Antecedentes
La producción de aves libre de antibióticos se está incrementando en el mundo. Esta tendencia del mercado comenzó hace algunos años en la Unión Europea y se volvió obligatoria en 2006. Entonces, para satisfacer las expectativas de los consumidores, muchos países están ahora produciendo pollo libre de antibióticos promotores de crecimiento (APC), aún cuando las regulaciones nacionales permitan su uso. Aunado a la situación normativa, los cambios recientes en los costos de producción de la industria de alimentos balanceados, han afectado significativamente los costos de los nutrientes y energía en la nutrición animal. Los aditivos basados en extractos de plantas son considerados con una alternativa para sustituir los APC, desde el punto de vista técnico y económico. Estos extractos de plantas son probablemente los productos más antiguos utilizados en medicina humana, pero su uso en animales es relativamente nuevo (Kamel, 2000).
El uso de los extractos de plantas en la nutrición animal se convirtió en una realidad, tanto por las ventajas económico productivas que han mostrado en producción, como por la seguridad de su inclusión y su nula residualidad.
¿Qué son los extractos de plantas?
Los extractos de plantas son metabolitos secundarios que, generalmente, ejercen una función de defensa de las plantas frente a agresiones externas: estas sustancias protegen a las plantas de organismos patógenos y herbívoros, y le sirven de defensa frente a otras plantas y otros procesos abióticos que causan estrés, como son la desecación y la radiación ultravioleta (Briskin, 2000). La mayoría de estos metabolitos son derivados de isopropenos, flavonoides y glucosinolatos. La composición química de los extractos de plantas es muy variada, y con efectos diferentes, como, efectos bactericidas y bacteriostáticos (capsaicina, carvacrol, cinamaldehido, eugenol, alicina, cineol, curcumina) que pueden llegar a ser "selectivos". Algunas otras investigaciones señalan incluso efectos coccidiostáticos(Cuadro 1).
Cuadro 1. Plantas utilizadas en la alimentación animal.
Steiner, 2006
Por otra parte muchas esencias de aceites son volátiles, irritantes (capsaicina, piperina, zingerol), corrosivos y pueden reaccionar con otros ingredientes o aditivos de la dieta que los pueden hacer poco apetecibles y fácilmente oxidables(Mellor, 2005). Por esta condición, suele ser necesario encapsular estos extractos con objetivo de hacer más seguro y eficiente su manejo, además de proteger los componentes activos de los procesos tecnológicos (presión, temperatura, humedad) y evitar interacciones durante el proceso de elaboración de las dietas.
¿Cómo trabajan?
Los extractos de plantas pueden tener efectos sinérgicos cuando se mezclan entre sí y también se pueden combinar con otros aditivos, en especial con ácidos orgánicos, pues sus mecanismos de acción se complementan (Ricke y col, 2005).
Su principal actividad la tienen en tracto digestivo, modificando la flora microbiana a través de su actividad antimicrobiana, o por la misma estimulación de la eubiosis (balance de la microflora benéfica); como consecuencia se tiene una mejor utilización y absorción de los nutrimentos o la estimulación del sistema inmunológico (Wenk, citado por Barug et al, 2006). Se ha demostrado que los extractos de plantas pueden modificar el sistema inmunológico, mejorando la eficacia de los granulocitos, los macrófagos y las "células asesinas naturales", hecho interesante para situaciones de estrés entérico. Otras actividades fisiológicas comprenden funciones anti-inflamatorias, antioxidantes, diuréticas, endocrinológicas (Santoma, et al. 2006). Ahora ya se acepta que los extractos de plantas promueven efectivamente los mecanismos de defensa contra infecciones microbianas, tumores y estrés oxidativo; por ejemplo en recientes publicaciones se ha discutido sobre el incremento de la resistencia contra muchas enfermedades infecciosas incluyendo coccidiosis.
Algunas otras respuestas, tales como, mejorar el consumo de alimento y la secreción de jugos digestivos, efectos antibacteriales, antihelmínticos, incluso antivirales, teniendo efecto adyuvante en las vacunaciones virales (Wenk, 2006). El consumo de estos extractos también incrementa la cuenta de leucocitos, y los títulos de anticuerpos humorales, durante períodos de consumo mayores a 21 días (Zentek y Mader, 2006).
Recientemente, en el campo de la nutrigenómica, se han dado avances muy importantes y se ha definido que para algunos extractos ya se tienen identificados los genes que se alteran de manera positiva o negativa, para responder a cuadros intestinales infecciosos, mejorar el metabolismo de nutrimentos, y mejorar el estatus inmunológico, cuando se adicionan extractos de plantas a las dietas de las aves (Kim et al, 2008).
En resumen, los extractos de plantas involucran un mejor estatus inmunológico, incremento de peso y una mejor utilización de los nutrimentos y la energía. A medida que pasa el tiempo, se cuenta con investigaciones contundentes que dan soporte técnico al modo de acción de muchos de los extractos de plantas disponibles.
Literatura Citada.
- Barug et al. 2006. Antimicrobial growth promoters. 329-340.
- Briskin, D. P. 2000. Plant Physiology 124, 507-514.
- Kamel, C. 2000. Feed Mix Special 2000, 19-21.
- Kim et. Al. 2008. Abstract, Poult. Sci.
- Mellor, S. 2005. Feed Mix 13 (4), 22-24.
- Ricke, et al. 2005. Poultry Sci. 84, 667-675.
- Santoma, et al, 2006.Fedna. 23-55.
- Steiner, T. 2006. Managing gut health. 55-68.
- Zentek, J and Mader, A. 2006. World Nutrition Forum. Biomin