La coccidiosis aviar

Es una enfermedad parasitaria causada por parásitos protozoarios del género Eimeria, afectando prácticamente a todas las especies avícolas domésticas y silvestres.

La transmisión se realiza vía feco-oral, mediante la ingesta de ooquistes esporulados presentes en la cama, procedentes de heces de otros animales enfermos, aunque también es posible una transmisión mecánica a través de polvo, utensilios, ropa de trabajadores…

El curso de la enfermedad (clínico/subclínico) y el poder patógeno del parásito están determinados por varios factores:

- Factores dependientes del parásito: Especie implicada y número de ooquistes ingeridos. - Factores dependientes del hospedador: Edad, estado nutricional e inmunitario del animal; infecciones concomitantes, deficiencias nutricionales... - Factores externos: Mala ventilación, humedad de la cama, y estrés ambiental o de manejo, que disminuye la ingesta del animal.

El curso clínico de la enfermedad se caracteriza por una diarrea hemorrágica, pudiendo presentar también altas mortalidades. Sin embargo, es más común que las aves presenten una coccidiosis subclínica, caracterizada por peores ratios productivos: índices de conversión, tasas de crecimiento, uniformidad de los lotes…

De forma adicional, la coccidiosis predispone a los animales a procesos de disbacteriosis, incremento de problemas de patas y a enfermedades tales como la enteritis necrótica (las lesiones causadas por Eimeria crean un ambiente favorable para la proliferación de Clostridium perfringens), dermatitis gangrenosa, espondilitis…
Todo ello hace que sea considerada una de las enfermedades infecciosas de mayor impacto económico en la avicultura industrial, tanto por las pérdidas productivas que ocasiona como por los costes de prevención y/o tratamiento que conlleva.

Durante décadas, el uso de anticoccidianos (antibióticos ionóforos y/o coccidiostatos químicos) en el alimento, y, más recientemente, el uso de vacunas ya sea de forma continua o como parte de programas de rotación o duales, a fin de evitar, o al menos retrasar la aparición de resistencias, han constituido un medio efectivo para el manejo de la coccidiosis. Todo ello sin dejar de lado unos buenos programas de medicina preventiva, bioseguridad, nutrición... así como el establecimiento de programas específicos que apoyen la salud intestinal.
Sin embargo, la alta capacidad de generación de resistencias de los coccidios frente a dichos compuestos (demostradas ya frente a los 11 coccidiostatos autorizados en la Unión Europea), junto a una mayor presión legislativa sobre su uso y una mayor demanda del mercado de productos más seguros, libres de residuos y respetuosos con el medio ambiente, conducen a un nuevo escenario en el que el uso de fitobióticos como herramienta de control de la coccidiosis juega un papel importante.

COCCILIP es el programa desarrollado por LIPTOSA para un control eficiente de la coccidiosis aviar, y engloba presentaciones tanto en líquido, para su administración a través del agua de bebida, como en polvo, para su uso en pienso.
Ambos productos, Coccilip L y Coccilip P, están basados en una combinación sinérgica de extractos de plantas, ácidos grasos y aceites esenciales, sometidos a un sistema de protección especial que permite la liberación y acción de sus compuestos activos a lo largo de todo el tracto digestivo. Su efectividad se basa en un triple mecanismo de acción:

- Actividad frente a Eimeria - Actividad frente a Clostridium perfringens - Efecto mejorador de la integridad intestinal

El uso de Coccilip Polvo en el pienso ofrece una alternativa a los coccidiostatos químicos, ya sea reemplazándolos totalmente o como parte de una alternativa más en los programas de rotación o duales, reduciendo así, el riesgo de aparición de resistencias.

Por otra parte, el uso de Coccilip Líquido a través del agua de bebida, está mas indicado para usos eventuales, como en casos de aparición de brotes clínicos, en aquellos momentos de mayor riesgo (entradas a naves de postura, cambios de piensos…).
Al carecer de periodo de supresión, se recomienda el uso de Coccilip durante la última fase del ciclo, reduciendo así la excreción de ooquistes y la carga infectiva de la cama, facilitando de esta forma las labores de desinfección previas a la entrada del siguiente lote de animales.

- NO genera resistencias - NO deja residuos - NO requiere periodo de retirada - Control de Coccidios y C. perfringens - Mejora de los índices productivos - Compatible con programas convencionales anticoccidia

Debido a su estudiada composición y a las sinergias entre sus compuestos, COCCILIP representa una herramienta útil no solamente en el control de la coccidiosis, sino también en el control de la enteritis necrótica, procesos frecuentemente relacionados. Diversos estudios han demostrado la eficacia de los compuestos activos de Coccilip frente a Clostridium perfringens, ya sea de forma directa como indirecta a través de una mejora de la integridad intestinal, conduciendo todo ello a mejoras en los índices productivos.