INTRODUCCIÓN
El cultivo de trigo en Argentina es afectado por una serie considerablemente amplia de enfermedades, la mayoría de ellas de origen fúngico. En la zona norte de la provincia de Buenos Aires las enfermedades de mayor difusión que afectan al cultivo de trigo son: Roya de la hoja (RH) (Puccinia triticina) y Mancha amarilla (MA) (Dreschlera tritici-repentis) afectando mayoritariamente tejido foliar y la Fusariosis de la espiga (FUS) (Fusarium graminearum) atacando las espigas y granos del cultivo (Annone, 2006). La Roya Amarilla (RA) (Puccinia striiformis f. sp. tritici) siempre tuvo una ocurrencia epidemiológica esporádica y recluida a regiones con temperaturas medias más bajas, como el Sudeste de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, debido a la difusión de variedades de trigo susceptibles, al surgimiento espontáneo de nuevas razas virulentas de Pst, y al cambio climático (Lyon y Broders, 2017), desde la campaña 2016/2017 se registraron y cuantificaron epifitias en zonas agroecológicas con temperaturas medias más altas, como Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y Buenos Aires. En la mayoría de los casos, como la mayoría de los cultivares de trigo son susceptibles, han requerido intervención química (Carmona & Sautua, 2018).
El uso de fungicidas es una práctica habitual y de probada eficacia en la región para el control de las principales enfermedades que afectan al cultivo. Sin embargo en la campaña 2019 se confirmó la resistencia a fungicidas del agente causal de la mancha amarilla del trigo (Drechslera tritici-repentis) en nuestro país obligando a buscar nuevas alternativas de control ante este nuevo escenario de mayor presión de enfermedades y mayor nivel de resistencia en general.
El uso de diferentes estrategias de protección empleando diversos principios activos es una alternativa válida ante esta nueva realidad. Estas diversas alternativas de protección pueden ayudar a lograr un mejor control de las enfermedades existentes y re-emergentes del cultivo de trigo, retrasar el desarrollo de resistencia a los fungicidas y lograr un mejor retorno económico al productor.
El objetivo de este experimento fue evaluar el efecto de diferentes tratamientos de protección en trigo para el control de MA, RA y RH en trigo.
Palabras clave: trigo, enfermedades, fungicidas, control.
MATERIALES Y MÉTODOS
Fotografía 1: Vista del experimento
El experimento se llevó a cabo en la Unidad Demostrativa de la Agencia de Extensión Rural del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de la localidad de San Antonio de Areco en el lote 15-18 del Establecimiento “La Fe” con las siguientes coordenadas 34°11'28.6"S 59°34'13.5"O (Fotografia 2) donde como cultivo antecesor se realizó una pastura perenne. El mismo se estableció sobre un suelo Serie Capitán Sarmiento (Sm11), Argiudol tipico, familia fina, illítica, térmica (Soil Taxonomy V. 2014); el perfil se encuentra ubicado en la latitud 34°12'21.8" S y longitud 59º 32' 42" O; una altitud de 52 m.s.n.m. y a 2,7 km. al este-sudeste de la estación Duggan (F.C.G.B.M.), partido de Capitán Sarmiento; provincia de Buenos Aires. Mosaico I.G.M. 3560-4-4, Duggan. Es bien drenado, escurrimiento medio y permeabilidad moderada. El horizonte Bt es arcilloso y arcillo limoso con 40 a 60 % de arcilla. En algunos perfiles del horizonte C, el calcáreo puede aparecer casi a 2 m. de profundidad y depende de la posición en el relieve.
El material de trigo utilizado fue IS Tordo de ciclo Intermedio con fecha de siembra el 28/06/2023 espaciado a 0.2 mts entre surcos con una densidad de siembra de 350 pl/m2. Se fertilizó con 100 kg/ha de Fosfato Mono-amónico a la siembra y 200 kg/ha de Urea en el estadio de macollaje. Se realizó un barbecho el 25/04/2023 con 2.5 L/ha Glifosato al 62 % + 1000 cm3/ha de 2,4 D + 1000 cm3/ha de cletodim + 35 gr/ha de Saflufenacil y en macollaje se aplicó 120 cm3/ha de dicamba + 5 g/ha de Metsulfurom.
Los ensayos tuvieron un diseño en bloques al azar (DBCA) con cuatro repeticiones. El tamaño de las parcelas fue de 1.4 m de ancho y 5 m de largo con 7 surcos distanciados a 0,2 m entre sí. Las aplicaciones se realizaron en Z 39 (30/09/2023) con una mochila experimental de gas carbónico cuya barra tiene 5 pastillas de cono hueco tipo 80 015 distanciadas a 0,35 m entre sí. La presión de trabajo fue de 4 bar y el volumen erogado fue de 150 L/ha. En la Tabla 1 se detallan los tratamientos aplicados, en la Tabla 2 las condiciones climáticas durante la aplicación de los tratamientos y en la Tabla 3 el análisis de suelo.
Para evaluar el control de RA y RH de los tratamientos de aplicación foliar se estimó la severidad sobre 7 macollos por parcela utilizando la escala porcentual de Cobb modificada por Peterson et al., (1948) sobre todas las hojas al momento de la aplicación (Z39 = 30/09/2023) y a los 14, 21, 28 y 40 días después de la aplicación (DDA) coincidiendo con los estados fenológicos Z55, Z65, Z73 y Z85 respectivamente. En el caso de MA se utilizó la escala diagramática para bruzone de arroz (Siqueira de Azevedo, 1998) en los mismas hojas y estadios fenológicos. A partir de estos datos se calculó la severidad promedio e incidencia foliar promedio de cada tratamiento.
La cosecha se realizó con una cosechadora autopropulsada de parcelas dentro de los cinco surcos centrales (28/11/2022). Sobre una muestra del grano cosechado se determinó el peso de mil granos (PMG) y peso hectolitrico (PH). Se realizó un análisis de la varianza para un DBCA y se compararon las medias con el test Tukey al 0,05 con el programa Infostat Version 2018e.
Se calculó el margen bruto por hectárea para cada tratamiento. Para el cálculo de los márgenes brutos se consideró el precio del trigo disponible a cosecha (diciembre 2023) publicado por MATBA-ROFEX y los precios de labores e insumos se tomaron de la revista Márgenes Agropecuarios, 2023 y de agronomías y contratistas locales, al mes de mayo 2023. Para completar este dato, se realizó el análisis marginal que tiene por objetivo revelar la relación entre los incrementos en el beneficio neto y los aumentos en el costo de producción.
Tabla 1: Tratamientos de protección aplicados en el experimento. Campaña 2023.
Tabla 2: Condiciones climáticas durante la aplicación de los tratamientos en Z 39 (30/09/2023)
Tabla 3: Análisis de suelo efectuado al momento de la siembra
RESULTADOS
En la Figura 1 se presentan las precipitaciones mensuales registradas entre los meses de Junio hasta Diciembre del año 2023, 2022 y las precipitaciones históricas promedio mensuales registradas para los mismos meses entre 1982 y 2022.
La precipitación total registrada durante el ciclo de crecimiento del cultivo ascendió a los 527 mm, mientras que la campaña pasada fue de tan solo 137 mm y el promedio histórico entre el año 1982 y 2022 para los mismos meses fue de 512 mm lo que pone en evidencia la adecuada oferta hídrica que tuvo durante su crecimiento. El cultivo se implanto con una adecuada humedad superficial aunque escasa a nivel subsuperficial debido a la extrema sequía ocurrida durante la campaña anterior. A pesar de ello las precipitaciones acompañaron el crecimiento del cultivo y el mismo se pudo desarrollar sin limitantes hídricas durante casi todo el ciclo, a excepción del mes de octubre donde se registró un leve déficit hídrico en plena floración del cultivo que no llego a afectar su potencial de rendimiento. Las temperaturas más frescas de los normal durante la etapa de floración y llenado de granos permitieron que el cultivo vea prolongado estos dos periodos y pueda lograr un alto peso de los granos, demorando la cosecha del mismo.
Figura 1: Precipitaciones mensuales campaña 2022, 2023 y precipitaciones promedio mensuales Históricas (1982-2022) en la localidad de San Antonio de Areco.
En la Tabla 4 se presentan las medias de rendimiento, PMG y PH; mientras que en la Figura 2 se presentan los rendimientos.
Tabla 4: Medias deRendimiento, PMG, PH.
Figura 2: Rendimiento de trigo según tratamiento de protección.
En la Tabla 5 se presentan la media de severidad e incidencia para MA, RA y RH al momento de la aplicación del ensayo.
Tabla 5: Severidad e Incidencia de MA, RA y RH 0 DDA.
En la Tabla 6, 7, 8 y 9 se presentan las medias de severidad e incidencia para MA, RA y RH a los 14, 21, 28 y 40 DDA para cada tratamiento.
Tabla 6: Severidad e Incidencia de MA, RA y RH 14 DDA
Tabla 7: Severidad e Incidencia de MA, RA y RH 21 DDA.
Tabla 8: Severidad e Incidencia de MA, RA y RH 28 DDA.
Tabla 9: Severidad e Incidencia de MA, RA y RH 40 DDA.
En la Tabla 10 se presenta el margen bruto por hectárea y el analisis marginal para cada uno de los tratamientos aplicados.
Tabla 10: Análisis económico de estrategias de protección en el experimento. Campaña 2023
DISCUSION Y CONCLUSIONES
La media de rendimiento del ensayo fue de 6812 kg/ha, la cual es representativa de los niveles de producción obtenidos en la zona en la campaña actual. Hubo diferencias significativas entre los distintos tratamientos para el rendimiento y PH pero no para PMG. En cuanto al primero todos los tratamientos con protección foliar se diferenciaron significativamente del testigo con incrementos que estuvieron entre el 33,7 % y el 44,2 % con respecto al testigo absoluto. Para el PMG se observó una tendencia similar a pesar de no registrarse diferencias significativas donde el testigo absoluto tuvo un menor valor que el resto de los tratamientos. Para el PH el tratamiento 5 logro diferenciarse del 7.
En cuanto a la dinámica de enfermedades presentes durante el desarrollo del cultivo se observa que las mismas comenzaron a manifestarse a partir de mediados de macollaje en adelante. La primera enfermedad que se detecto fue MA y al poco tiempo comenzaron a observarse las primeras pústulas de RA. Sin embargo, en esta variedad, las mismas no alcanzaron un nivel que permita hacer una aplicación temprana en encañazon del cultivo por lo que el umbral para tomar una decisión de control recién se alcanzó en Hoja Bandera.
En cuanto al control de enfermedades ejercido por los fungicidas 14 DDA el testigo comienza a mostar mayores valores de RA con respecto al resto de los tratamientos y entre estos no se observan diferencias en el control de RA, mientras que para MA se registran escasas diferencias con el testigo siendo los tratamientos con el menor el valor de severidad el 4 y el de incidencia el 3.
Al igual que en la evaluación anterior, a los 21 DDA, el testigo muestra mayores valores de RA y no se observan diferencias importantes entre los tratamientos con aplicación; mientras que para MA los tratamientos con mejor control de esta enfermedad son el 4 y el 5.
A los 28 DDA todos los tratamientos con protección foliar siguen mostrando un excelente control de RA, mientras que para MA los mejores controles se logran con el tratamiento 4, 5 y 7.
En la última evaluación comienzan a observarse reinfecciones de RA y RH. En el primer caso el testigo muestra valores muy elevados de la misma y todos los tratamientos con protección muestran algún nivel de presión de RA destacándose el tratamiento 4 y 3 por sus menores valores de severidad e incidencia. En esta evaluación empieza a registrase ataques de RH debido, probablemente, a las temperaturas más altas presentes en esta época del año y aquí también el testigo muestra mayores valores que el resto de los tratamientos, los menores valores de esta enfermedad se registran con el tratamiento 3 y 2; mientras que para MA los menores valores de severidad se logran con el tratamiento 6 y de incidencia con el 2.
Esta campaña se caracterizó por la adecuada oferta hídrica durante casi todo el desarrollo del cultivo que junto con temperaturas moderadas permitió tener un cultivo con hojas vivas por más tiempo de los normal. Se obtuvieron niveles de producción muy buenos para la zona y una adecuada expresión de enfermedades. En estas condiciones pudo observarse incrementos de rendimiento promedio del orden del 37 % por el uso de Fungicidas foliares con respecto al testigo, destacando la importancia que tiene cuidar la sanidad del cultivo de trigo.
Desde el punto de vista económico, los márgenes brutos muestran diferencias significativas en todas las estrategias de protección respecto del testigo. El mayor margen bruto se observa en T6, seguido de T3, T7, T8, T2, T5 y T4 respectivamente. Al comparar las tasas de retorno sobre la inversión en fungicida, se advierte que T2 presenta el máximo valor, seguido de T6, que a su vez supera a T3 y T5, y estos a T4, T8 y T7 respectivamente.