El Huevo: Pilar Nutricional y el Compromiso Académico en su Producción
Publicado:9 de octubre de 2024
Por:Gustavo Alonso Ardón. Coordinador del Centro Integral de Aprendizaje Avícola, Universidad Nacional de Agricultura de Honduras
El huevo, ese pequeño tesoro de cáscara frágil, alberga en su interior una fuente invaluable de vida y bienestar. En cada bocado se encierra un equilibrio perfecto de nutrientes, un regalo de la naturaleza que, a través de los siglos, ha nutrido a generaciones en cada rincón del mundo. Al conmemorar el Día Mundial del Huevo, no solo celebramos su extraordinario valor alimenticio, sino que también abrazamos su rol fundamental en la lucha diaria contra la inseguridad alimentaria que afecta a millones de personas.
Desde la mesa de una familia rural hasta los platos de los mejores chefs, el huevo es un símbolo universal de accesibilidad. Su simpleza es su poder: una proteína de alta calidad que está al alcance de muchos, especialmente en zonas donde la desnutrición amenaza con oscurecer el futuro. El huevo no solo sacia el hambre, sino que nutre el cuerpo y el alma, ofreciendo esperanza en forma de alimento.
Este día, instituido en 1996 por la International Egg Commission, también nos invita a reflexionar sobre los avances que han transformado la producción avícola. Gracias al esfuerzo de científicos, productores y universidades, hoy podemos hablar de una industria que combina tecnología de punta con un profundo respeto por el bienestar animal. Este progreso no es solo una victoria para los productores; es una victoria para la humanidad.
Las universidades, como faros de conocimiento y cambio, juegan un papel vital en esta evolución. En sus aulas se forman los futuros líderes del campo agroalimentario, aquellos que asumirán el reto de producir más, de manera sostenible, para un mundo que no deja de crecer. Estos profesionales, armados con conocimiento en genética, nutrición animal y gestión ambiental, son los guardianes del futuro de nuestra alimentación.
La formación en producción animal es mucho más que una disciplina técnica; es un compromiso ético con la vida. Es educar a quienes, con sus manos y mentes, garantizarán que cada huevo que llega a nuestra mesa haya sido producido con responsabilidad, eficiencia y, sobre todo, con un profundo respeto por la naturaleza y el entorno que lo hizo posible.
El huevo, en su humildad, es mucho más que un simple alimento. Es el reflejo de un esfuerzo global por garantizar que el derecho a una nutrición digna no sea un privilegio, sino una realidad para todos. Y en ese esfuerzo, las universidades del mundo son pilares fundamentales, forjando el camino hacia un futuro donde el alimento sea abundante, accesible y sostenible.
Este 11 de octubre de 2024 celebramos al huevo, pero también celebramos a todos aquellos que, desde la ciencia y la academia, hacen posible que este alimento sea un símbolo de esperanza para las generaciones por venir.
Lic. en Ciencias Animales, Doctor en Filosofía - PhD, Ciencia Animal (Ciencia Avícola) / Gestión de micotoxinas en las Américas Estados Unidos de América