Saludos. Lo que menciona el Dr. Venegas es muy importante al mencionar la importancia de el antibiograma para seleccionar la terapia adecuada. Recuerdo cuando en la decada de los 80´ y 90´cuando las fluoroquinolonas se consideraban la mejor opción y mostraban los mejores resultados in vitro, pero ya para inicios del 2000 la cepas sobre todo de E. coli multiresistentes en avicultura se presentaban muy frecuentemente en menos de 10 años se cumplio la cronica de una muerte anunciada. el uso de "dosis preventivas" y mala elección en las terapias provocaran que casi toda la familia de estos antibioticos fueran poco útiles para el tratamiento de la colibacilosis.
Bien, creo que sería interesante resaltar que de todo lo dicho hasta ahora el empleo de antibióticos no es un hecho contraproducente si se hace con una motivación razonada. Emplear únicamente un antibiótico sin revisar la política sanitaria de la explotación no sólo no resuelve el problema, sino que puede agravarlo.
Desde un principio estamos hablando el un "complejo" causal: bacterias de diferentes géneros, micoplasmas, virus y agentes ambientales. Esto significa que cuando el problema respiratorio se manifiesta de forma clínica es porque los agentes infectocontagiosos y ambientales han hecho sucumbir a las defensas del ave. con esto no quiero decir que la graja deba de convertirse en una planta de seguridad biológica de grado 4 sino en un recinto en el que se desarrolle la labor productiva del animal de modorentable y seguro, tanto para el bienestar y salud de este como para la de los consumidores. Esto implica que toda granja debe haber sido contruida de una manera racional para permitir el bienestar del animal y reducir al mínimo la posibilidad de intrusión de agentes infecciosos a través de animales de la misma especie (todo dentro - todo fuera) o de distinta (gatos, perros, pájaros, ratas, moscas, "visitas"), de objetos inertes (jaulas, utensilios, etc), agua y piensos (cuidado con los hongos y sus toxinas). Aparte de estas primeras barreras de bioseguridad, se contemplará un plan vacunal específico, bien sea por imperativo legal (planes nacionales), por necesidad sectorial o por prevalencia epidemiológica. Sin embargo, estas más o menos complejas políticas de gestión carecerían de sentido y de validez sin un manejo adecuado de los lotes de animales por parte de los granjeros.
La formación y la concienciación del personal es un aspecto importantísimo y debe ser contemplado como una "inversión" más dentro del panorama de la granja. Una granja bien contruida, unos piensos saludables, agua limpia, ventilación adecuada, limpieza y dedicación reducen notablemente tanto la incidencia como la prevalencia del complejo respiratorio aviar. De otro modo, nos veríamos obligados a recurrir al uso de medicamentos con el consiguiente coste, generación de residuos en producto y de resistencias simples y cruzadas, además de la caída de índices productivos, depreciación de lotes, "quemado" de molécula, etc. Este último aspecto adquiere tintes preocupantes tanto en el plano de la sanidad veterinaria como humana. Gracias.