Introducción
En Perú se notificó oficialmente la enfermedad de LTI en agosto de 2008 después de la aparición de varios brotes que se iniciaron en el segundo trimestre de ese año y se caracterizó por una alta morbilidad y mortalidad. La enfermedad se reportó por primera vez en las granjas avícolas en el departamento de Lima. Más tarde, fue descrita en otras áreas incluyendo los Departamentos de Arequipa, Ancash, Ica, La Libertad y Tacna (OIE WAHID Interface, 2010).
El propósito de este estudio es el de cuantificar el impacto en términos de producción y rentabilidad en empresas avícolas del Perú, antes y después del uso de una vacuna vectorizada contra laringotraqueítis infecciosa usando como vector el virus de viruela.
Materiales & Métodos
Encuesta
Se realizó una encuesta dirigida a los directores técnicos de nueve empresas avícolas en Perú. La información requerida se dividió en tres partes. La primera incluyó los parámetros productivos de los lotes que no fueron afectados por el virus de laringotraqueítis infecciosa con resultados históricos normales. La segunda parte de la encuesta incorporó datos históricos de producción de los lotes que enfrentaron un desafío de campo con el virus de LTI y presentaron síntomas clínicos. Por último, la tercera parte incorporó datos productivos y sanitarios de lotes vacunados con la vacuna vectorizada ubicados en áreas de alto desafío de LTI.
Resultados & Discusión
Localidades
Durante este estudio se estableció contacto con 9 empresas de las que se recopiló datos productivos de sus operaciones. Las empresas encuestadas con sus líneas de producción y de las líneas genéticas usadas se resumen en la Tabla 1.
Tabla 1. Línea de Producción de las empresas encuestadas.
Brotes de LTI reportados
El diagnóstico de los brotes de LTI se confirmó por signos clínicos y lesiones, ELISA, PCR o ambos (Tabla 2).
Tabla 2. Métodos de diagnóstico de LTI y la fecha del primer brote de LTI.
Parámetros productivos en lotes de aves afectadas durante los brotes de LTI
La información recopilada permitió cuantificar el impacto productivo de los brotes de LTI en comparación con los datos históricos y normales de las empresas encuestadas. En los pollos de engorde la mortalidad durante el brote de LTI superó en 8,2% a 12,51% los parámetros normales, mientras que la ganancia diaria de peso promedio (ADWG) tuvo una reducción de 6,65 a 8,28 g. Los datos recolectados en las granjas de ponedoras afectadas por LTI mostraron que durante la enfermedad la mortalidad aumentó de 5,46% a 16,32% en postura y 35,22% en una granja de cría. Además, el número de huevos por ave alojada (ENHH) y la masa de huevos por ave alojada (EMHH) sufrió una disminución en el rango de 10,7 a 74,4 huevos y de 0,7 a 4,65 Kg, respectivamente, en comparación con el rendimiento esperado de las tablas de referencia de cada línea genética.
Pérdidas económicas causadas por LTI
Las empresas encuestadas reportaron una disminución en las condiciones físicas de las aves durante el inicio de los síntomas de LTI. Al final del ciclo de producción, los productores de pollos de engorde afectados con LTI reportaron pérdidas del orden del 21,74% al 25,68% del valor de venta esperado. En ponedoras comerciales, estas pérdidas oscilaron entre el 6,16% al 38% del valor de venta esperado, teniendo en cuenta el aumento de la mortalidad, tanto en la cría como en la postura. Por el contrario, la aplicación de la vacuna vectorizada representaba sólo 1,05% del valor previsto de los pollos de engorde, mientras que en ponedoras esta cifra osciló entre 0,18% a 0,36%.
Persistencia del virus de campo de LTI en las zonas estudiadas
Diferentes programas de vacunación con la vacuna vectorizada fueron usados en las empresas avícolas encuestadas (Tabla 3). Con el fin de confirmar desafíos de campo de LTI en lotes de aves vacunadas con la vacuna vectorizada en la empresa No. 5, veinte muestras de sangre fueron tomadas de pollos de engorde de 40 días de edad para realizar ELISA en un laboratorio local. Además, dos muestras de tráquea y dos muestras de conjuntivas se prepararon en tarjetas FTA. Más tarde, 4 muestras más de tráquea de aves de 46 días se prepararon en tarjetas FTA. Todas las tráqueas y conjuntivas muestreadas fueron enviadas a la Universidad de Georgia para realizar PCR en tiempo real (qPCR).
Tabla 3. Programas de vacunación con Vacuna vectorizada.
Para la prueba de ELISA se usó un kit comercial (Synbiótics®, Kansas, MO). El resultado de esta prueba fue negativo a la identificación de anticuerpos para LTI. Los resultados del análisis de qPCR mostraron positividad para el virus de laringotraqueítis infecciosa en 7 de las 8 muestras analizadas, indicando un desafío de campo reciente del virus de ILT sin seroconversión todavía en las aves de los lotes afectados.
Este estudio muestra el impacto económico severo del virus de LTI cuando se presenta en su forma aguda, así como la forma adecuada para prevenir esta infección usando vacunas eficaces y seguras. Los datos obtenidos mostraron que todos los parámetros productivos en pollos y ponedoras se vieron seriamente afectados durante los brotes de LTI. También hay que señalar que durante los primeros signos clínicos en los brotes de LTI, antibióticos, expectorantes y desinfectantes se usaron con un resultado pobre en el mejoramiento del estado sanitario de las parvadas, lo que también aumentó el costo de estas operaciones (datos no presentados).
De los resultados mostrados en este estudio es evidente que el reto de campo del virus de LTI no siempre puede ser diagnosticado con precisión mediante la prueba de ELISA. Esta hipótesis es apoyada por el hecho de que no se identificaron anticuerpos contra LTI en las muestras de la Empresa Nº 5 durante el brote de marzo de 2010. Además, sólo el 37,5% de las muestras tuvieron títulos bajos en las muestras de la Compañía Nº 7 (Aves vacunadas contra LTI - Datos no presentados) cuando el desafío de campo con el virus de LTI fue identificado por PCR. Además, varios autores han mencionado la falta de correlación entre los títulos de ELISA y la protección contra la enfermedad (Bauer et al., 1999; Fuchs et al., 2007). Por el contrario, qPCR demostró ser una prueba muy sensible para detectar el ADN viral de LTI, incluso en muestras con un bajo número de copias genómicas, lo que está de acuerdo con la publicación por Callison et al. (2007). Estas observaciones son apoyadas por Crespo et al. (2007) al considerar que la serología no tiene utilidad para el diagnóstico de LTI y considerar a qPCR como la prueba más sensible para identificar el ADN viral de LTI.
Hubo desafío de virus de campo de LTI en parvadas previamente vacunadas con la vacuna vectorizada. La razón para que esto suceda podría deberse a que hay una alta densidad de granjas avícolas y productores de aves de traspatio en estas zonas. Las pequeñas operaciones avícolas en el Perú no siempre vacunan para prevenir LTI y generalmente no se practican protocolos adecuados para eliminar apropiadamente los materiales orgánicos como cama, mortalidad y la basura. Todos estos aspectos representan un factor de riesgo para las operaciones avícolas que pueden ser desafiadas por enfermedades como LTI. Teniendo en cuenta la capacidad del virus de LTI para sobrevivir en materia orgánica (Bagust & Johnson, 1995), debe darse prioridad al tratamiento y eliminación adecuada de cadáveres y materia orgánica.
El uso de la vacuna vectorizada tuvo un claro impacto positivo y beneficio en el control de LTI a través de una adecuada protección contra el virus de LTI, como se ha demostrado previamente por Davison et al. (2006). Además, el uso de la vacuna vectorizada evita el riesgo de transmisión viral a las aves expuestas como sucede con las vacunas TCO o CEO que con el tiempo pueden revertir a cepas virulentas (Rodríguez-Avila et al., 2008).
Conclusiones
La vacunación con la vacuna vectorizada es eficaz y práctica para enfrentar el desafío de campo con el virus de LTI en zonas de alta densidad avícola, especialmente cuando las medidas de bioseguridad y protocolos de manejo de residuos orgánicos son tan heterogéneos como los que se encuentran en el Perú.
Bibliografía
Bagust TJ & Johnson MA. 1995. Avian infectious laryngotracheitis: virus-host interactions in relation to prospects for eradication. Avian Pathol. 24: 373-391.
Bauer B, Lohr JE, Kaleta EF. 1999. Comparison of commercial ELISA test kits from Australia and the USA with the serum neutralization test in cell cultures for the detection of antibodies to the infectious laryngotracheitis virus of chickens. Avian Pathol. 28: 65-72.
Callison SA, Riblet SM, Oldoni I, Sun S, Zavala G, Williams S, Resurreccion RS, Spackman E, Garcia M. 2007. Development and validation of a real-time Taqman PCR assay for the detection and quantitation of infectious laryngotracheitis virus in poultry. J. Virol. Methods 139: 31-38.
Crespo R, Woolcock PR, Chin RP, Shivaprasad HL, Garcia M. 2007. Comparison of diagnostics techniques in an outbreak of infectious laryngotracheitis from meat chickens. Avian Dis. 51: 858-862.
Davison S, Gingerich EN, Casavant S, Eckroade RJ. 2006. Evaluation of the efficacy of a live fowlpox-vectored infectious laryngotracheitis/avian encephalomyelitis vaccine against LTI viral challenge. Avian Dis. 50: 50-54.
Fuchs W, Veits J, Helferich D, Granzow H, Teifke JP, Mettenleiter TC. 2007. Molecular biology of avian infectious laryngotracheitis virus. Vet. Res. 38: 261-279.
OIE, World Animal Health Information Database (WAHID) Interface. 2010. http://web.oie.int/wahis/
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Rodriguez-Avila A, Oldoni I, Riblet S, Garcia M. 2008. Evaluation of the protection elicited by direct and indirect exposure to live attenuated infectious laryngotracheitis virus vaccines against a recent challenge strain from the United States. Avian Pathol. 37: 287-292.