La producción animal eficiente depende en gran medida de la nutrición y de la alimentación como puntos de partida para alcanzar el máximo potencial genético y aprovechar la evolución de las prácticas de manejo modernas. En la mente de la gente está ya grabado el número mágico de que entre 65% y 80% de los gastos de producción están dados por el alimento. Sin embargo, la crisis alimentaria que alcanzó su punto más alto en el primer semestre del 2008 observó niveles cercanos al 90% del costo de producción en el rubro de alimento. Es en estas crisis cuando se hace imperativa la búsqueda de mecanismos más precisos para la formulación de alimentos balanceados.
De esta forma, el uso de formulas con base en aminoácidos digestibles sustituyendo la anacrónica formulación con base en proteína cruda se hace imperativa dado que esto reducirá de manera significativa el costo del alimento, así como las emisiones de nitrógeno al medio ambiente, reduciendo al mismo tiempo la presión reciente de grupos ambientalistas en contra de los sistemas de producción intensiva. Algunos beneficios adicionales en la formulación con aminoácidos digestibles incluye la reducción de márgenes de seguridad, incremento en la predicción del desempeño y mayor uniformidad de productos terminados posterior al ciclo de producción animal (Parsons '07).
Desde la década de los 50's, el siglo pasado, se reconoce que la necesidad por proteína es en realidad una combinación del requerimiento de los diferentes aminoácidos debido a que los animales no pueden sintetizar estos compuestos, o por lo menos no a la velocidad necesaria para cubrir sus necesidades fisiológicas, surgiendo así los conceptos de aminoácido limitante, y desequilibrio de aminoácidos. El aminoácido limitante es aquel cuya ausencia en la dieta detiene la síntesis de proteína, a pesar de estar presentes los otros aminoácidos necesarios para que se produzca la proteína. El desequilibrio de aminoácidos se refiere a que el exceso de un aminoácido produce un aumento en las necesidades por otro (Fernández '07).
Un trabajo clásico que demuestra la necesidad de mantener el equilibrio o el balance adecuado entre los aminoácidos se presenta en el cuadro 1. Éste, es un informe de investigación (Baker é Easter, 1976, en Fernández, '07) en el cual puede observarse que al alimentar pollos con dos dietas con 20% de proteína cruda, formuladas con base en maíz y pasta de soya ó pasta de ajonjolí, la dieta con ajonjolí solo aporta el 50% de la lisina cuando se compara con la dieta que incluye pasta de soya. Esto ocasiona una disminución del 75% en la ganancia de peso, así como una disminución a la mitad en la conversión alimenticia. La suplementación de lisina sin la correspondiente reducción en los niveles de proteína cruda produce una mejora en el crecimiento del pollo. Sin embargo, esta mejora es estadísticamente inferior a la respuesta que se encuentra tanto con la dieta con 20% de proteína que se suplementa con lisina cristalina como con la dieta maíz-pasta de soya sin suplementar.
Números con distinta literal son estadísticamente diferentes (P < 0.05)
Baker & Easter, 1976
La explicación para este comportamiento es que al suplementar un aminoácido a partir de la proteína intacta, el ave recibe exceso de otros aminoácidos y esto ocasiona una sobrecarga metabólica que se refleja en comportamiento productivo disminuido.
Sin embargo, la formulación de alimentos balanceados no solo toma en consideración el aporte de nutrimentos, sino que debe tomar en consideración el proceso metabólico completo, dentro del cual se encuentra el proceso digestivo, que es un conjunto de fenómenos cuyo objetivo es proporcionar nutrimentos al animal y está compuesto por el proceso de ingestión de alimento, la secreción de ácido clorhídrico y de enzimas, la hidrólisis de las macromoléculas, la absorción de nutrientes y la excreción de productos de desecho (Lizardo, 1997, en Mariscal y Reis, '07). La combinación de los procesos de digestión y absorción es conocida como la digestibilidad de un nutriente (Low, 1982, en Mariscal y Reis, '07) y está íntimamente relacionada con el valor nutritivo de los alimentos.
De esta manera, con la finalidad de poder usar eficazmente los distintos ingredientes disponibles, los nutricionistas deben contar con información confiable y consistente, no solo del perfil de aminoácidos presente en los ingredientes, sino de la digestibilidad con que cuentan. Son muchos los investigadores y nutricionistas prácticos que consideran el valor de aminoácidos digestibles como el mejor método para evaluar el costo de un ingrediente (Parsons '07). Desafortunadamente, la información disponible sobre digestibilidad de aminoácidos es limitada, particularmente para algunos ingredientes alternativos. Por ejemplo, los coeficientes de digestibilidad para los principales aminoácidos que han publicado las diferentes empresas proveedoras de aminoácidos cristalinos son muy diversos, parcialmente debido a las diferencias inherentes a los distintos métodos que se utilizan para el análisis.
Diferentes perfiles para la proteína ideal del pollo de engorda
Además, múltiples factores adicionales influyen el grado en el cuál los animales digieren los nutrimentos. En lechones, por ejemplo, la edad es una variable importante para la digestibilidad de proteína y almidón, pero no hay evidencia de que la edad influya en la digestibilidad de estos nutrimentos en cerdos mayores de 60 Kg. (Stein '07). Por otro lado, hay evidencias claras de que los valores de digestibilidad calculada en los nutrimentos están influenciados por el consumo de alimento por parte de los animales, por lo tanto, el consumo de alimento debe ser considerado al momento de comparar el aporte digestible de los ingredientes.
En el siguiente trabajo realizado por Kid, et. al., queda en manifiesto muy claramente el impacto sobre los parámetros productivos al formular con dietas concentradas en aminoácidos a diferentes edades para pollos de engorde.
Composición nutricional de las dietas ofrecidas al pollo de engorda para evaluar el efecto de varias concentraciones de proteína y aminoácidos sobre el crecimiento.
Efecto de varios niveles de aminoácidos y proteína sobre el crecimiento del pollo de engorda a los 49 días de edad.
A (nivel de aminoácidos alto), M (nivel medio), B (nivel bajo)
Números con diferente literal por columna son distintos (P < 0.05)
Adaptado de Kidd et al., (2004)
Es evidente que Al observar la respuesta de las aves se hace notorio que respondieron mejor a los niveles más altos de los aminoácidos. Al expresar estos aminoácidos (a pesar de estar en cantidades totales en lugar de digestibles) como porcentaje de la lisina, se observa que las proporciones más cercanas a Baker 1997 y Coon 1998 fueron las que mejores resultados produjeron en el crecimiento del pollo.
En conclusión, el uso del concepto de la proteína ideal ayuda a producir carne y huevo en una forma más eficiente promoviendo la expresión eficiente del potencial genético tanto de aves como de cerdos.
Referencias
- Parsons, Carl M. Methods for Determining Amino Acid Bioavailability in Poultry with emphasis on the ileal Amino Acid Digestibility Technique. Curso sobre el uso de aminoácidos cristalinos: eficiencia energética. AMENA. Junio, 2007. Querétaro, México.
- Fernández, Sergio R. Necesidades por Aminoácidos en las Aves. Curso sobre el uso de aminoácidos cristalinos: eficiencia energética. AMENA. Junio, 2007. Querétaro, México.
- Mariscal, Gerardo; Reis de Souza, Tércia C. Digestibilidad ileal de la proteína y aminoácidos en lechones recién destetados. Curso sobre el uso de aminoácidos cristalinos: eficiencia energética. AMENA. Junio, 2007. Querétaro, México.
- Stein, Hans H. Chemical composition and Nutritive value of feed ingredients. Curso sobre el uso de aminoácidos cristalinos: eficiencia energética. AMENA. Junio, 2007. Querétaro, México.
- Kidd, M.T., C.D. McDaniel, S.L. Branton, E.R., Miller, B.B., Boren, & B.I. Fancher. 2004. Increasing amino acid density improves live performance and carcass yields of commercial broilers. J. Appl., Poultry Res. 13:593-604.
Trabajo presentado en el Programa Científico en el Congreso Latinoamericano de Nutrición Animal - CLANA 2008. México