INTRODUCCIÓN
El desarrollo y mejora genética de las aves ha ocasionado un aumento notable en la susceptibilidad de estas a enfermedades respiratorias, tanto por causas ambientales como por causas infecciosas. Entre las causas infecciosas tenemos a los virus, las bacterias, los hongos, entre otros. Los patógenos bacterianos son importantes causantes de enfermedades respiratorias en aves domésticas. En muchos casos, las bacterias colonizan el aparato respiratorio después de una infección viral o estrés medioambiental; mientras que, en otros casos, son la causa primaria de la enfermedad respiratoria (Glisson, 1998).
Uno de estos agentes es la bacteria Avibacterium paragallinarum, causante de una enfermedad que afecta el tracto respiratorio superior de pollos y gallinas conocida como Coriza Infecciosa. Esta enfermedad se caracteriza por estornudo, descarga nasal e inflamación de senos infraorbitarios. El impacto económico que produce la Coriza Infecciosa se refleja en la reducción en la producción de huevos, incremento del número de aves desechadas y retraso del crecimiento (Blackall y Soriano, 2008; Calderón et al., 2010).
El período de incubación de la Coriza Infecciosa es de 24 a 48 horas, siendo los signos característicos el exudado nasal seroso o mucoso, estornudo, inflamación de senos infraorbitrarios, edema facial y conjuntivitis. Las aves pueden tener diarrea y el consumo de agua y alimento generalmente se reduce; en gallinas de postura la reducción en la producción de huevos puede llegar al 58,7 % (Soriano y Terzolo, 2004).
Para el tratamiento de Coriza Infecciosa se han utilizado varios antibióticos como son el caso de la doxiciclina y el florfenicol. Estos son antibióticos de amplio espectro que actúan tanto sobre bacterias Gram positivas como Gram negativas, así como en algunas especies de ricketsias y clamidias (Prescott, 2002). Ambos tienen acción bacteriostática, ya que actúan sobre receptores ribosomales bacterianos 50s para florfenicol y 30s para doxiciclina, bloqueando la comunicación entre ARNr y ARNt, inhibiendo así la síntesis proteica bacteriana (Plumb, 2002) y por lo tanto el crecimiento y la multiplicación de los microorganismos (Adams, 2003). Sin embargo, en recientes investigaciones se cree que, la doxiciclina también tendría un efecto en la subunidad ribosomal 50s (Sumano y Ocampo, 1997; Plumb, 2002; Adams, 2003).
Dentro de los fármacos que pueden ayudar a controlar los síntomas clínicos ocasionados por el Avibacterium paragallinarum tenemos a la clorfenamina, bromhexina y ácido acetilsalicílico. La clorfenamina es un antihistamínico que compite con la histamina por los receptores H1, presentes en las células efectoras, evitando las respuestas mediadas por esta (Bishop, 2005). La bromhexina es un agente mucolítico y expectorante utilizado en el tratamiento de problemas respiratorios, aumenta la producción de moco seroso en el tracto respiratorio y hace que la flema sea delgada y menos pegajosa (EMEA, 1998; Bishop, 2005). El ácido acetilsalicílico es un antiinflamatorio no esteroideo que interfiere con la síntesis de las prostaglandinas inhibiendo de forma irreversible la ciclooxigenasa, una de los dos enzimas que actúan sobre el ácido araquidónico (Sumano y Gutiérrez, 2010).
El presente estudio evaluó el efecto terapéutico que produce una combinación de los fármacos antes mencionados, en el control de la presentación de síntomas clínicos, al producirse una infección experimental con Avibacterium paragallinarum.
MATERIAL Y MÉTODOS
Lugar de estudio y animales
El estudio se realizó en los módulos experimentales del Laboratorio de Patología Aviar de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, está ubicado en Lima, Perú. La fase experimental se desarrolló entre los meses de enero y febrero del 2015.
Se utilizaron 160 pollos de engorde, machos de un día de edad, de la línea Cobb Vantress 500. El alimento utilizado fue de tipo comercial y fue administrado ad libitum, según la fase de producción en la que se encontraban. El consumo de agua fue restringido sólo los días de tratamiento, que fue controlado para asegurarse que reciban la dosis correcta.
Diseño Experimental
Las aves fueron separadas aleatoriamente en baterías a los 19 días de edad. Se dividieron en 8 grupos tratamiento (T), de 4 repeticiones cada uno, considerando 5 aves por repetición, haciendo un total de 20 aves por grupo. Cada jaula fue rotulada por el grupo al que pertenecían y el número de repetición correspondiente. Los tratamientos fueron dosificados vía agua de bebida, por 7 días consecutivos, de la siguiente manera:
- T1: Doxiciclina (DO), Florfenicol (FL), Clorfenamina (CL), Bromhexina (BR) y Ácido Acetilsalicílico (AAS) después que las aves fueron infectadas y mostraron signos clínicos leves. La dosis utilizada fue equivalente a 100 mg de DO, 200 mg de FL, 10 mg de CL, 5 mg de BR y 125 mg de AAS en 2 litros de agua de bebida.
- T2: FL después que las aves fueron infectadas y mostraron signos clínicos leves. La dosis utilizada fue equivalente 200 mg de FL en 2 litros de agua de bebida.
- T3: DO después que las aves fueron infectadas y mostraron signos clínicos leves. La dosis utilizada fue equivalente a 100 mg de DO en 2 litros de agua de bebida.
- T4: CL, BR y AAS después que las aves fueron infectadas y mostraron signos clínicos leves. La dosis utilizada fue equivalente a 10 mg de CL, 5 mg de BR y 125 mg de AAS en 2 litros de agua de bebida.
- T5: DO y FL después que las aves fueron infectadas y mostraron signos clínicos leves. La dosis utilizada fue equivalente a 100 mg de DO y 200 mg de FL en 2 litros de agua de bebida.
- T6: FL puro después que las aves fueron infectadas y mostraron signos clínicos leves. La dosis utilizada fue equivalente a 200 mg de FL en 1 litros de agua de bebida.
- T7: DO pura después que las aves fueron infectadas y mostraron signos clínicos leves. La dosis utilizada fue equivalente a 100 mg de DO en 1 litros de agua de bebida.
- T8 (Control negativo): Agua sin tratamiento
A los 29 días de edad, todas las aves fueron inoculadas con una cepa patógena de Avibacterium paragallinarum serogrupo C, suspendida en yema de huevo, a una dosis de 120 μL (106 UFC/mL), equivalente a 4 gotas de inóculo por ave. La inoculación fue aplicada simultáneamente vía intranasal y ocular, utilizando un gotero.
Luego de la inoculación, las aves fueron evaluadas diariamente indicando su sintomatología. Dentro de las 48 horas post desafío empezaron a presentar síntomas clínicos y se procedió a la administración de los tratamientos. Todos los grupos fueron observados y evaluados diariamente hasta 12 días posteriores al desafío.
Parámetros de evaluación
Se evaluaron los signos clínicos diariamente y en forma individual, desde el día 1 al 12 post inoculación. Se midió la severidad y el número de aves afectadas con signos clínicos de Coriza Infecciosa en los grupos desafiados/medicados versus el control/desafiado. Los signos clínicos evaluados fueron descarga nasal, hinchazón de senos infraorbitarios y barbillas. Para describir el grado de severidad de estos se utilizó una escala del 1 al 3 (Jones et al., 1992; Jirjis et al.,
2004), considerándose leve, moderada y severa respectivamente. Además, se tomó en cuenta el número o porcentaje de aves afectadas por grupo y la mortalidad presentada.
RESULTADOS
Los resultados de la siguiente evaluación de signos clínicos respiratorios, hasta los 12 días post desafío (d.p.d.) están descritos a continuación:
Gráfico 1. Porcentaje total de aves con signos clinicos de Coriza infecciosa por tratamiento hasta los 12 d.p.d. clínicos.
En el Grafico 1 podemos observar el porcentaje de aves que presentaron signos clínicos luego de la infección con Avibacterium paragallinarum hasta 12 días después de realizado el desafío, siendo el Grupo T8 (Control) el que presenta mayor porcentaje de la presencia de estos en las aves.
Gráfico 2. Eficacia de la medicación (%) en el control de signos clinicos especificos de Coriza infecciosa por tratamiento hasta los 12 d.p.d.
En el Gráfico 2 se observa el porcentaje de eficacia de la medicación con los diferentes tratamientos sobre los signos clínicos específicos respecto al grupo control. En cuanto a la presencia de inflamación de barbillas en las aves se observó que no se presentó en las del Grupo T2 y casi estuvo ausente en las del Grupo T1 (83.3%). Asimismo, el efecto en el control de inflamación de senos infraorbitarios fue mejor el obtenido en el Grupo T1 donde se presentaron 77,8 % de aves sin este signo.
Cuadro 1. Evaluación clínica y severidad a los 12 días post desafío.
Al término de la evaluación de signos clínicos (12 d.p.d.) se observó que las aves de los Grupos T1, T2, T4, T5 y T7 no presentaron secuelas de inflamación de barbillas y senos infraorbitarios (Cuadro 1).
En algunos grupos tratados se presentó mortalidad post desafío durante el periodo de evaluación de signos clínicos, los cuales no estuvieron relacionados a la infección.
DISCUSIÓN
En el presente estudio se observó presentación clínica de Coriza Infecciosa en todos grupos desafiados. Sin embargo, sólo las aves del Grupo T1 (DO+FL+CL+BR+AAS) manifestaron los signos clínicos en menor cantidad y con menor grado de severidad.
El grado de severidad es un parámetro importante en la evaluación de signos clínicos para medir eficacia de una droga (Goren et al., 1988; Jirjis et al., 2004; Bermudez y Stewart-Brown, 2008). Por lo tanto, a los 12 d.p.d., la presencia de secuelas severas de Coriza Infecciosa como inflamación de barbillas y senos infraorbitarios en las aves fue observada en los grupos con menor eficacia. Mientras que el grupo T1 no se observaron aves con secuelas de Coriza Infecciosa. Demostrando mayor eficacia en comparación con el resto de grupos. Estos resultados indican que las aves tuvieron mayor recuperación debido al uso combinado de antibióticos, antihistamínico, mucolítico y antiinflamatorio. El efecto individual de estos fármacos ha sido demostrado en diferentes estudios en animales (EMEA, 1998; EMEA, 1999; EMEA, 2003; Roussan et al, 2008). No obstante, no se han realizado pruebas que combinen estos fármacos para su uso en aves. Asimismo, en el grupo tratado con florfenicol 200 mg (T2) se observaron menores signos clínicos que en el resto de grupos desafiados pero mayores que en el T1. Estos resultados soportan los hallazgos de un estudio previo hecho por Luna (2014) donde observó que las cepas aisladas de A. paragallinarum presentaron mayor sensibilidad al florfenicol.
CONCLUSIONES
En conclusión, el uso de la asociación de fármacos a base de doxiciclina, florfenicol, clorfenamina, bromhexina y ácido acetilsalicílico lograron controlar en su totalidad los signos clínicos causados por el Avibacterium paragallinarum a los 12 días post infección.