La fertilización foliar ha despertado un creciente interés en productores y asesores, debido a la aparición de casos en los que ha permitido corregir deficiencias nutrimentales de las plantas, promover un buen desarrollo de los cultivos, y mejorar el rendimiento y la calidad del producto cosechado (Trinidad y Aguilar, 1999). Su principal utilidad consiste en complementar los requerimientos de un cultivo que no se pueden abastecer mediante la fertilización clásica, ya se trate de elementos de baja absorción desde el suelo (Malavolta,1986), o para fines específicos que requieren la aplicación tardía de los nutrientes i.e. incrementar su concentración en el grano (Fregoni,1986). Algunas de estas situaciones se manifiestan con frecuencia en la Región Pampeana Argentina i.e. síntomatología de carencias de zinc (Zn) en cultivos de maíz fertilizados con dosis medias a elevadas de fósforo (P) en línea, deficiencias subclínicas de boro (B) en soja en regiones con larga historia de monocultivo, o la necesidad de aplicar nitrógeno (N) en antesis de cebada, para alcanzar un valor deseado de proteína en grano.
En la actualidad, se han dado diversas condiciones que permiten realizar un diagnóstico más preciso acerca de las expectativas de respuesta a la fertilización foliar. Estas incluyen la mayor difusión de análisis de suelo y tejido (Martens y Westermann, 1991), mayor información de campo y un conocimiento más amplio acerca de eventuales deficiencias regionales (Ferraris et al., 2007), notables avances acerca del rol de los nutrientes en la respuesta de las plantas a condiciones de estrés (Yuncai et al., 2008) y herramientas de medición que permiten detectar pequeñas respuestas a nivel de campo (Reetz, 1996; Mallarino et al., 1998).
Algunas condiciones de cultivo favorecen la obtención de resultados positivos, como la remoción de microelementos a través de secuencias agrícolas que ya suman muchos años, fertilizantes tradicionales con mayor pureza y menor contenido de elementos menores, carencias inducidas por alta fertilización con NPS y una demanda creciente de microelementos a causa de la obtención de mayores rendimientos (Girma et al, 2007)
Los objetivos de este experimento fueron: 1.Evaluar la respuesta del Maíz al agregado de fertilizantes complejos agregados por vía foliar y 2. Estudiar el efecto de la fertilización con nitrógeno, zinc y boro incorporados sobre la semilla o mediante aplicaciones foliares. Hipotetizamos que el agregado de dosis pequeñas de nutrientes bajo formas químicas de fácil asimilación, mejoran diversos parámetros de cultivo y con ello su rendimiento.
Materiales y métodos:
Se condujo un ensayo de campo en la localidad de Pergamino, sobre un suelo serie Pergamino 1, fase ligeramente erosionada, Clase de uso 1 de muy buena productividad. El ensayo se sembró el día 10 de Octubre de 2008 en SD, con antecesor trigo/soja, utilizando el híbrido SPS 7M31. Todas las parcelas fueron fertilizadas a la siembra con fósforo (P) azufre (S) y nitrógeno (N), a la dosis de 20 kg Pha-1, 18 kg Sha-1 y 100 kg Nha-1. Las fuentes utilizadas fueron superfosfato triple de calcio (0-20-0), sulfato de calcio (0-0-0-S18) y Urea granulada (46-0-0). Los fertilizantes se aplicaron el día de la siembra.
Para conducir es experimento se utilizó un diseño en bloques completos al azar con cuatro repeticiones y diez tratamientos, cuya descripción se presenta en la Tabla 1. Por su parte, en la Tabla 2 se presenta la composición química de los fertilizantes ensayados.
Tabla 1: Tratamientos evaluados. Fertilización foliar en maíz, Pergamino, campaña 2008/09
Tabla 2:Composición química expresada en porcentaje de las fuentes fertilizantes utilizadas en el ensayo.
Previo a la siembra se realizó un análisis de suelo del sitio experimental, el cual se presenta en la Tabla 3. Se destaca un nivel de N en suelo normal, medio de P y bajo de S y materia orgánica (MO). Las bases de cambio presentan un valor adecuado.
Tabla 3: Análisis de suelo al momento de la siembra
Las aplicaciones de fertilizante foliar fueron realizadas con mochila manual de presión constante. La misma contaba con un botalón aplicador de 200 cm provisto de 4 picos a 50 cm y pastillas de cono hueco 80015 que permiten asperjar 140 l ha-1. El estado del cultivo y las condiciones ambientales al momento de la aplicación se describen en las Tablas 4 y 5, respectivamente.
Tabla 4: Estado del cultivo al realizar la aplicación.
Tabla 5: Condiciones ambientales durante la aplicación.
Escala de nubosidad: 0 completamente despejado, 9 completamente cubierto
dda: después de aplicación.
Cuando el cultivo alcanzó el estado de 6 hojas expandidas (V6) se determinó el peso seco (PS) de biomasa aérea y radical en las parcelas testigo y tratadas con Zn. En floración plena (R2) se realizaron mediciones de altura de plantas e inserción de la espiga, número de hojas verdes fotosintéticamente activas y totales, y se determinó la intensidad de verdor en hoja por medio del medidor de clorofila Minolta Spad 502. Este brinda una medida adimensional, no destructiva e indirecta del contenido de Nitrógeno foliar. Permite a la vez, cuantificar en forma objetiva y con mayor sutileza que la del ojo humano, eventuales diferencias entre tratamientos. Fue evaluado en la hoja opuesta inmediatamente inferior a la de la espiga, la cual por convención es utilizada para la evaluación del estado nutricional del maíz a partir del período crítico. La cosecha se realizó en forma manual, con trilla estacionaria de las muestras. Sobre una muestra de cosecha se midieron los componentes del rendimiento, número (NG) y peso (P1000) de los granos. Para el estudio de los resultados se realizaron análisis de la varianza, comparaciones de medias y análisis de regresión.
Condiciones ambientales de la campaña
En la Figura 1 se presentan las precipitaciones del sitio durante el ciclo de cultivo, y en la Figura 2 las temperaturas, horas de luz y el coeficiente fototermal (Q) entre el 10 de Diciembre y el 10 de Enero, etapa que abarca el período crítico para la definición de los rendimientos. Las precipitaciones fueros escasas durante todo el ciclo. El déficit total acumulado, calculado como la diferencia entre la evapotranspiración real y potencial, alcanzó a 323 mm (Figura 1). Las condiciones de luminosidad no fueron restrictivas (Figura 2).
Figura 1:Precipitaciones decádicas acumuladas (mm) en el sitio experimental. Pergamino, campaña 2008/09. Déficit (evapotranspirción potencial - evapotranspiración real) 323 mm.
Figura 2:Insolación (en hs y décimas de hora) y temperatura media (ºC) diarias para el período 10 de Diciembre - 10 de Enero, en el transcurso del cual se ubicó la etapa crítica para la definición de los rendimientos. Localidad de Pergamino, (Bs As), campaña 2008/09.
Resultados y discusión
En la Tabla 6 se presentan algunos parámetros evaluados en el cultivo. No se observaron síntomas de fitotoxicidad por efecto de los tratamientos foliares. El agregado de Zn sobre semilla incrementó el PS aéreo y radicular. De igual modo, los síntomas de deficiencia caracterizados por la presencia de bandas longitudinales blanquecinas que podían apreciarse en el ensayo fueron atenuados por el tratamiento de semilla.
El número de hojas verdes fotosintéticamente activas, número de hojas totales y las lecturas Spad mostraron valores erráticos, sin una tendencia definida. Algo similar ocurrió con la altura de las plantas e inserción de la espiga (Tabla 7). No obstante, el testigo fue el tratamiento con el valor más bajo en número de hojas totales, altura e inserción.
Tabla 6:Parámetros evaluados en el cultivo. Fertilización complementaria sobre semilla y foliar en maíz, Pergamino, campaña 2008/09.
Se determinaron diferencias significativas entre tratamientos (P=0,07; CV= 10,7 %) (Tabla 7). Las diferencias sobre el testigo alcanzaron un rango de -469 a 975 kg ha-1, lo que representa en términos relativos diferencias de -8,2 a 17 %.
Un grupo de tratamientos superó al resto, el cual incluye en este orden a T6, T10, T8, T7, T9-T3 y T2 (Figura 3). Integran el mismo todos los tratamientos que recibieron Zn, que podría considerarse el nutriente con mayor impacto sobre los rendimientos en esta experiencia. Precisamente, el contraste entre parcelas tratadas (Zn+, T2, T7, T8, T9, T10) y sin tratar con Zn (Zn-, T1, T3, T4, T5, T6) fue significativo (P=0,003), con diferencias a favor de los primeros (Figura 4). La combinación Zn+B alcanzó una diferencia del 10,9 % por sobre el testigo, en el orden de las registradas en experiencias anteriores (Ferraris et al., 2007). Solo el número de los granos presentó una fuerte asociación con los rendimientos (r=0,93, P=0,000). El resto de las variables presentaron escasa relación con el rendimiento (< 50 %), en ninguno de los casos estadísticamente significativa (Tabla 8).
Tabla 7:Altura de plantas (cm), altura de inserción de espiga (cm), rendimiento de grano (kg ha-1), diferencia por sobre T0 (kg ha-1 y %), número de granos (NG m-2) y peso de mil granos (g). Fertilización complementaria sobre semilla y foliar en maíz, Pergamino, campaña 2008/09.
Figura 3: Rendimiento (kg ha-1) como resultado de la aplicación de diferentes estrategias de fertilización sobre semilla y foliar en maíz. Letras distintas en las columnas representan tratamientos estadísticamente diferentes. Las barras verticales indican la desviación Standard de la media. Pergamino, Campaña 2008/09.
Figura 4: Contraste para rendimiento entre parcelas tratadas con Zn (T2, T7, T8, T9, T10) y sus testigos sin tratar (T1, T3, T4, T5, T6). Letras distintas en las columnas representan grupos de tratamientos estadísticamente diferentes.Las barras verticales indican la desviación Standard de la media. Pergamino, Campaña 2008/09.
Tabla 8:Asociación estadística entre el rendimiento y las variables evaluadas en el ensayo. n.s. indica ausencia de asociación significativa
Conclusiones:
* Un grupo de tratamientos, que incluyo a Complefix (T6), Zn + Complefix (T10), Zn + Topfix (T8), Zn + NS (T7), Zn+B (T9), NS (T3) y Zn (T2) alcanzó los máximos rendimientos del ensayo, sin diferencias significativas entre sí.
* Entre los tratamientos destacados se puede mencionar la consistente respuesta a Zn en semilla y Complefix que integró los dos esquemas de mayor productividad. La combinación de Zn+B presentó una respuesta de magnitud similar a la observada en campañas anteriores.
* El rango de variación de la respuesta osciló entre ausencia y un incremento de hasta 818 kg ha-1.
* Los resultados deben analizarse considerando la complejidad climática de la campaña. No obstante, se mantuvieron las tendencias observadas en años más favorables, lo que permite aseverar cierta estabilidad en la respuesta a la práctica.
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trials were even smaller and less frequent than in small- management. p. 1173-1176. In P.C. Robert et al. (ed.) Proc. Int. plot trials. With the exception of one field in which Conf. Precision Agric., 3rd, Minneapolis, MN. 23-26 June 1996.
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