¿Qué es y de dónde procede el amoníaco?
Se trata de un gas irritante que puede ocasionar lesiones en el tracto respiratorio de los animales. Procede de la descomposición de materia orgánica como la orina y las heces y, debido a su alta solubilidad y rápida evaporación, se disemina rápidamente en las condiciones de temperatura y humedad habituales en las granjas.
¿Por qué es importante reducir la concentración ambiental de amoníaco?
La calidad ambiental puede afectar al bienestar y la productividad en las granjas. Esta depende, en gran medida, de la concentración de amoníaco en el aire. En caso de acumularse, este gas disminuye marcadamente el bienestar de animales y trabajadores y promueve la aparición de enfermedades.
Las condiciones en producción intensiva, que incluyen la cría de animales en elevadas densidades, el uso de dietas altamente proteicas y la dificultad para conseguir, en ocasiones, una ventilación adecuada, hacen que este gas pueda acumularse y causar problemas en las granjas
¿Qué efectos tiene sobre los animales?
El amoníaco tiene un efecto negativo sobre las mucosas traqueal y bronquial, ya que ocasiona parálisis o pérdida completa de los cilios. A concentraciones elevadas puede llegar a causar necrosis de las células de las mucosas.
El tipo y la severidad del daño dependen de la concentración de este gas en el ambiente y del tiempo de exposición. Cuanto más altas sean las concentraciones y más largo el tiempo de exposición, mayor será la severidad del daño que cause este gas.
El moco, presente en las vías respiratorias, actúa como una barrera defensiva, reteniendo los microorganismos y partículas nocivas para que no lleguen a las vías respiratorias. Cuando la mucosa o los cilios son alterados debido al efecto irritante del amoníaco, el moco no se puede eliminar y estos agentes dañinos pueden llegar a los órganos respiratorios, incluyendo los pulmones, y causar infecciones.
El amoníaco, por tanto, aumenta la susceptibilidad de los animales a padecer enfermedades respiratorias, como las neumonías. Asimismo, puede causar otras enfermedades no respiratorias, como problemas digestivos, ya que también afecta a la mucosa digestiva. Además, concentraciones elevadas de este gas pueden dan lugar a mortalidad neonatal, canibalismo (caudofagia) o lesiones dérmicas y oculares.
¿Cómo se puede prevenir la acumulación de amoníaco en las granjas?
Para reducir la presencia de amoníaco en las granjas es importante tener en cuenta medidas de manejo que promuevan la limpieza y desinfección de las instalaciones, especialmente la eliminación de deshechos, ya que es allí donde proliferan los microorganismos que descomponen la materia orgánica y dan lugar a la formación de este gas.
En este sentido, la aplicación de medidas como la retirada de la cama tras cada lote de producción (todo dentro/todo fuera) es muy recomendable, ya que la reutilización de la cama entre lotes promueve el aumento de concentración de amoníaco.
Otro aspecto relacionado con el manejo es la ventilación, que nunca debe disminuir por debajo de los niveles recomendados. Este factor es particularmente importante en invierno, cuando suele reducirse la ventilación para conservar la temperatura en las naves. Esto causa una reducción del intercambio de gases con el exterior y puede llevar a la acumulación de amoníaco.
La adición de productos que permitan reducir la producción de amoníaco también es altamente recomendable, y puede suponer una ayuda esencial para evitar problemas derivados de elevadas concentraciones de este gas. Alquernat Yucca es una solución natural, cuya eficacia ha sido probada en granjas alrededor del mundo. Se trata de un producto a base de extracto de yuca que contiene dos principios activos: las saponinas, que tienen una ligera acción antimicrobiana y eliminan, parcialmente, microorganismos productores de amoníaco, y los glicocomponentes, compuestos capaces de fijar el amoníaco y evitar su diseminación por el aire.
Como la capacidad antimicrobiana de las saponinas es reducida, Alquernat Yucca contiene, además, anillo cimenol. Se trata de una molécula de origen botánico con una elevada capacidad microbiocida, que potencia la actividad del producto frente a bacterias productoras de amoníaco. Gracias a la adición del anillo cimenol, Alquernat Yucca obtiene una eficacia superior a la de productos similares.
Gráfico 1. Se observa una reducción de casi un 70% en los niveles de amoníaco con el uso de Alquernat Yucca, lo que impacta positivamente sobre los parámetros productivos. Los niveles de amoníaco están expresados en 0.1 x ppm, para adaptarlos al gráfico.
¿Cómo saber si el amoníaco es un problema en mi granja?
Cuando los niveles son suficientemente elevados, los propios trabajadores pueden detectar el olor a amoníaco en el ambiente. Esto suele ocurrir en invierno, a primera hora de la mañana, ya que la ventilación suele estar bajo mínimos durante la noche. Si se detecta el más leve olor a amoníaco, los niveles de este gas ya son suficientemente elevados para afectar la productividad y salud de las aves.
De hecho, incluso niveles no detectables por el olfato humano pueden empeorar los parámetros productivos. Por ello, la mejor manera de comprobar los niveles de este gas es mediante medidores automáticos de amoníaco en el aire. Estos deberán utilizarse a la altura de los animales, ya que los niveles de amoníaco suelen ser más elevados a nivel del suelo. Si se mide a la altura de los trabajadores, los niveles pueden llevar a conclusiones erróneas.
Además, como ya se ha mencionado en este artículo, la concentración de amoníaco puede variar a lo largo del día, por lo que es interesante medir los niveles más de una vez y en distintas horas. Si solo se mide una vez, se recomienda que sea a primera hora de la mañana, cuando los niveles suelen ser más elevados.
La recomendación general es que los niveles máximos recomendables estén por debajo de las 20 ppm, ya que a estos niveles ya se han observado consecuencias negativas sobre las aves. De hecho, algunos estudios indican que los niveles ideales se encuentran por debajo de 10 ppm. Por otro lado, los humanos con mayor sensibilidad olfativa pueden detectar el amoníaco a partir de unas 25 ppm, aunque el nivel mínimo detectable varía ampliamente según el individuo.
En conclusión…
El amoníaco ambiental es un factor importante que controlar en las granjas para asegurar que se alcanzan unos niveles productivos adecuados. El establecimiento de medidas de manejo que eviten la acumulación de heces y restos de alimento en el suelo, así como una adecuada ventilación, son dos de los mecanismos principales para evitar la acumulación de este gas. Productos como Alquernat Yucca son fundamentales para reducir las concentraciones de amoníaco, ya que tienen un efecto microbiocida potenciado que elimina bacterias productoras de este tóxico, además de componentes que lo fijan para evitar su diseminación en el aire, logrando, así, reducciones de hasta un 70% de este gas en el ambiente.