Introducción
El ají dulce (Capsicum chinense Jacq.) es una hortaliza perteneciente a la familia de las solanáceas que en el país tiene un uso fundamental como consumo fresco en forma de condimentos. Además, se utiliza en la elaboración de salsas envasadas y es potencialmente útil para ser deshidratado o molido para aprovecharse como producto en polvo. El futuro de este cultivo tiene gran expectativa en Venezuela por sus pocas exigencias de suelo, agua y nutrimentos, así como su alta resistencia a plagas y enfermedades (Montaño, 2000). A pesar de ser un cultivo perenne, el ají se maneja comercialmente como un cultivo anual, obteniéndose así una mayor rentabilidad económica (Tamado, 1988).
En el país la producción de ají dulce es muy importante, y tiene gran popularidad en la región nororiental, especialmente en los estados Sucre, Monagas, Nueva Esparta, Bolívar y Anzoátegui, (Aguilar, 2009). Para el año 2009, en el estado Monagas se sembró una superficie de 67,46 hectáreas y el rendimiento promedio fue de 11,8 Mg·ha-1 (datos obtenidos del Ministerio de Agricultura y Tierras de Venezuela).
Para el establecimiento, desarrollo y producción de este rubro se hace necesario considerar el manejo del agua de riego, con el propósito de optimizar el uso del recurso hídrico. El método de riego por superficie sigue siendo el más utilizado en Venezuela ya que se aplica en 80 % del área irrigada (FAO, 2002); por lo tanto, existe la necesidad de incrementar la eficiencia del riego mediante el cambio a sistemas presurizados en combinación con otras técnicas, como fertirrigación y acolchado plástico, especialmente en cultivos de alto valor comercial como las hortalizas. El acolchado ha sido una técnica empleada desde hace mucho tiempo por los agricultores (Ibarra y Rodríguez, 1991). El acolchado de suelos con polietileno negro ayuda a eliminar la totalidad de las malezas debido a su impermeabilidad a la luz que impide la actividad fisiológica de las malezas (Robledo y Martín, 1988). La cantidad de agua bajo el plástico es generalmente superior a la del suelo desnudo, y prácticamente la única pérdida de agua es por percolación ya que con el acolchado se impide la evaporación casi en su totalidad (Fan et al., 2005).
El acolchado plástico hace más competitiva la producción de hortalizas ya que puede generar mayores rendimientos y calidad de los frutos, aumenta la eficiencia y el control de malezas, reduce las pérdidas por percolación de fertilizantes y la compactación del suelo (Lamont, 1993; Kasperbauer, 2000). Otros efectos benéficos del acolchado plástico es que permite la aplicación de técnicas como trasplante y fertirrigación para mejorar el desarrollo y rendimiento de los cultivos (Tarara, 2000; Andino y Motsendbocker, 2004).
Para elevar la eficiencia en el uso del agua y mejorar la productividad del ají dulce en las zonas agrícolas del país es necesario evaluar su respuesta en fruto verde, a diferentes niveles de aplicación de agua con riego por goteo y acolchado plástico, como se hizo en esta investigación, cuyo objetivo fue evaluar el efecto de cuatro láminas de riego por goteo y el uso del acolchado plástico negro en dos de sus cultivares.
Materiales y métodos
El trabajo se realizó en el sector de San Vicente, municipio Maturín, estado Monagas, Venezuela, entre los meses de marzo y agosto de 2010. La latitud corresponde a 9°44’ N y la altitud es de 51 msnm.
El clima de la zona según Holdridge es del tipo Bosque Seco Tropical, caracterizado por presentar una estación lluviosa de mayo a diciembre y una estación seca de enero a abril, con una precipitación media anual de 1219,6 mm, una temperatura media anual de 25,9 °C, con una evapotranspiración potencial de 1372 mm y una evaporación de 1573 mm.
Los suelos predominantes son de texturas arenosas, y se clasifican taxonómicamente como ultisol (paleustults), oxisoles (haplustox), entisol (quartzipsaments). Los dos primeros son suelos muy lixiviados, pobres en nutrientes y baja fertilidad. Existen sectores con horizontes argílicos a profundidades de 50 cm, los cuales constituyen las mejores condiciones físicas para la actividad agropecuaria, presenta drenajes rápidos, con pH moderadamente ácidos (4,5-5,5) con baja capacidad de intercambio de cationes y bajo porcentaje de materia orgánica.
Se utilizaron los cultivares Perú 92, proveniente del sector San Vicente, y Diamond, el cual es de venta comercial, combinados con dos niveles de cobertura de suelo (con acolchado plástico negro o sin acolchado), y cuatro dosis de riego (60, 70, 80 y 100 % de la ETc). Se empleó la fórmula ETc=ET0 x Kc, donde ET0 es la evapotranspiración de referencia, y Kc el coeficiente del cultivo de ají (varía con la edad del mismo).
La evapotranspiración de referencia (ET0) se obtuvo mediante la fórmula ET0 = Ev x Kp donde Ev es la evaporación medida en un tanque evaporímetro tipo A, y Kp la constante del tanque (se asumió el valor de 0,75).
Los coeficientes del cultivo (Kc) de ají para diferentes etapas del crecimiento fueron estimados según lo señalado por Allen et al. (1998): 0,40 para la etapa inicial (0-20 días); 0,40-0,70 para la etapa de desarrollo (20-50 días); 1,05 para la etapa de formación, floración y llenado de fruto (50-80 días) y 0,80-0,90 para la última etapa del ciclo y la cosecha (80-120 días).
Los tratamientos fueron establecidos según un diseño experimental de bloques al azar en parcelas sub-divididas con tres repeticiones, donde la parcela principal estuvo representada por los dos cultivares, la sub-parcela por la cobertura y la subsub- parcela por el riego.
Las sub-parcelas estuvieron constituidas por cuatro laterales de 10 m de longitud, separados a 1 m entre ellos, con goteros de riego cada 0,33 m, considerándose para efectos de evaluación sólo las dos hileras centrales.
Se instaló un sistema de riego por goteo con descarga de 1,20 L·h-1 por emisor. Posteriormente, se instaló el acolchado plástico con la finalidad de eliminar la totalidad de las malezas.
La preparación del terreno se realizó con tres pases de rastra y se aplicó cal agrícola a razón de 500 kg·ha-1. Las plántulas fueron obtenidas en bandejas de germinación. Luego de efectuar el primer riego, se realizó el trasplante, 42 días después de la germinación, según lo señalado por Montaño (2000).
El control de malezas, cuando la incidencia de éstas lo requirió, se efectuó de forma manual o con herbicida. Asimismo, se realizó apropiado control fitosanitario del ensayo.
La fertilización se realizó a través del sistema de riego usando diariamente fertilizantes solubles de fórmula 27,5-49-0 durante los primeros 35 días y la fórmula 28-14-30 durante el resto de la etapa del cultivo. La cantidad de fertilizante aplicado estuvo en el rango de 200-500 g·día-1. Se hicieron los ajustes necesarios en el sistema con el fin de mantener iguales las dosis aplicadas por planta, independientemente de los diferentes volúmenes de agua empleados en cada tratamiento de riego. Por último se calculó la eficiencia del uso del agua expresada como el peso de fruta verde producida por volumen de agua utilizada.
Los resultados se compararon mediante análisis de varianza y prueba de medias de Duncan utilizando el programa SAS v. 9.0 (Cary, NC).
Resultados y discusión
Peso del fruto: El riego R(100) produjo los frutos con mayor peso, independientemente del cultivar y la cobertura de suelo, superando al resto de las estrategias de riego (Cuadro 1), las cuales no presentaron diferencias estadísticas entre sí.
El peso de frutos fue mayor cuando no se usó cobertura tanto en el cultivar Diamond como en Perú 92 (P≤0,05). Probablemente ambos cultivares con cobertura fueron afectados por el exceso de agua debido a la escasa evaporación que ocurre bajo el acolchado (Ibarra y Rodríguez, 1991). Esto sugiere que el cultivo de ají resiste poco los excesos de agua, particularmente en suelos mal drenados. Ferreyra et al. (1985) encontraron que contenidos altos de humedad disminuyeron el peso seco de fruto y raíces del pimentón (Capsicum annuum L.), coincidiendo con los resultados de este ensayo.
Por otra parte, el primer cultivar, sin cobertura, superó al Perú 92, pero fue superado por éste cuando se utilizó acolchado del suelo (Cuadro 2), lo que responde a una interacción entre el cultivar y la cobertura.
Número de frutos por planta: El cv. Perú 92 produjo mayor número de frutos por planta que el cv. Diamond (P≤0,05) independientemente de la cobertura de suelo y la estrategia de riego utilizada (Cuadro 3).
La estrategia de riego de R(80) y R(100), ambas con cobertura de suelo, produjeron el mayor número de frutos por planta (P≤0,05), mientras que R(70) y R(60) sin cobertura presentaron los menores valores (Cuadro 4). A pesar de la pequeña interacción existente entre el riego y la cobertura, se observó que en general la mayor cantidad de frutos se encontraron en las plantas cultivadas en el suelo acolchado, y la menor cantidad en aquellas que recibieron los menores volúmenes de riego. En la condición de suelo desnudo, el número de frutos disminuyó a medida que fue menor la lámina de riego.
La menor cantidad de frutos en los tratamientos con menor volumen de riego, especialmente en los suelos sin cobertura, se atribuyen a una posible caída de flores y/o frutos recién cuajados.
Rendimiento de frutos y eficiencia en el uso del agua: El rendimiento de frutos del cv. Perú 92 superó siempre al de Diamond (P≤0,05) en los tratamientos de riego que contemplaron mayor volumen de agua, independientemente del uso o no de cobertura del suelo (Cuadro 5).
Cuadro 5. Efecto de la interacción cultivar x riego x cobertura sobre el rendimiento de fruto en el cultivo de ají dulce.
Letras distintas indican diferencias estadísticas según la prueba de Duncan (P≤0,05). Letras mayúsculas (A,B) para las comparaciones verticales. Letras minúsculas (a,b) para las comparaciones horizontales. Letras minúsculas (x,y,z) para las comparaciones entre estrategias de riego en una misma condición de suelo y cultivar.
Por su parte, los frutos en los tratamientos acolchados estuvieron aptos para la primera cosecha una semana antes que en el tratamiento sin acolchado, lo que indica que tuvieron una ganancia en cuanto a precocidad.
En general se observa que las eficiencias más altas se alcanzaron con el cv. Perú 92 con uso de acolchado plástico (Cuadro 6). Smittle et al. (1994) y Wang et al. (1998) observaron que el acolchado plástico, al limitar la evaporación directa del agua, puede disminuir los efectos adversos del déficit hídrico y aumentar la asimilación de los nutrientes del suelo. Asimismo, Tarara (2000) e Inzunza et al. (2007) señalan que se crean condiciones de mayor disponibilidad y menor variabilidad de la humedad del suelo en el área circundante de las raíces, lo que puede propiciar un mayor rendimiento.
Conclusiones
El cv. Perú 92 presentó el mayor rendimiento de frutos independientemente de la lámina de riego aplicada o del uso de cobertura de suelo.
La cobertura de suelo afectó negativamente el peso del fruto en ambos cultivares, pero esto fue compensado con un mayor número de frutos por planta. El uso de la cobertura también incrementó la eficiencia en el uso del agua aplicada.
Cuando no se usó cobertura el número de frutos disminuyó a medida que fue menor la lámina de riego.
Literatura citada
1. Aguilar, Z. 2009. Ají dulce, el toque mágico de la comida venezolana. http://gastronomia.unimet.edu.ve/Congreso/ ponencias_files/ (consulta del 15/02/2010).
2. Allen, R., L. Pereira, D. Raes y M. Smith. 1998. Crop evapotranspiration. Serie de Riego y Drenaje, FAO-56. Roma. 301 p.
3. Andino, J. y C. Motsendbocker. 2004. Colored plastic mulches influence cucumber beetle populations, vine growth, and yield watermelon. HortScience 39: 1246-1249.
4. Fan, T., B. Stewart, W. Payne, Y. Wang, S. Song, J. Luo y C. Robinson. 2005. Suplemental irrigation and water-yield relation ships for plasticulture crops in the loess plateau of China. Agron. J. 97: 177-188.
5. FAO. 2002. Agua y cultivos. FAO. Roma 120 p.
6. FAOSTAT. 2012. Producción agrícola. http://faostat.fao.org/site/567/default.aspx#ancor (consulta del 26/02/2012).
7. Ferreyra, E., S. Sellesvan y T. Tosso. 1985. Effect of different water levels on pepper. Influence of excess humidity. Agricultura Técnica 45(1): 47-51.
8. Ibarra, J. y P. Rodríguez. 1991. Acolchado de suelo con películas plásticas. Editorial Limusa. México
9. Inzunza, M., S. Mendoza, E. Catalán, M. Villa, I. Sánchez y A. López. 2007. Productividad del chile jalapeño en condiciones de riego por goteo y acolchado plástico. Fitotecnia Mexicana 30(4): 429-436.
10. Kasperbauer, M. 2000. Strawberry yield over red versus black plastic mulch. Crop Sci. 40: 171-174.
11. Lamont, W. 1993. Plastic mulches for the production of vegetable crops. HortTechnology 3(1): 35-39.