El peligroso virus H5N1, potencialmente mortal si se transmite a humanos, fue detectado en la isla de Ruegen. Esta madrugada encontraron más animales muertos. La enfermedad ya llegó también a Italia, Grecia, Eslovenia y Austria.
La amenaza de una epidemia de gripe aviar en Europa se vuelve cada vez más real. Hoy las autoridades sanitarias alemanas confirmaron que el virus hallado en al menos dos de cuatro cisnes que fueron hallados muertos en la isla de Ruegen, cerca de Dinamarca, es del tipo H5N1, transmisible a humanos y potencialmente mortal. Los resultados locales todavía deben ser confirmados en Gran Bretaña.
En la misma zona en la que aparecieron los dos ejemplares analizados, esta mañana se encontraron otros ocho cisnes muertos. La encargada de los servicios veterinarios de la región, Maria Dayen reconoció que la situación es grave pero no catastrófica debido a que, al menos por el momento, no hay aves de corral enfermas.
El Ministerio de Agricultura del estado federado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, en el que se encuentra la isla, ordenó la creación de un comité de crisis, decretó el encierro inmediato de las aves en los corrales y prohibió los mercados y exposiciones.
De todos modos, los expertos llamaron a la población a la calma y resaltaron que la epidemia de gripe aviaria afecta fuertemente al sureste de Asia y no a Europa, donde, además, el contacto de humanos con las aves es mucho menor.
Los casos detectados en el norte de Alemania de gripe aviar se suman a los que ya se habían detectado en Italia, Grecia, Eslovenia y Austria, y el mayor temor es que se multiplique entre las aves salvajes con el regreso de las aves migratorias desde el sur a Europa en la primavera boreal y llegue a infectar a las aves de corral.