Efectos de una proteasa monocomponente en dietas para pollo de engorde con niveles crecientes de inhibidores de tripsina

En la naturaleza, la soya (soja) posee una serie de metabolitos secundarios conocidos como factores antinutricionales. Estos compuestos afectan adversamente el crecimiento de las aves, la eficiencia alimenticia y la digestibilidad de los nutrimentos, particularmente la proteína.Los factores antinutricionales que se encuentran más comúnmente en las soyas son los taninos condensados, lectinas, inhibidores de la amilasa, fitato, alcaloides, saponinas y, principalmente, los inhibidores de la proteasa, principalmente los factores de Kunitz y Bowman-Birk (Hamza y Abu-Tarboush, 1998; Trugo et al., 2000; Oliva y Sampaio, 2009). Estos inhibidores son proteínas y, por lo tanto, sufren desnaturalización por la acción de la temperatura (Drew et al., 2007), durante el procesamiento de la soya para producir el frijol tostado o la torta (pasta o harina). La presencia de estos factores en la soya por lo general se determina utilizando la prueba rápida de ureasa, cuyo resultado es mayor mientras menos desnaturalizados estén estos factores (Ruiz et al., 2004). En los productos de soya tratados térmicamente de manera insatisfactoria, dichos factores deprimen el crecimiento animal por inhibición de la acción de la tripsina y la quimiotripsina pancreáticas, causando hipertrofia del páncreas (Carvalho et al., 2002). La adición de proteasa mejora la digestibilidad de las proteínas y puede complementar la acción de las enzimas endógenas (Wiryawan y Dingle, 1999). Este experimento se realizó con el objeto de evaluar la suplementación de una proteasa monocomponente en alimentos elaborados a base de soya con diferentes tiempos de tratamiento térmico.

El experimento se llevó a cabo en la sala de metabolismo del Aviario de Docencia e Investigación de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, Brasil. Se utilizaron 400 pollos machos Cobb de un día de edad (8 tratamientos x 5 repeticiones x 10 aves por jaula). El primer día las aves se pesaron para que las de cada jaula tuviesen un peso similar. Los errores de sexado se descartaron el primer día de edad. Las aves se alojaron en jaulas metabólicas de 0.80 x 0.90 m² y se mantuvieron bajo iluminación artificial 24 horas al día durante todo el período experimental. El primer día se mantuvo la temperatura en 32ºC para luego reducirla a razón de 0.5ºC al día hasta llegar a 22ºC, permaneciendo así hasta el final del experimento. Se utilizaron bebederos y comederos de tipo infantil (de 1 a 14 días) para luego cambiarlos a los de tipo canaleta (de 15 a 28 días). El agua y el alimento se administraron a voluntad durante todo el período experimental. El tratamiento térmico en autoclave se aplicó a la soya in natura durante 0, 105, 110 ó 135 minutos (120ºC, con 1.5 atmósferas), respectivamente, y la actividad de ureasa se determinó por duplicado (Cuadro 1). Posteriormente se elaboraron dietas basales utilizando los cuatro tipos de soya tratada en autoclave, a un nivel de inclusión del 20%, con dos niveles de suplementación (0 y 200 ppm) cada una. Las dietas se formularon siguiendo los niveles habituales de, la industria brasileña y se ofrecieron en forma de harina (Cuadro 2). El estado sanitario general y la mortalidad de las aves se supervisaron y se registraron diariamente y lo mismo se hizo con las temperaturas máximas y mínimas. Los parámetros del desempeño zootécnico: ganancia de peso corporal, conversión alimenticia y consumo de alimento se registraron semanalmente. A los 28 días de edad, 320 aves (ocho por jaula) se seleccionaron y se identificaron individualmente, para luego determinar el rendimiento en canal y el y el contenido de grasa abdominal, además del peso del páncreas y del duodeno. El diseño experimental fue completamente al azar, bajo un arreglo factorial 2 x 4 (dos niveles de proteasa x cuatro niveles de ureasa).

Cuadro 1. Valores de Actividad de ureasa en la soya tratada térmicamente¹

Cuadro 2. Composición de las dietas experimentales y niveles estimados de nutrimentos

 

Según los resultados que aparecen en el Cuadro 3, las aves suplementadas con proteasa presentaron mejores parámetros zootécnicos y mayor rendimiento en canal con menos depósito de grasa abdominal. Varios autores han publicado efectos benéficos del tratamiento térmico de diversos granos y semillas, especialmente de la soya, sobre el rendimiento de las aves, particularmente durante los estadios iniciales de su vida, gracias a la desnaturalización de estas proteínas antes de la digestión en el tracto gastrointestinal (Gracia et al., 2003; Clarke y Wiseman, 2007). No se observó interacción entre la proteasa y la ureasa, y los efectos adversos sobre el desempeño zootécnico y el rendimiento en canal fueron graduales de manera acorde fueron graduales de manera acorde con los niveles de ureasa. La falta de una mayor expresión de la suplementación con enzimas sobre el rendimiento animal se puede deber al hecho de que los inhibidores de proteasa, presentes en la soya cruda, pueden ser responsables solamente del 40% de la depresión del crecimiento de las aves y de la hipertrofia pancreática. De esta manera, es necesario considerar a otras sustancias capaces de ejercer efectos nocivos sobre la fisiología del animal, garantizando su inactivación mediante el uso de los tratamientos térmicos apropiados (Leeson y Atteh, 1996). Se consideró que los niveles crecientes de ureasa causaron un incremento en el peso relativo del páncreas y el duodeno, pero la suplementación del alimento con proteasa redujo el tamaño de estos órganos, independientemente de los niveles de ureasa (Cuadro 3)

Cuadro 3. Desempeño zootécnico, rendimiento después del sacrificio y peso relativo de los órganos de las aves cuyo alimento contenía niveles crecientes de ureasa¹, suplementados o no con proteasa, de 1 a 28 días de edad

La suplementación del alimento con proteasa mostró ser efectiva para mejorar el desempeño y las medidas del rendimiento de las aves. Niveles crecientes de ureasa afectaron el desempeño de las aves y generaron el aumento del tamaño relativo del páncreas y el duodeno.

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