Introducción
La coccidiosis es una de las enfermedades parasitarias más devastadoras para la industria avícola, con pérdidas anuales que superan los 15.000 millones de dólares en todo el mundo (Sharma & Kim, 2024). Causada por diferentes especies de protozoos del género Eimeria, afecta al tracto digestivo de las aves, reduciendo la eficiencia alimentaria, la ganancia de peso y la producción de huevos en caso de gallinas ponedoras (Badri et al., 2024). A pesar de los avances en bioseguridad y nutrición, sigue siendo un desafío persistente, especialmente en sistemas de producción en suelo y jaula (Muthamilselvan et al., 2016).
1. Prevalencia y factores de riesgo
Un metaanálisis reciente estimó una prevalencia global de infección por Eimeria en pollos de carne del 44,3%, siendo E. tenella la especie más común (Badri et al., 2024). La incidencia es mayor en regiones de clima húmedo y cálido, favorecida por malas prácticas de manejo, alta densidad de población y condiciones deficientes de higiene. En gallinas ponedoras, la coccidiosis afecta a la absorción de nutrientes, empeorando los índices de conversión alimenticia y reduciendo la producción de huevos (Sharma & Kim, 2024).
2. Alternativas nutricionales para el control de la coccidiosis
2.1. Minerales y antioxidantes
La inclusión en la dieta de oligoelementos como el selenio y ácidos grasos poliinsaturados ayuda a mitigar el estrés oxidativo inducido por Eimeria, ya que estos compuestos refuerzan los sistemas de defensa del organismo. El selenio es un cofactor de enzimas relacionadas con el metabolismo antioxidante, fundamentalmente del glutatión peroxidasa, que reduce el daño celular causado por los radicales libres generados durante el curso patológico. La glutatión peroxidasa (GPx) protege a las células del daño oxidativo al reducir el peróxido de hidrógeno y los peróxidos lipídicos formando agua y alcoholes, utilizando glutatión (un tripéptido constituido por los aminoácidos glutamato, cisteína y glicina) como agente reductor.
Por otro lado, los ácidos grasos poliinsaturados poseen ciertas propiedades antiinflamatorias y mejoran la integridad de la mucosa intestinal, reduciendo la proliferación de Eimeria y mejorando la absorción de nutrientes (Sharma & Kim, 2024). En gallinas ponedoras, se ha demostrado que la suplementación con ácidos grasos omega-3 mejora la respuesta inmune y reduce la severidad de la infección (Muthamilselvan et al., 2016).
2.2. Fitobióticos y extractos naturales
Diversos estudios han demostrado el potencial de los fitobióticos como alternativas a los fármacos controladores de la coccidiosis convencionales. Un estudio sobre extractos de plantas que contienen polialcoholes como el carvacrol, timol y eugenol, evidenció mejoras en la integridad intestinal y la eficiencia alimenticia de los pollos (Muthamilselvan et al., 2016). Estos compuestos han demostrado capacidad para interferir en el ciclo biológico de Eimeria y modular al mismo tiempo la respuesta inmune del hospedador.
La inclusión de fitobióticos en la dieta ha demostrado ser una estrategia eficaz para mitigar el impacto de Eimeria en la producción avícola. Un estudio reciente (Felici et al., 2023) evaluó los efectos de estos compuestos sobre la supervivencia de Eimeria tenella y concluyó una reducción de la invasión de esporozoítos en las células epiteliales intestinales hasta en un 55%. Además, el carvacrol y el timol mostraron una capacidad significativa para alterar la membrana celular de los parásitos y reducir su viabilidad en las primeras horas post-infección, pues alteran su estructura y dificultan su desarrollo. Estos compuestos poseen propiedades antiinflamatorias que ayudan a mantener la integridad de la mucosa intestinal y a reducir la proliferación del parásito. Por otro lado, el eugenol ha mostrado capacidad para modular la respuesta inmune, reduciendo el daño inflamatorio inducido por la infección (Sharma & Kim, 2024). Se ha observado que estos polialcoholes también disminuyen la expresión de interleucinas proinflamatorias, como IL-8 y IL-6, lo que contribuye también a reducir la inflamación intestinal y mejorar la salud de manera integral (Felici et al., 2023).
3. Uso de Inteligencia Artificial (IA) en el diagnóstico y control de las coccidiosis
La Inteligencia Artificial está emergiendo como una herramienta prometedora en la monitorización y control de la coccidiosis aviar. Ciertos algoritmos de aprendizaje automático pueden analizar patrones de consumo de alimento, localización de las aves, deposiciones, u otras anomalías presentes en las granjas asociadas a una infección por Eimeria para detectar infecciones tempranas (Sharma & Kim, 2024), o analizar imágenes post-mortem e histológicas para detectar una infección más avanzada, complementando este análisis con el diagnóstico veterinario. Además, sensores IoT (Internet of Things, en español: ‘’Internet de las cosas’’) combinados con IA permiten un monitoreo continuo de los factores ambientales y de salud, optimizando las estrategias de prevención.
A medida que estas tecnologías continúan evolucionando, la integración de modelos predictivos en la producción avícola podría marcar un antes y un después en la gestión sanitaria. ¿Será la IA, como ya lo son las estrategias nutricionales, una importante clave para erradicar la coccidiosis en el futuro?
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