La mayor influencia en procesos de la inocuidad alimentaria, las progresivas inquietudes por la salud animal y la protección del ambiente, el acrecentamiento del costo de los alimentos balanceados, la mayor tenacidad a los antibióticos y las fuertes tendencias globales para reducir los antibióticos promotores del crecimiento, son factores que muestran que los compuestos conocidos como aditivos fitógenos o fitogénicos se observen como una de las soluciones más importantes en la nutrición animal en el futuro cercano. Están hechos de extractos estandarizados de principios activos de diferentes especias y plantas que se microencapsulan para un mejor almacenamiento y resistencia al proceso térmico. Algunos ejemplos, el ajo y cebolla, que se extraen compuestos que aumentan el flujo sanguíneo; del romero o tomillo, de los cuales se obtienen antioxidantes y saponinas, que reducen el amoniaco y mejoran la digestibilidad, y de los cítricos se obtienen flavonoides que fungen como antioxidantes para reducir el estrés oxidativo. Por otro lado, estimulan la producción de jugos gástricos y enzimas en el sistema digestivo. La mayor actividad enzimática mejora la digestión de nutrientes y por lo tanto aumenta la disponibilidad de los mismos y de los minerales para la absorción. Al haber una mejor salud animal, se fortalece el sistema inmunitario, pues se reduce la inflamación intestinal; lo que se promueve es una flora intestinal óptima, con lo que el uso de antibióticos se puede reducir al mínimo. Hay que recordar que los antibióticos tienen efectos antibacterianos y en general se usan para el control de patógenos. Los extractos vegetales no son antibacterianos, sino estimulantes del sistema digestivo, que mejoran la permeabilidad de la pared intestinal y la digestibilidad de nutrientes. Los aditivos fitogénicos promueven un mejor bienestar animal porque se reduce el problema del amoniaco en 50 por ciento. Esto no nada más es una beneficio ambiental, sino de bienestar para el ave, pues a nivel del pollo es donde más amoniaco hay, lo que afecta el sistema respiratorio. También hay menos humedad en cama y menos lesiones en las almohadillas plantares. Con los aditivos fitogénicos se proporciona un valor nutricional adicional, por ejemplo, proteína cruda (aminoácidos) a la fórmula del alimento, al aumentar la síntesis de proteasas en el tubo intestinal. Yo creo que sí está listo para sumir este nuevo reto ya que hemos usado diversas plantas en diferentes enfermedades como para corregir deficiencias por que los antibióticos no producían el efecto esperado, el uso de aditivos fitogénicos se tiene que cambiar todo el programa de nutrición, manejo, higiene y bioseguridad. Hay que prepararse para los nuevos cambios que se avecinan en la producción avícola.
Felicitarlo y saludarlo por tal brillante trabajo
Ing. Oswaldo Seclén