Introducción
Se entiende por “Pulverización Sustentable” a la aplicación de productos fitosanitarios de manera racional, a fin de poder continuar produciendo a lo largo del tiempo sin degradar el medio, teniendo en cuenta aspectos ambientales, económicos y sociales (FAO 2002; AGN, 2012). Algunas consideraciones para incrementar la eficiencia de aplicación son: detectar la plaga correctamente, cuantificar si se encuentra por encima del umbral de daño económico que justifique la aplicación, elegir el agroquímico correcto y aplicar la dosis exacta. Asimismo, es necesario regular correctamente la pulverizadora a fin de asegurar una adecuada calidad de aplicación (impacto/cm2), apuntar a tratar las malezas cuando están pequeñas, aplicar con buenas condiciones ambientales y corregir el vehículo en el cual viajará el producto plaguicida (Casafe, 2000). En función de lo anterior el presente trabajo se enfoca en la correcta regulación de la pulverizadora, a través de la utilización de tarjetas hidrosensibles como herramienta de monitoreo de la calidad de aplicación. Para esto, la Agencia de extensión de Bahía Blanca-Cnel. Rosales realizó un relevamiento de calidad de aplicación en establecimientos de productores bajo condiciones reales.
Algunos conceptos básicos
Las tarjetas hidrosensibles son una herramienta para la regulación de la pulverizadora donde se puede realizar un recuento manual del número de impactos por cm2 (con lupa de mano) o utilizando programas de computación donde se pueden obtener los siguientes parámetros: Diámetro Volumétrico Medio, Diámetro Numérico Medio, Factor de dispersión y Cobertura, entre otros. A continuación se realiza una breve descripción de cada uno:
- Diámetro Volumétrico Medio (DVM, DV0,5): es el diámetro de gota que divide al volumen pulverizado en dos partes iguales. Este parámetro define la aspersión de acuerdo al tamaño de gota, determinando la posición de llegada de la misma, arriba o debajo de la planta. Si la plaga se encuentra en el estrato superior será necesaria la gota grande, mientras que si plaga se encuentra en el estrato inferior es necesario la gota pequeña (Figura 1). El tamaño de gota se clasifica de la siguiente manera:
- Muy fina (menos de 100µ)
- Fina-pequeña ( de 100 a 200µ)
- Media ( de 200 a300µ)
- Gruesa (de 300 a 400µ)
- Muy gruesa (más de 400µ)
- Diámetro Numérico Medio (DNM): es el diámetro de gota que divide a la población total de gotas formadas, en dos mitades numéricamente iguales.
- Factor o coeficiente de Dispersión (FD): es la relación entre los dos anteriores: DVM/DNM, define la uniformidad de la gota a asperjar. Cuanto más estrecho o próximo a 1 es la relación, es mayor la uniformidad en el tamaño de gota. Si el objetivo a controlar se encuentra solo arriba o solo abajo de la planta necesito uniformidad de tamaño y si se encuentra arriba y abajo necesito desuniformidad de gota, o sea gotas grandes y chicas (figura 1).
- Cobertura (gotas/cm2 ) es un indicador del grado esperado de cobertura del blanco con el líquido pulverizado y se expresa en densidad de gotas por cm². A igual volumen, gotas más chicas dan mayor cobertura.
En función a lo presentado, cabe aclarar que no existe una regla general para una mejor aplicación, sino que es importante conocer la plaga objetivo, momento del cultivo, condiciones climáticas, entre otros para poder definir una correcta pulverización. Para una mejor interpretación, a continuación se describen algunos ejemplos:
Un herbicida se puede aplicar con gota mediana cuando es sistémico y su blanco es la hoja de la maleza (ej. Glifosato), cuando su acción es de contacto la gota debe ser pequeña (el objetivo no sólo es la hoja de la maleza, sino también la yema axilar). Para roya en trigo la gota puede ser algo mayor porque lo importante es alcanzar la hoja bandera. Un insecto ubicado dentro del follaje más un insecticida piretroide (con fuerte acción de contacto) debe ser asperjado con gota pequeña para asegurar contacto (Leiva, 2011).
Objetivo
Medir la calidad de aplicación a diferentes presiones en condiciones climatológicas reales con la utilización de tarjetas hidrosensibles
Materiales y métodos
Sitio:
El ensayo se realizó en un Campo en el Paraje Napostá, ubicado en la Ruta Nacional 33 km 30 del partido de Bahía Blanca. Las condiciones climáticas fueron: temperatura media 11°C, humedad 67% y velocidad del viento 13,7 km/h. La máquina a calibrar fue una pulverizadora de arrastre, marca Pampero (foto 1), la cual consta de treinta picos con pastilla de abanico plano de 8002 (marca Lurmark) distanciado entre sí por 50 cm. El caudal de pulverización inicial se obtuvo a través de la utilización de jarras (foto 2) colocadas en dos lugares bajo el botalón durante 1 minuto resultando lo asperjado en 85,7 litros/ha. La prueba se realizó con agua. Este valor se obtuvo gracias a la utilización de la fórmula de cálculo de caudal tradicional (Q) que se observa más abajo (a). La velocidad de trabajo fue 7 km/h según las condiciones de pulverización y del terreno. Las tarjetas hidrosensibles se colocaron en dos lugares a cada lado del botalón de forma horizontal sujetas con un alambre a la altura de la maleza a controlar (foto 3) y otras alejadas unos 5 mts con el objetivo de poder observar el tamaño y número de impactos de la deriva. Para el análisis de las tarjetas hidrosensibles se utilizó un programa comercial (TH3).
Tratamientos
Los tratamientos consistieron en analizar la aplicación realizada, evaluando las tarjetas hidrosensibles debajo del botalón y a 5 metros de distancia para evaluar la deriva. Lo anterior se evaluó bajo las condiciones que trabaja habitualmente el equipo y con una variación en uno de los parámetros solamente, en esta caso la presión (foto 4), los tratamientos se presentan a continuación:
T0a: debajo del botalón a la presión de 1,3 bares.
T0d: deriva a 5 metros a la presión de 1,3 bares.
T1a: debajo del botalón a la presión de 3,5 bares.
T1d: deriva a 5 metros a la presión de 3,5 bares.
Determinaciones
Se procedió a la determinación del número de impactos por cm2 , tamaño de gota en todos los tratamientos y factor de dispersión a través de un programa de computación de lectura de tarjetas hidrosensibles.
Resultados
Se presentan los resultados obtenidos de la lectura de las tarjetas (Tabla 1) y figuras de las tarjetas hidrosensibles escaneadas procesadas por el programa de lectura de tarjetas.
Conclusiones
a. Cobertura
- La presión incide significativamente tanto en el número de gotas (=cobertura) como en el tamaño de las gotas. Al pasar de 1.3 a 3.5 bares la cobertura se incrementó un 152% (166 vs 66 gotas/cm2), mientras que el tamaño se redujo un 73% (480 vs 130 µ).
- Con baja presión el 60% del volumen está conformado por gotas mayores a 450 µ, mientras que con alta presión el 53% del volumen está conformado por gotas menos o iguales a 150 µ.
- La uniformidad del tamaño de la aspersión es mayor (aumenta 3 veces) al incrementarse la presión, FD 1.93 vs 5.9.
b. Deriva
- La cantidad de gotas que derivan es muy similar (70-79 gotas/cm2), aunque el tamaño de las gotas con alta presión es 42% menor, 70 vs 120 µ.
- Para ambas presiones, entre el 70-72% del volumen está representado por gotas menores o iguales a 150 µ.
- La uniformidad del tamaño de gotas es relativamente similar a ambas presiones (FD 2.2 y 1.22), pero significativamente mayor analizando deriva comparada a la cobertura de tarjetas horizontales (2.2 vs 5.9; 1.22 vs 1.93).
Conclusión final
- Las tarjetas hidrosensibles resultan fundamentales para la calibración y puesta punto de la pulverización, así como la presencia de un Ingeniero Agrónomo el cual tiene la competencia y responsabilidad de determinar que, como y cuando se debe aplicar.
- Con respecto a la aplicación, el aumento de presión a 1,3 bares produjo un tamaño de gota más pequeño, con un número de impacto mayor y una mejor uniformidad en la llegada de las gotas al objetivo. Lo anterior no define una mejor calidad de pulverización sino caracteriza la aplicación para una determinada plaga.
- La deriva fue muy importante a ambas presiones de trabajo, aunque dentro del rango aceptado desde el punto de vista técnico para una aplicación eficiente incluso con insecticidas o fungicidas sistémicos. No obstante recordar que las tarjetas sensibles al agua no registran gotas menores a 50 µ. De lo anterior se desprende la gran importancia que tienen los aditivos que se utilizan en la preparación del caldo de aplicación para disminuir y controlar la deriva. Otro punto básico es considerar el tipo de pastilla a utilizar aprovechando la oferta del mercado que permite mejorar notablemente la calidad de aplicación. El manejo o control de la deriva es fundamental, por la afección de cultivos cercanos, el cuidado de la salud humana y para el cuidado del ambiente en general.