· El proyecto demostrativo LIQVEG, “Tecnologías de elaboración de bebidas vegetales y de extracción de proteínas vegetales”, abre la puerta a nuevas producciones en el sector agroalimentario catalán.
· La línea europea de transición proteica potencia los productos obtenidos a partir de materias primas como los cereales y las legumbres.
El IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias) presenta los resultados del proyecto demostrativo LIQVEG, “Tecnologías de elaboración de bebidas vegetales y de extracción de proteínas vegetales”, financiado por el Programa de Desarrollo Rural de Cataluña 2014-2022. El principal objetivo ha sido promover el uso de variedades autóctonas de cereales y legumbres en la producción de bebidas vegetales y la extracción de proteínas vegetales.
Xavier Felipe, investigador del programa de Calidad y tecnología alimentarias del IRTA y responsable del proyecto, destaca que “el principal éxito de LIQVEG ha sido facilitar al sector agroalimentario catalán el conocimiento del proceso y de la tecnología para elaborar bebidas vegetales y extraer proteínas de leguminosas para producir concentrados de proteína”. Estas innovadoras tecnologías abren nuevas posibilidades para utilizar cereales y legumbres autóctonos de Cataluña como alternativa local a las materias primas utilizadas actualmente, que son mayoritariamente importadas de otras regiones.
Las jornadas demostrativas realizadas en el centro IRTA Monells se han centrado en bebidas vegetales elaboradas con cereales, como la avena, y leguminosas, como el altramuz. También se ha trabajado en la concentración de proteínas para obtener ingredientes adecuados para crear productos análogos a la carne y el queso, con textura y forma similares, pero a partir de esta misma materia prima.
Transición hacia una producción más sostenible y local
Hasta ahora, la forma más habitual de procesar las bebidas vegetales ha sido la esterilización. Este método, denominado UHT (del inglés Ultra High Temperature), permite la conservación a temperatura ambiente, alargando la vida útil y facilitando la comercialización en mercados más distantes. Sin embargo, la tecnología necesaria es compleja y solo accesible para grandes organizaciones. La tecnología que se presenta en este proyecto se basa en la pasteurización que, a diferencia del método UHT, requiere conservación refrigerada, pero es mucho más asequible y fomenta el consumo de productos locales. Así, puede afirmarse que el proyecto contribuye positivamente a la sostenibilidad del sistema agroalimentario catalán.
Aunque Cataluña tradicionalmente no produce grandes cantidades de leguminosas, el sector agrícola podría adaptarse a esta producción. De este modo, se podría abastecer a la creciente industria de bebidas vegetales y proteínas alternativas, haciéndola económicamente viable. Sin embargo, el responsable del proyecto advierte que “modificar los patrones de producción para adaptarse a esta nueva industria es un reto. Será necesaria una transformación en las dinámicas agrícolas y empresariales”.
La transición hacia la proteína vegetal y otras proteínas alternativas, impulsada por Europa para reducir la dependencia de la proteína animal, es una realidad que continuará creciendo. De hecho, el objetivo europeo es alcanzar un equilibrio en el consumo de proteínas animales y vegetales, obteniendo así beneficios tanto medioambientales como para la salud.
En este sentido, Felipe destaca las ventajas de la proteína vegetal como una alternativa más sostenible y económica. Sin embargo, concluye que “el mayor reto es crear productos con proteínas vegetales que sean buenos, atractivos y económicos para el consumidor. De ello dependerá la velocidad de la transición”.
El proyecto LIQVEG forma parte del CiPA (Centro de Innovación en Proteína Alternativa) del IRTA, dedicado a impulsar la proteína alternativa como base para una alimentación más diversificada y sostenible. Las instalaciones del centro del IRTA ubicado en Monells permiten realizar ensayos piloto de este tipo de ingredientes y productos, y están a disposición del sector agroalimentario para facilitar la innovación y promover productos locales y más sostenibles.