![]() ¿Cómo garantizar la calidad de los cultivos agrícolas para la industria de alimentos? La industria de protección de cultivos y biotecnología invirtió 7,3 mil millones de dólares para mejorar la productividad y la seguridad de los productos y más de 20 millones de dólares en América Latina en programas de capacitación para el agricultor.
Inversión que se refleja en nuevos productos que contribuyen a la productividad agrícola en un marco de sostenibilidad; y en el desarrollo de los programas de capacitación y disposición final de envases vacíos de plaguicidas que garanticen las buenas prácticas agrícolas y el cuidado del medio ambiente en el campo.
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![]() Igualmente hizo un recorrido histórico sobre como los avances científicos y tecnologías agrícolas de las décadas han permitido aumentar la productividad agrícola minimizando los riesgos de pérdida por plagas y enfermedades en los cultivos, aumentando así los ingresos y calidad de las cosechas de los agricultores, haciendo énfasis en la capacitación como una tarea indispensable en el proceso de democratizar el acceso a la innovación y a la transferencia de la tecnología.
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![]() Los sistemas de producción agrícola: convencional, orgánico y transgénico tienen el reto de suplir la creciente demanda de alimentos. Aunque cada uno tiene ventajas y desventajas frente a este desafío, para llegar a ellas es necesario definirlos y caracterizarlos. En función de aumentar la productividad, la principal desventaja de la producción orgánica es que registra menores rendimientos, se calcula que produce entre un 20 y 40% menos que la producción convencional y la transgénica. Un ejemplo ilustrativo con maíz, muestra que un sistema de producción orgánico puede alcanzar 2,43 toneladas por hectárea, el sistema convencional 3,24 toneladas por hectárea y el transgénico puede obtener rendimientos de 6,6 toneladas por hectárea.
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