En ciencias aviares, debemos fomentar investigaciones en unidades experimentales que cumplan con la población, las replicaciones necesarias, y las condiciones ambientales que permitan estadísticamente establecer correlaciones reproducibles a nivel de campo, bajo condiciones intensivas de produccción como en pollos de engorde (6 rotaciones/año 430 libras/m2/año).
La hipótesis no se correlaciona con las conclusiones de la investigación, en la hipótesis se menciona que a la población experimental se le suministro la mezcla de ácido acético+orégano, y en las conclusiones los resultados zootécticos solo se le atribuyen al efecto del ácido acético, cuando al carvacrol (uno de los ingredientes del orégano) se le han reconocido múltiples efectos benéficos como su capacidad antibacteriana directa con las CIM (concentraciones inhibitorias mínimas) definidas para múltiples bacterias.
Como menciona el Dr. Sanabria, para realizar la relación costo/beneficio y profundizar más en los resultados, me gustaría conocer la concentración, características fisicas y químicas, y el pH final de la mezcla suministrada de los dos ingredientes activos: ácido acetico y orégano.
Bajo condiciones intensivas de producción avícola, las poblaciones microbianas son muy altas por m2 de superficie y m3 de aire durante cada uno de los ciclos de producción anual, requiriéndose planes preventivos o curativos a dosis terapéuticas con ingredientes activos que soporten eficientemente la alta presión selectiva producida sobre los microorganismos existentes y entender que los ácidos orgánicos débiles y/o fuertes al igual que los probióticos, prebióticos, simbióticos y aceites esenciales en infecciones con escores bajos (de 1 a 4, escore 1) del TGI, han demostrado su eficacia bajando las cargas infecciosas, pero en escores mayores no han demostrado eficacia terapéutica, debiéndose actuar en infecciones bacterianas con antibacterianos selectivos. En infecciones sistémicas no tienen ningún efecto terapéutico directo sobre las bacterias localizadas en tejidos lesionados, pudiendo coadyuvar en la práctica terapéutica al control del paso de enteropatógenos del TGI al torrente sanguíneo.
A pesar de mis comentarios, debo felicitarlos por atreversen a investigar y publicar los resultados. Gracias por permitirme pensar. Algunos no nos hemos atrevido a hacerlo.
Cordialmente,
Carlos torres. D.M.V. MSc.
PHARMACY & NUTRITION - ECUADOR.