubrir el campo en su totalidad, con paja de arroz.
A la cosecha, se deja el rastrojo y se esparce en el campo, inmediatamente se puede sembrar otros cultivos como leguminosa de grano o soya. A la semilla de estos, también se le puede aplicar bacterias nitrificantes (N) Bradyrhizobium japonicum y Pseudomonas fluorescens las cuales incrementan el rendimiento en un 10%.
Cosechados estos cultivos, los nódulos nitrificantes se quedarán debajo del suelo y el rastrojo de lo sembrado permanecerá sobre el suelo para incrementar la materia orgánica y liberar lentamente sus nutrientes conforme se va descomponiendo en cada campaña agrícola.
III.- RESULTADOS
- La importancia del munch en la labranza cero.
Se probaron varios rastrojos de diferentes cultivos en la campaña de invierno, con el fin de determinar cuál era el más eficiente en conservar la humedad del suelo del cultivo de maíz. Los resultados nos indican que el rastrojo de arroz supera a los demás en eficiencia y seguido en importancia por la tuza de maíz, que se esparce previamente por los campos de cultivo. Ver Gráfico N°1
Grafico N°1. Resultados obtenidos con diferentes tipos de rastrojos y sus diferentes porcentajes de retención de humedad en el suelo, de cada uno de ellos. Con el cultivo del maíz (desde la siembra a la cosecha) Tesis INIA - UPRG 2004.
Tipo de rastrojos y agua utilizada en el cultivo de maíz
Por otro lado, se utilizó la paja de arroz como (munch). Comparándose los diferentes métodos de riego por goteo y de gravedad en el cultivo del maíz amarillo duro, se midió el consumo de agua, en forma diaria hasta concluir todo su estado fenológico. Ver Cuadro Nº 01.
Cuadro Nº01: Porcentaje de la cobertura del suelo con paja de arroz. En comparación del riego por gravedad y el de goteo. Año 2006 (Vista Florida).
Es necesario indicar que el maíz fue sembrado en los meses de octubre a febrero que por lo general se tiene temperaturas diarias promedio de 28 a 32° C
En el cuadro N°1 podemos ver que se utilizó al rastrojo de arroz como munch, a razón de 5 tm/ha. Esto permite que solo 3300 m3 de agua de riego por goteo se requiera para mantener la humedad del suelo en capacidad de campo y durante todo el periodo que dura el cultivo. Con ello, se estaría ahorrando considerable energía en la planta de maíz, la misma que en el futuro se comenzara a acumular en las mazorcas con lo que incrementan su peso y tamaño, obteniéndose hasta un 20% más de rendimiento, que cuando se comparó con la agricultura convencional.
Como se observa en el cuadro Nº 01, la siembra del maíz que sólo utiliza el riego por goteo sin ser cubierto con rastrojo o munch (testigo), perderá agua conforme se incrementa la temperatura ambiental. De esta manera se determinó que se requiere 4700 m3 de agua de riego en riego por goteo, durante todo el periodo vegetativo.
En el Cuadro N°2, se presenta el resumen de los diferentes parámetros evaluados, en las 06 últimas campañas del cultivo del maíz, y donde se compara entre Labranza Cero vs Labranza Convencional, de esta manera se tiene rendimiento (t/ha); reducción de malezas y control de plagas (lepidópteros).
Cuadro N°2: Diferencias entre rendimientos (t/ha), malezas y control de plagas entre labranza cero vs siembra convencional. PNI – Maíz Vista Florida (del 2006 al 2009)
El número (1) indica que son campaña de verano y el (2) de invierno.
Según el cuadro N°2, al inicio del año 2006, todos los resultados fueron iguales para ambos sistemas de siembra, pero estos han mostrado, diferencias significativas en el año 2009, Observándose un rendimiento de 11.9 t/ha en sistema de labranza cero mientras que con la sistema de labranza convencional sólo se obtuvo 9.9 t/ha.
Esto nos indica que existe 2 t/ha de diferencia entre ambos sistemas de labranza, las cuales se irán incrementando en cada campaña.
De igual manera se ha reducidoel consumo de fertilizantes químicos a utilizar; para obtener los mismos rendimientos de maíz grano/ha. Ver cuadro N°3.
Con respecto a la presencia de malezas estas se han reducido hasta un 90% con el sistema de labranza cero mientras que con el convencional solo se redujo el 40%. Otra ventaja importante obtenida entre la interacción del sistema de labranza cero y el riego por goteo, es la obtención de 03 cosechas en solo 13 meses, las cuales comprenden 02 de maíz amarillo duro y 01 de leguminosas de grano, lo que no se logra con la agricultura de labranza convencional y riego por gravedad.
Cuadro N°3: Uso de fertilizantes (unidades) de N;P y K, en un campo de Labranza cero en la E. E. Vista Florida (2006 al 2010). Para la obtención de Maíz amarillo duro (10 t/ha de maíz en grano en promedio).
* (se redujo el uso de fertilizantes con el uso de la rotación maíz con soya utilizando bacterias nitrificantes y solubilizadoras de fosforo en maíz).
Es necesario indicar que a partir del año 2010 se está realizando rotación de soya, con maíz. Para este fin se inocula la soya con bacterias nitrificantes, “Bradyrhizobium japonicum y que puede dejar en el suelo al momento de la cosecha hasta 60 unidades de nitrógeno, y que es utilizado por el cultivo siguiente, que por lo general es el maíz, el mismo que antes de sembrarse se inocula con la bacteria Pseudomonas Fluorencens el cual además de solubilizar el fosforo del suelo que puede ser orgánico e inorgánico realiza un control eficiente al Fusarium y permite incrementar la cabellera radicular hasta un 20% en comparación del testigo que no se le aplicado dicha bacteria.
Costos de Producción entre el Sistema de Labranza Cero y el sistema de cultivo del maíz del convencional.
En base al uso del sistema de labranza cero los costos de producción se reduce hasta un 20% con respecto a la agricultura convencional, ver cuadro N°4.
Cuadro N°4: Costo comparativos de producción del cambio de sistema de cultivo de maíz.
(2) = Al segundo año de Labranza cero
CONCLUSIONES
- A partir de los resultados obtenidos se puede concluir que el sistema de labranza cero es una excelente oportunidad para los valles maiceros que tienen sistema de riego por goteo y que desean reducir sus costos de producción en el cultivo del maíz y el uso de agua de riego, así como obtener en 13 meses, 03 campañas con una alta rentabilidad.
- De igual manera el uso del sistema de labranza cero con riego por goteo INIA, esta llamada a convertirse en la principal alternativa para obtener altos rendimientos en los cultivos del maíz, soya y paprika, así como mantener el anhídrido carbónico (CO2), en el suelo, con lo que generaría la comercialización de los bonos de carbono, y la base de la agricultura orgánica a un menor costo de producción con respecto a la agricultura convencional.
- El sistema de labranza cero también puede ser utilizado con sistema de riego por gravedad el cual mantendrá el suelo por más tiempo húmedo y en capacidad de campo que en una agricultura convencional.
- Con respecto a los rendimientos obtenidos en el cultivo de maíz y el sistema de labranza cero. Esta supera ampliamente a la agricultura convencional, sin la necesidad de incrementar sus costos de producción.
- Conforme transcurre las diferentes campañas de rotación entre leguminosas de grano (soya) y maíz se reducirá el uso de fertilizantes, pero se incrementara los rendimientos del maíz amarillo duro en forma continua.