Los acidificantes se han usado extensamente en nutrición de porcino joven, tradicionalmente para mejorar los parámetros productivos y reducir las diarreas causadas por las proteínas de origen no lácteo en animales muy jóvenes. En las circunstancias actuales de la Unión Europea, en la cual los AGP son prohibidos totalmente en 2006, se emplean como sustitutos de aquellos, con resultados inferiores en rendimiento y con aumento de los costos.
El modo de acción propuesto de los acidificantes en porcicultura radica en el control de las poblaciones microbianas, del cual algunos autores detectan un efecto inhibidor específico, y la reducción de la capacidad tampón de los piensos. Este segundo efecto tiene una sustentación científica avalada por experimentos en lechones con dietas de alto y bajo valor de ABF (Acid Binding Factor - capacidad tampón) en las que se observa mejor digestibilidad de ciertos nutrientes en las dietas de menor ABF, junto con incrementos de rendimiento productivo en animales, también en las dietas de menor ABF. Estos factores se pueden comprobar con ensayos de laboratorio controlados.
En Avicultura se han utilizado al menos desde 1980, cuando Vogth y Matthes recomendaban los ácidos cítrico o fumárico en aves a dosis de hasta 4.5%. La experimentación no ha avanzado demasiado en este campo debido a los resultados variables a nivel productivo y la presión sobre los márgenes del alimento debido a las altas dosis usadas y a los precios de los ácidos orgánicos.
La utilización de mezclas acidificantes sinérgicas se comenzó a ensayar a finales de los años 70 y alcanzó un pico de uso muy alto a finales de los 80. En avicultura se han usado combinaciones de ácidos orgánicos (cítrico, láctico y otros) junto con ácido fosfórico en la alimentación de aves de carne y postura.
En experimentos realizados en Colombia y Mexico se apreciaron ciertas mejoras en los índices de crecimiento de broilers, en los índices de postura de gallinas y disminuciones de la mortalidad productiva en casi todas las ocasiones.
En un primer experimento en condiciones controladas, la administración a través del alimento de una mezcla sinérgica de acidificantes a aves sometidas a estrés de calor, arrojó una disminución muy significativa de la mortalidad inducida por altas temperaturas cíclicas. Posteriormente, se ensayó la misma combinación acidificante a través del agua de bebida en aves criadas en ambientes de elevada temperatura. La mortalidad disminuyó en casi 25 puntos.
Recientemente se ha reevaluado la eficacia de una mezcla sinérgica acidificante a base de ácido fosfórico y cítrico sobre el rendimiento, mortalidad, química sérica y características de la canal del broiler bajo estrés de calor severo, en un experimento divido en iniciación y crecimiento. La suplementación con acidificante en el pienso de iniciación (0% y 0,2% en la dieta) no influyó en el rendimiento de los animales. La fase de crecimiento analizó la historia de suplementación ácida junto con cinco niveles de inclusión del acidificante (0, 0,05, 0,10, 0,20, 0,30%) bajo temperatura ambiental alta y cíclica. Existió una interacción significativa entre el historial ácido en el pienso de iniciación y el nivel de acidificante en el crecimiento, para el peso vivo, la ganancia de peso y la mortalidad. La mortalidad de las aves sin historial ácido en el pienso de iniciación disminuyó en forma cuadrática con el nivel de acidificante en crecimiento, mientras que no se obtuvo la misma respuesta en los pollos con historial ácido en el pienso de iniciación. El rendimiento y supervivencia de los pollos, combinados para estimar la productividad por ave, indican una interacción continua entre la mortalidad con el historial ácido por nivel de inclusión sobre el peso de la canal caliente, peso de canal refrigerada, rendimiento en pechuga y peso de muslo. Las aves sin historial ácido y que consumieron acidificante durante el crecimiento aumentaron el rendimiento en canal, peso de pechuga y muslo. Como conclusión, los datos sugieren que la suplementación con acidificante tiene el potencial de reducir las pérdidas económicas causadas por el estrés de calor. Se aportan hipótesis de acción de la mezcla sinérgica del acidificante a través de la modulación del equilibrio ácido-básico de las aves, que influye en la mejora de la supervivencia y los rendimientos.
Los acidificantes se han usado extensamente en nutrición de porcino joven, tradicionalmente para mejorar los parámetros productivos y reducir las diarreas causadas por las proteínas de origen no lácteo en animales muy jóvenes. En las circunstancias actuales de la Unión Europea, en la cual los AGP serán prohibidos totalmente en 2006, se emplean como sustitutos de aquellos, si bien con resultados inferiores en rendimiento y con aumento de los costos de producción.
La utilización de mezclas acidificantes sinérgicas se comenzó a ensayar a finales de los años
70 y alcanzó un pico de uso muy alto a finales de los 80, particularmente en porcicultura. En avicultura se han usado combinaciones de ácidos orgánicos (cítrico, láctico y otros) junto con ácido fosfórico en la alimentación de aves de carne y postura, pero hay pocos reportes disponibles (Vogt, 1979; Vogt, 1981; Cave, 1983; Patten, 1988; anon., 1990; Gentesse,
1993). En varios experimentos realizados en Colombia y México se apreciaron ciertas mejoras en los indices de crecimento de broilers, en los índices de postura de gallinas y disminuciones de la mortalidad en casi todas las ocasiones. Siendo el estrés de calor un problema importante en muchas zonas productivas, se decidió estudiar el impacto de los acidificantes sobre la supervivencia de las aves en cría.
Figura 1: Variación en la ABF de un pienso tratado con ácidos. (Lucta SA, 2000)
La temperatura ambiental y la humedad relativa elevadas pueden causar pérdidas importantes por disminución del crecimiento, la conversión y la supervivencia. Las aves aumentan la tasa respiratoria durante el estrés de calor para aumentar el enfriamiento por evaporación, lo que causa pérdida de CO2 y alcalosis respiratoria (Botje, 1985) y el uso de acidificantes ([Teeter et al. 1985) tendría la capacidad de mejorar el rendimiento de las aves bajo estrés de calor al modificar el equilibrio ácido:base.
Tabla 3. Efecto de un acidificante sinérgico sobre la productividad de broilers bajo estrés de calor En un primer experimento, la administración a través del alimento de una mezcla sinérgica de acidificantes a aves sometidas a estrés de calor en condiciones controladas, arrojó una disminución muy significativa de la mortalidad inducida por altas temperaturas cíclicas (Tabla 3. Teeter, R., 1991. No publicado). Posteriormente, se ensayó la misma combinación acidificante a través del agua de bebida en aves criadas en ambientes de elevada temperatura, como la zona del lago Maracaibo en Venezuela. La mortalidad disminuyó más de 15 puntos porcentuales cuando se aplicaron 1 %o o 0,65 %o del acidificante sinérgico al agua de bebida. Merece la pena comentar el importante pico de mortalidad causado por el incremento de temperatura al final de la última semana, como se aprecia en la Figura 2.
Puesto que los efectos del estrés de calor son aparentemente más violentos en las aves adultas, se llevó a cabo un experimento en una zona cálida de México usando una unidad comercial. Así, se dispusieron dos naves de 10x120 metros con 19.200 aves cada una, a las que se suministró el alimento de arranque comercial. A las 4 semanas al grupo experimental se añadió 0,15% de acidificante sinérgico, siendo ésta la única diferencia entre los tratamientos.
Las mediciones de temperatura, tomadas a nivel de las aves, mostraron que la menor oscilación entre día y noche fue de 29ºC a 36ºC, mientras que la mayor diferencia de temperaturas fue de 25ºC a 38ºC, y que estas
diferencias ocurrieron en la ultima semana del experimento (Figura 3).
Figura 3. Temperaturas en la última semana. (Lucta, 1999. Datos no publicados) En la Figura 4 se aprecia la evolución de la mortalidad semanal entre las naves control y experimental, en aves/semana. Las diferencias son muy marcadas a partir de la 4ª semana, que fue cuando se introdujo el tratamiento
con el acidificante. Al igual que sucedió en el experimento de Parra, la oscilación rápida de la temperatura al final del período de cría ocasiona un pico mayor de mortalidad que hace más evidente el efecto amortiguador del acidificante.
Figura 4. Evolución semanal de la mortalidad. (Lucta, 1999. Datos no publicados) Más recientemente [Teeter, R et al., 2004] se ha reevaluado la eficacia del mismo acidificante sinérgico a base de ácido fosfórico y ácido cítrico, sobre el crecimiento, conversión, supervivencia, química sanguínea y características de la canal de broilers sometidos a estrés de calor severo, en un experimento dividido en iniciación y crecimiento y realizado en cámara de ambiente controlado. El acidificante se suministró al 0,2% en la dieta
de iniciación y a 0,05, 0,10, 0,20, 0,30% en la dieta de crecimiento.
La suplementación con acidificante en el pienso de iniciación (0% y 0,2% en la dieta, Tabla 4) a 1440 pollos Cobb no influyó en el rendimiento de los animales hasta los 18 días de edad, en los que los dos grupos alcanzaron un peso vivo medio de unos 660 gramos.
Tabla 4. Parámetros de pollos en iniciación Una vez finalizada la iniciación, 960 pollos fueron transferidos a una unidad de ambiente controlado, en la que la temperatura oscilaba entre 240ª y 35ºC y con una humedad relativa del aire del 70%, para la fase de crecimiento. En esta fase se analizó el efecto de la historia de suplementación ácida junto con cinco niveles de inclusión del acidificante (0, 0,05, 0,10, 0,20, 0,30%) sobre la mortalidad producida por las temperaturas altas y cíclicas.
Bajo este diseño se pudo apreciar una significativa interacción entre el historial ácido en el pienso de iniciación y el nivel de acidificante en el crecimiento, para el peso vivo, la ganancia de peso y la mortalidad (Tabla 5). La mortalidad de las aves sin historial ácido en el pienso de iniciación disminuyó en forma cuadrática con el nivel de acidificante en crecimiento, mientras que no se obtuvo la misma respuesta en los pollos con historial ácido en el pienso de iniciación.
Tabla 5. Parámetros productivos según tratamiento e historial ácido Como resultado, hay que considerar los efectos del nivel de acidificante en el inciador y el nivel del acidificante en el crecimiento sobre la productividad aviar.
La inclusión del acidificante en la dieta de iniciación aparentemente determina la respuesta del ave a la inclusión del acidificante en la dieta de crecimiento (Tabla 6). Las aves que consumen acidificante en la dieta de iniciación no responden, en su mayoría, a la inclusión del acidificante en la fase de crecimiento. En contraste, la mortalidad se redujo de forma cuadrática (P
Figura 5. Mortalidad, dosis de acidificante e historia ácida previa
Se observó una interacción (P Posiblemente esto se debe a los cambios de densidad producidos por mortalidad, ya que la inclusión del acidificante redujo este parámetro en las aves que no había recibido acidificante en el pienso de iniciación. De hecho, el peso vivo en este estudio aumentó continuamente (P=0,01) a medida que el número de animales por réplica disminuyó de 6 a 4. A pesar de que estas relaciones se verían influenciadas por un considerable número de variables en la producción a campo, los datos obtenidos en este estudio ilustran el impacto de la densidad de población sobre el índice de crecimiento bajo estrés de calor.
Figura 6. Mortalidad, dosis de acidificante y peso corporal en crecimiento El rendimiento y supervivencia de los pollos indican una interacción continua entre la mortalidad con el historial ácido x nivel de inclusión sobre el peso de canal caliente, peso de canal refrigerada, rendimiento en pechuga y peso de muslo. Las aves sin historial ácido y que consumieron acidificante durante el crecimiento aumentaron el rendimiento en canal, peso de pechuga y muslo en las cantidades que se presentan en la Figura 7.
Figura 7. Rendimiento comparado con ACD a 0,2% en aves sometidos a estrés de calor. El estrés de calor cíclico con temperatura y humedad elevadas ocasiona una frecuencia respiratoria alta, alcalosis respiratoria y una importante alteración del equilibrio entre varios minerales. Las perturbaciones del equilibrio mineral del ave inducidas por el estrés de calor se constatan en la disminución de la concentración sérica de Na, Ca y Mg. Se presume que estos efectos se deben al resultado de la alteración del equilibrio ácido:base. En el último estudio no se apreciaron diferencias con los valores de la química sanguínea de los minerales en aves termoneutrales, quizás por haber obtenido las muestras el momento más fresco del día. Por otra parte, las temperaturas cíclicas causan alteraciones cuantitativas profundas entre varias especies microbianas de la flora intestinal. Kozasa (1986) demostró que las temperaturas elevadas ocasionan una disminución de lactobacilos en el intestino modificando las relaciones numéricas entre especies saprofitas y patógenas, y Suzuki et al. (1989) también detectó el mismo fenómeno, describiendo el aumento de Enterobacteriaceae , Staphylococcus y Clostridium en el intestino con disminución concomitante de Lactobacillus. Puede darse una interacción múltiple entre química sanguínea, ecología intestinal y sobrecarga digestiva que lleve a la muerte del animal.
Como conclusión, los datos sugieren que la suplementación con acidificante tiene el potencial de reducir la pérdidas económicas causadas por el estrés de calor.
(Bibliografía en poder de los autores)