Según un estudio realizado por la universidad de Harvard, presentado en una conferencia internacional sobre la gripe aviar celebrada esta semana en París, un
96 % de los fallecimientos se produciría en los países en vías de desarrollo y sólo el 4 en el mundo desarrollado.
Murray precisa que comparadas las cifras de muertes por la gripe española entre 1918 y 1920 con la población mundial de 2004 “hemos llegado a la conclusión de una
hecatombe posible con entre 51 a 81 millones de muertos si el virus de la gripe aviar mutara”. Los países más afectados serían los del sudeste de Asia (30 por ciento), el África subsahariana (29) y el este de Asia (19).
El investigador dice que hay “varias razones para esperar que la situación sea menos dramática que la prevista por nuestros cálculos”: la existencia de antivirales, de vacunas y antibióticos para las infecciones pulmonares secundarias no disponibles en 1918.
Advirtió de la necesidad de evitar la muerte a causa de una infección bacteriana secundaria, un fenómeno muy habitual en caso de propagación de un virus humano muy agresivo, que aunque a veces no mata directamente puede debilitar el organismo y favorecer el contagio de un segundo.
Desde su aparición, la gripe ha causado la muerte de 185 personas de las 306 contagiadas, la mayor parte de ellas después de 2003, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). A la reunión del Instituto Pasteur de París acudieron más de doscientos especialistas de 23 países para abordar los últimos avances sobre el virus H5N1.
Lic. en Ciencias Animales, Doctor en Filosofía - PhD, Ciencia Animal (Ciencia Avícola) / Gestión de micotoxinas en las Américas Estados Unidos de América