Mejorar la Productividad de las empresas avícolas es el desafío constante, y necesariamente la Productividad debe ser entendida y analizada desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo, en relación inversa a los costos de producción.
Comprendiendo que la sanidad, es uno de los mayores objetivos esperados en función de los resultados de producción, pero advirtiendo que al tratarse de sanidad de poblaciones sometidas a un proceso productivo, ésta trasciende los límites de la biología, convirtiéndose en un efecto complejo de múltiples causas ligadas a las variables que componen ese proceso productivo.
¿ Puede afirmarse que la bioseguridad pensada como el conjunto de insumos, equipamientos y acciones con el objetivo de prevenir enfermedades, es suficiente como herramienta para lograr sanidad ?(Viejo Paradigma) Por otra parte, la implementación de sistema HACCP en planta de faena, es suficiente para proteger de la inocuidad de los productos terminados? Además de la sanidad e Inocuidad de las aves y sus productos derivados, debemos pensar en la responsabilidad de cuidar el Medio Ambiente, inclusive formando parte del sistema de calidad de la empresa, y en este sentido, un programa de Bioseguridad deberá responsabilizarse en el asunto..
Y por razones de mercado y aseguramiento de calidad pos-venta, debemos contar con un sistema de registro de todo el proceso productivo, a fin de garantizar Trazabilidad para cada producto.
El presente trabajo hace una revisión crítica al respecto, basado en las múltiples variables que intervienen dentro del proceso productivo, y cuyas interacciones son más que suficientes para impedirnos planificar la bioseguridad, desde un concepto lineal como: agente infeccioso vs. sanidad, sin tener en cuenta el proceso productivo en su conjunto y las constantes y dinámicas demandas del mercado.
Es razonable pensar que el concepto de sanidad debe aproximarse al de productividad, y consecuentemente proponer un enfoque alternativo de la bioseguridad (Nuevo Paradigma).
Surge entonces, la necesidad de contar con una metodología para lograr sanidad de población, seguridad alimentaria y producción sustentable, a través de un programa de prevención perfectamente planificado, implementado, medido y evaluado, que contemple el análisis de todas las variables del proceso en función de la productividad (criterio productivo), a diferencia de aquella sumatoria de insumos y acciones aisladas en función de los agentes patógenos exclusivamente (criterio biológico).
Basado en estos argumentos, estratégicamente el concepto de BIOSEGURIDAD debe ser ampliado y perfectamente comprendido desde el punto de vista de la PRODUCTIVIDAD.
El cómo se procede desde la gestión o gerenciamiento, para implementar una metodología de prevención que cumpla con las características de calidad (incluida la inocuidad y la conservación del medio ambiente) y elimine gastos que no agregan valor, es altamente variable y este es precisamente el problema a resolver, es decir, proponer una metodología de gestión en base a GMP, SOP, HACCP y principios de gestión de calidad, a efectos de lograr el objetivo principal: Bioseguridad en función de la Productividad Avícola.
Conceptos de Bioseguridad y Productividad Avícola
Introducción
La producción avícola en el mundo ha sido una de las actividades agropecuarias caracterizada por un significativo crecimiento en la última década, cuyas causas pueden resumirse en dos factores esenciales, por un lado el incremento en la demanda de carne de ave y huevo, como alternativa de aporte proteico en la alimentación humana a escala mundial; y por otro lado el avance tecnológico en infraestructura, equipamientos, genética, nutrición, sanidad y manejo, que ha logrado parámetros productivos más eficientes en la producción intensiva de aves.
Ahora bien, parte del crecimiento en la producción avícola lo atribuimos al avance tecnológico. Si pensamos en los últimos 10 años, podríamos enumerar una serie de innovaciones tecnológicas destinadas a mejorar la productividad avícola, desde las infraestructuras, genética, nutrición, manejo, sanidad, equipamientos, etc.
En este contexto, mejorar la Productividad de las empresas avícolas, es un desafío al que debemos contribuir todos, y necesariamente la Productividad debe ser entendida y analizada desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo, en relación inversa a los costos de producción, respondiendo a la siguiente ecuación:
En esta ecuación, el costo debe incluir aquellas inversiones que agregan valor; mientras que todo gasto que no agrega valor, debe ser considerado como pérdida para la empresa, y son estos los que se deben evitar en el propósito de bajar costos.
La identificación de los mismos es un gran desafío que requiere metodología y conducta de gestión empresaria.
La calidad, debe interpretarse como el concepto que incluye a los resultados cuantitativos esperados, y a las características o especificaciones que debe cumplir el producto para satisfacer las necesidades de los clientes.
Dentro de las características de calidad, cada empresa define un perfil especificado de acuerdo a sus clientes, pero por tratarse de productos alimenticios, la inocuidad y/o seguridad alimentaria , es una característica de calidad común a todos y que no se trata de un valor agregado como estrategia competitiva, sino que es una exigencia del consumidor y controlada por entidades oficiales.
Sobre este aspecto, en los últimos años se ha impuesto la necesidad de implementar el sistema HACCP en plantas de faenas, como metodología preventiva para asegurar la inocuidad de los productos.
Pero ya se puede afirmar que no es suficiente, pues existe un proceso productivo previo, donde existen innumerables variables a controlar para el mismo propósito, en función de llegar a la planta de faena con la menor cantidad posible de peligros potenciales (microbiológicos, químicos, biológicos y físicos) para el producto final.
En este contexto, existe la idea de implementar sistema HACCP en producción, y sobre esta línea se está trabajando en algunas empresas y organismos oficiales que tratan de promocionarlo.
Dada las características de producción, la necesidad de trabajar en equipo en función de obtener los mejores resultados productivos cuantitativos y cualitativos, se torna necesario tratar de unificar una metodología de trabajo a campo, que nos permita analizar la productividad de las aves en su conjunto, incluyendo las distintas herramientas de gestión en función de la CALIDAD (SOP's, GMP's, HACCP, I.S.O), donde se cumpla con los objetivos de inocuidad, características de calidad específicas de cada empresa, parámetros productivos esperados y costo de producción.
Para cumplir con estos objetivos, es que se desarrolló este PROGRAMA DE BIOSEGURIDAD, en el cual se adapta los principios metodológicos del GMP, SOP, HACCP y sistemas de Gestión de Calidad, para trabajar en la BIOSEGURIDAD de las aves y sus productos derivados, en función de la PRODUCTIVIDAD de la EMPRESA.
En este marco conceptual de la Productividad, debemos formularnos el siguiente interrogante:
- ¿ Cómo debe interactuar la Bioseguridad en la Productividad Avícola?
Para desarrollar una posible respuesta, previamente es necesario destacar los tres elementos bases e imprescindibles que interactuan permanentemente en cualquier proceso productivo.
En primer lugar analicemos la bioseguridad como el conjunto de insumos, equipamientos y acciones en función de prevenir enfermedad.El concepto enfermedad es analizado dentro de un triángulo de componentes básicos:
El concepto enfermedad es analizado dentro de un triángulo de componentes básicos:
Para ejemplificar pensemos en algunas medidas de bioseguridad utilizadas
En base a medidas de bioseguridad como el ejemplo anterior, existen distintos insumos para cumplir con el objetivo de cada acción. Las preguntas son:
- ¿ Cómo se planifican estas acciones?
- ¿Cómo se implementan?
- ¿Cómo se miden?
- ¿Cómo se evalúan?
- ¿Cómo se corrigen estas acciones?
Todos estos insumos de bioseguridad, entre otros, se limitan a la acción de controlar agentes infecciosos, y dependen de las decisiones y procedimientos generales de producción. Por tanto el resto de las variables que intervienen en el proceso productivo se analizan desde distintas ópticas que cada empresa o gerencia establece como metodología (manejo, genética, nutrición, crecimiento, objetivos de producción, etc.) es decir, el concepto de bioseguridad se somete a las decisiones sanitarias exclusivamente y allí termina su incumbencia.
Por otra parte, dentro de una empresa existen distintas áreas (reproductores, engorde, incubación, fabricación de alimento, faena) y cada una con su costo y metodología de trabajo en pro de sus resultados.
En esta línea de pensamientos, la bioseguridad es responsable de la sanidad y su objetivo se cumple a partir de una sumatoria de insumos, equipamientos y acciones en función de prevenir enfermedad (criterio biológico).
En este punto sería de fundamental importancia tratar de coordinar y conscientizar a los diferentes sectores del ciclo productivo para que no funcionen como compartimentos estancos, limitándose a entregar un producto al otro sector y de esta manera delegar su responsabilidad sobre la productividad en su conjunto.
Pensemos en los últimos 10 años que nuevos agentes infecciosos desafiaron a la producción avícola. A modo de ejemplo mundial podría destacarse el virus j de leucosis, Influenza aviar, etc., con lo cual podemos afirmar que las nuevas presentaciones antigénicas en producción aviar son mucho menos frecuentes que los cambios de perfil sanitario y productivo que ocurren en cada empresa, por una razón lógica y conocida de interacción que existe en todo el proceso productivo, pasando desde la infraestructura, manejo, genética, nutrición, políticas de la empresa, gestión del potencial humano, etc.).
Esta interacción es más que suficiente para impedirnos planificar la bioseguridad desde un concepto lineal como agente infeccioso vs. sanidad, sin tener en cuenta el proceso productivo en conjunto y bajo los tres elementos señalados anteriormente (esquema 1).
Es razonable pensar que el concepto de sanidad debe aproximarse al de productividad, y consecuentemente proponer un enfoque alternativo de la bioseguridad, que incluya todas las variables de producción.
Pensado de esta forma, nos debemos ahora, al análisis de la bioseguridad como metodología de gestión en función de la productividad avícola.
Surge entonces, la necesidad de contar con una metodología para lograr sanidad de población, a través de un programa de prevención perfectamente planificado, implementado, medido, evaluado y corregido, que contemple el análisis de todas las variables del proceso en función de la productividad (enfoque productivo), a diferencia de aquella sumatoria de insumos y acciones aisladas en función de los agentes patógenos exclusivamente (enfoque biológico).
Dado estos argumentos, es que el concepto de BIOSEGURIDAD debe ser amplio y perfectamente comprendido desde el punto de vista de la PRODUCTIVIDAD.
Bioseguridad
Desde el punto de vista del análisis previo y con el objeto de implementar un programa que cumpla con los requisitos y condiciones de nuestra realidad, partimos del siguiente concepto como guía en el propósito de lograr los resultados esperados.
“Metodología dentro del Sistema Productivo, que nos permite mejorar la Productividad, a través de la Prevención del Impacto de causas que afectan el potencial productivo de las aves.”
Con el propósito de interpretar la extensión del concepto, formulemos las siguientes preguntas cuyas respuestas surgen de dicho concepto.
El valor agregado, planteado como respuesta a la primer pregunta, es una característica de calidad, definida como Productividad.
El proceso necesario, mediante el cual se evita el impacto de causas que afectan el potencial productivo de las aves, es la prevención.
El cómo se procede desde la gestión o gerenciamiento, para implementar una metodología de prevención que cumpla con las características de calidad (incluida la inocuidad del producto final), y elimine costos de la no calidad, es altamente variable y este es precisamente el problema a resolver, es decir, proponer una metodología de gestión y sus consecuentes acciones sistemáticas, que nos permitan cumplir con el objetivo principal: Bioseguridad en función de la Productividad Avícola.
En este contexto, la Bioseguridad amplía su responsabilidad, pero se incorpora como procedimiento de producción, y dentro de una metodología de gestión en equilibrio con los insumos y el potencial humano, cumpliendo con los tres elementos del concepto empresa planteado al inicio.
Para esta situación, se debe desarrollar un programa de Bioseguridad que permita, en una primera etapa, analizar minuciosamente el proceso productivo en su conjunto, sin compartimentos estancos, y definir con el aporte de todo el potencial humano y los insumos necesarios, una metodología de implementación de la Bioseguridad, y en una segunda etapa analizar y evaluar el programa implementado, como estrategia de mejora en la Productividad Avícola.
Como conclusión se puede afirmar que la Bioseguridad pensada como procedimiento de gestión, y cuyo alcance involucre a la productividad, adquiere una función guía e imprescindible para el proceso productivo, y demanda mayores incumbencias al veterinario en la planificación, implementación y evaluación de la producción.
La presente propuesta, está basada en los principios que sostiene un sistema de gestión de la calidad, por tal motivo, la gerencia debe acompañar el proceso de implementación con absoluta convicción y colaboración, entendiendo que dicho programa contribuye a su propia gestión. Puede ocurrir, que por tratarse de procesos de cambios, exista cierta resistencia desde los gerentes, para no irrumpir un estado de comodidad, pero es bueno recordar que sus resultados dependen de una gestión actualizada, que les permita acompañar con éxito, las nuevas demandas que se imponen en el gerenciamiento de las empresas competitivas.
Esta propuesta no pretende ser la ideal para toda empresa avícola, pero sí reflexionar sobre la importancia de contar con una metodología de gestión en cada empresa, que contribuya con responsabilidad a la bioseguridad de la avicultura que viene. Estoy absolutamente convencido que la rentabilidad que todos pretendemos, no es una limitante de la responsabilidad con la que debemos trabajar el presente para construir el futuro. El desafío de los profesionales y empresarios es traducir responsabilidad en rentabilidad, y para esto será necesario MEDIR Y ENCONTRAR LA DIFERENCIA ENTRE LO QUE SE DICE QUE SE HACE Y SE HACE PERO NO SE DICE.