IntroducciónLa buena siembra del cultivo de maíz constituye uno de pilares fundacionales para aumentar la producción del cultivo, siendo esta situación más evidente en planteos de alta productividad. La mayor o menor regularidad en la distribución espacial de las plantas, puede generar diferencias de rendimiento entre lotes con igual tipo y población de maíz, dado que una distribución despareja de las mismas modifica su tamaño y/o su tasa de crecimiento, pudiendo reducir el rendimiento potencial del cultivo (Uhart S. et al 1999) . La eficiencia con la cual las planta utilizan los recursos (kg de granos producido por unidad de recurso empleado) está inversamente relacionada a la variabilidad de tamaño entre plantas o a la variación de la tasa de crecimiento por planta. Como resultado, la ganancia de los individuos dominantes no alcanza a compensar la pérdida de los individuos dominados (Hooekstra y col, 1985). Estudios realizados en Estados Unidos sobre el efecto de la variabilidad de la distancia entre plantas en el rendimiento, indican que es posible perder aproximadamente 150 kg de maíz por hectárea por cada 2,5 centímetros de incremento en el desvío estándar de la distancia entre las plantas (Nielsen 1993).
Esta última observación plantea como hipótesis que, para una misma población, un incrementa en el valor del desvío standard de las distancias entre plantas en la línea de siembra, afectará negativamente el rendimiento en granos. Experiencias empíricas propias, ponen en duda la capacidad del desvío standard para explicar las diferencias de rendimiento en tales situaciones, especialmente cuando en el cálculo del mismo, no se incluyen a las fallas por duplicaciones (dos semillas juntas) que deben ser consideradas como errores del proceso de siembra.
En este trabajo se presentan los resultados de un ensayo realizado durante el ciclo agrícola 2002/3 cuyos objetivos fueron: a- analizar el efecto sobre el rendimiento y sus componentes, de diferentes niveles de irregularidad en la distribución espacial de plantas en la línea de siembra, sin incluir las fallas de siembra y b- evaluar dicho efecto para poblaciones iguales de dos híbridos de maíz con diferente arquitectura de planta.
Materiales y MétodosEl ensayo se diseñó en bloques completos aleatorizados con tres repeticiones y parcelas de 15 m de largo por 4 surcos distanciados a 0,70 m. Los tratamiento fueron cuatro (4) niveles diferentes de irregularidad de las distancias entre plantas dentro de la línea de siembra, para dos (2) híbridos con diferente arquitectura de planta. Los 4 niveles de irregularidad, expresados mediante el valor del desvío standard (ds) de las distancias entre plantas, respecto del promedio (0,204 m) para una población de 70.000 plantas por hectárea, fueron: ds1= 1,69, ds2= 3,91, ds3= 5,07, ds4= 7,77. Las variaciones entre los niveles elegidas como tratamientos, expresados como coeficiente de variación: (C.V. %) fueron: ds1= C.V. 8,4 %; ds2= C.V. 19,5%; ds3= C.V. 24,9% y ds4= C.V. 38,8%. Las irregularidades en la distribución, no incluyeron duplicaciones (plantas juntas) ni fallas por distancias mayores al doble del valor medio (0,408 m). Los híbridos utilizados fueron (A) Pucará TD Max y (B) Dekalb 682 MG. La población de 70.000 plantas por hectárea fue igual para los diferentes tratamientos e híbridos.
El ensayo fue implantado en Bigand (Sta.Fe) sobre un suelo Argiudol típico serie Pergamino, en el campo de producción de la Escuela Agrotécnica Victor C. Bigand, sobre un lote con antecesor trigo-soja de segunda. Todos los tratamientos fueron fertilizados uniformemente previos a la siembra con 97 kg/ha de arrancador (N15-P35-K11-S2) en la línea de siembra y 130 kg/ha de urea al costado de la línea.
La siembra se realizó manualmente el 7 de octubre del 2002, en base a patrones de distancias intersemillas prediseñados, que permitieron una distribución final correspondiente con cada uno de los desvíos definidos como tratamientos. La Figura 1 muestra los histogramas de frecuencia de las distancias entre semillas (luego plantas) para cada tratamiento. El logro de dichas distancia se aseguró mediante control post emergencia de raleos y/o transplantes. Al momento de floración de los híbridos, se constataron los valores preestablecidos de distancias entre plantas. A la cosecha realizada el 19 de marzo de 2003, se midieron nuevamente las distancias, recolectándose manualmente las espigas en 7,15 m de cada uno de los dos surcos centrales en cada parcela. Se registró a campo el número de planta cosechadas y las espigas por planta. En gabinete, sobre una muestra de espigas para cada parcela, se registró: largo de las espigas, número de hileras y peso de 1000 semillas. Para el total cosechado de cada parcela se determinó: peso en grano y humedad. Los valores de los diferentes componentes de rendimiento para cada tratamiento se analizaron estadísticamente.
Figura 1Resultados y DiscusionesLos valores de distancias entre plantas, preestablecidos como tratamientos, se lograron adecuadamente y se mantuvieron desde la emergencia hasta la cosecha, para ambos híbridos y sendos tratamientos. No se registraron pérdidas de plantas, ni quebrado o volcado de las mismas. Durante todo el ciclo del cultivo se mantuvo la población equivalente a 70.000 pls/ha para cada uno de los tratamientos.
En la Tabla Nº1 se presentan los valores promedios de los componentes de rendimiento para cada tratamiento y el análisis de significancia de las diferencias entre cada uno.
Tabla Nº1: Valores medios de los componentes de rendimiento y significancia de las diferencias Referencias:
A= Híbrido Pucará TD Max
B= Híbrido Dekalb 682 MG; ds= valor del desvío standard de las distancias entre semillas; n.s.= indica diferencias no significativas. En la figura 2 puede observarse la interacción entre los híbridos y los diferentes niveles de irregularidad entre plantas. Si bien los híbridos utilizados no difieren en rendimiento ante cambios en la irregularidad de las distancias interplantas, el gráfico de interacción muestra un comportamiento diferente entre ambos. Esta situación plantea la necesidad de considerar el comportamiento de otros híbridos frente al efecto de dicha irregularidad
Figura 2 Los resultados obtenidos orientan la investigación futura hacia la observación del efecto de los errores por duplicaciones de siembra, sobre el rendimiento. En tales situaciones, de comprobarse un efecto negativo significativo, la probabilidad de mejorar el rendimiento del maíz a través de una mejor calidad de siembra, será más alentadora. Trabajar para disminuir la ocurrencia de duplicaciones, mediante cambios en el diseño de equipos o en el proceso de siembra, constituirá una cuestión operativa más simple en comparación con la tarea de mejorar la regularidad de las distancias entre plantas.
Conclusiones