El butirato de sodio protegido logra llegar al intestino del ave sin sufrir disociación, protegida por una matriz que se emulsionará e hidrolizará por la acción de las secreciones hepáticas y pancreáticas liberando el ácido de manera disociada a lo largo de todo el intestino.
Introducción
El butirato de sodio, ácido orgánico en forma de sal soluble derivado del ácido butírico, se ha utilizado como aditivo mejorador de desempeño en la nutrición animal.
El uso de ácidos en la nutrición animal presentó efectos positivos en cuanto a la digestibilidad de nutrientes de la dieta. Según Mroz et al. (2000), los ácidos orgánicos actúan a través de la acidificación del contenido del tracto digestivo, aumentan el tiempo de retención gástrica del alimento, mejoran la actividad enzimática digestiva y aumentan la secreción pancreática. Además, la mejora de la digestibilidad de los nutrientes puede estar relacionada con el efecto antimicrobiano del ácido orgánico, así como con la capacidad del butirato de sodio para suministrar energía rápidamente disponible a los enterocitos, lo que favorece la proliferación celular y el consecuente aumento del tamaño de las vellosidades, esto produce el aumento del área de absorción de nutrientes en el intestino (Van Immerseel et al., 2004). El butirato de sodio puede utilizarse de manera libre o recubierta (microencapsulada), cuando se usa de manera recubierta, logra aumentar el modo de acción en el intestino, ya que queda protegido contra la degradación en medio ácido.
Al reconocer que el butirato cumple un rol importante en el mantenimiento de la mucosa intestinal, en el aumento de las vellosidades, en la digestibilidad de nutrientes y como agente antimicrobiano, se espera que con su uso haya una mejora en la absorción de nutrientes y, en consecuencia, una mejora en la calidad de la cáscara de los huevos de ponedoras livianas.
Basado en la información precedente, se llevó a cabo el presente experimento con el objetivo de evaluar niveles crecientes de butirato de sodio recubierto en la ración de gallinas ponedoras con edad avanzada sobre la integridad intestinal, la digestibilidad de nutrientes de la ración y la calidad de la cáscara.
Materiales y métodos
El experimentó se realizó en el Sector de Avicultura de la Escuela de Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Federal de Goiás (Brasil). Se utilizaron 320 ponedoras livianas del linaje Dekalb White con 61 a 76 semanas de edad. El modelo se realizó en bloques al azar con cuatro tratamientos: 0, 350, 700 y 1.000 g/t de aditivo comercial a base de butirato de sodio protegido (30 % de butirato de sodio protegido, Adimix Precision®) y seis repeticiones. En el periodo experimental, se realizaron los análisis de calidad de cáscara cada cuatro semanas. A las 76 semanas de edad, se realizó un ensayo metabólico y un análisis de integridad intestinal. Para los datos recolectados, se realizó análisis de varianza con ayuda del programa estadístico R (2015).
Resultados y discusión
En la Tabla 1, se verificó para el espesor de la cáscara que los tres niveles dietéticos de butirato de sodio utilizados (350, 700 y 1.000 g/t) presentaron un aumento en el espesor de la cáscara, sin diferencias entre los niveles utilizados. Para la resistencia al quiebre, el porcentaje y peso de la cáscara, se obtuvo el mejor resultado con 350 g/t de butirato de sodio recubierto, sin diferencias entre 700 y 1.000 g/t.
Los resultados del ensayo de digestibilidad (Tabla 2) demuestran que la inclusión de los diferentes niveles de butirato de sodio no generó diferencias (p> 0,10) para los coeficientes de la digestibilidad del nitrógeno (CMN), extracto etéreo (CMEE), materia seca (CMMS) y cenizas (CMCZ).
Al evaluar el balance de nutrientes, el nivel de 350 g/t obtuvo mayor retención de nitrógeno (BN). Con relación al balance de extracto etéreo (BEE), el tratamiento con uso de 1.000 g/t de butirato de sodio recubierto presentó una mayor retención. Al evaluar energía metabolizable aparente (EMA) y energía metabolizable aparente corregida por el nitrógeno (EMAn), los niveles de 700 y 1.000 g/t del aditivo comercial a base de butirato de sodio recubierto presentaron un aumento de EMA y EMAn.
Al analizar los resultados de integridad intestinal (Tabla 3), se comprobó que las aves que recibieron dietas con 1.000 g/t de butirato de sodio recubierto presentaron una mayor altura de vellosidades y mejor relación vellosidad/cripta en el duodeno y el yeyuno.
En el íleo, dietas con nivel de 350 g/t presentaron una mayor altura de vellosidades, una mayor relación vellosidad/cripta para 700 g/t y una menor profundidad de criptas con 350 g/t de butirato de sodio protegido.
El aumento en la altura de vellosidades y la relación vellosidad/cripta en el duodeno y el yeyuno obtenidos puede explicarse por el hecho de que el butirato de sodio es fuente de energía para la mucosa intestinal y se absorbe rápidamente para la producción de ATP (Young y Gibson, 1991). De este modo, el butirato desodio es capaz de acelerar el proceso de mitosis que ocurre en la región cripta-vellosidad (Boaro, 2009), lo que provoca un aumento en la tasa de proliferación celular y, en consecuencia, una mayor altura de las vellosidades intestinales y, por lo tanto, una mayor área de absorción de nutrientes (Maiorka et al., 2004). De acuerdo a Van Immerseel et al. (2004), el butirato de sodio protegido logra llegar al intestino del ave sin sufrir disociación, protegida por una matriz que se emulsionará e hidrolizará por la acción de las secreciones hepáticas y pancreáticas, liberando el ácido de manera disociada a lo largo de todo el intestino.
Además del aumento en el área de absorción de nutrientes en función del aumento de la altura de vellosidades y de la relación vellosidad/cripta, el efecto observado de aumento en el metabolismo de nutrientes puede explicarse por el efecto acidificante del butirato de sodio, el cual aumenta el tiempo de retención gástrica del alimento, esto mejora la actividad enzimática y aumenta la secreción pancreática (Mroz et al., 2000).
Las mejoras de la condición de desarrollo intestinal producidas por la inclusión del aditivo generaron mejores resultados de EMA e EMAn. De este modo, puede constatarse que la adición de butirato de sodio recubierto puede incrementar el valor energético de la ración. Por lo tanto, con el aumento de la digestibilidad de los nutrientes de la dieta y la mayor disponibilidad de energía para las aves, pueden ajustarse los niveles de energía en la formulación de la ración, ya que la energía es un factor de impacto en el costo de la ración. Como consecuencia de las mejores condiciones del intestino de las aves, y el consecuente aumento de la digestibilidad y la retención de nutrientes, se observó una mejora en la calidad de la cáscara de los huevos en las ponedoras alimentadas con raciones que contenían diferentes niveles de aditivo comercial a base de butirato de sodio recubierto.
Conclusión
Para mejorar la calidad de la cáscara, se recomienda el nivel de 350 g/t de aditivo comercial a base de butirato de sodio recubierto (30 % de butirato de sodio recubierto, Adimix Precision®).
Con relación a la integridad intestinal y la digestibilidad de los nutrientes, se recomienda el nivel 1.000 g/t del aditivo comercial, ya que con este nivel de inclusión se obtuvieron los mejores resultados para la altura de vellosidades y la relación vellosidad/cripta en el duodeno y el yeyuno, para energía metabolizable y balance de extracto etéreo.