El éxito o fracaso de una planta de incubación se mide en gran parte por la mortalidad alcanzada por las aves alojadas en granja la primera semana. Unas de las principales causas de mortalidad es la presencia de problemas de movilidad y/o falta de deseo de las aves para buscar alimento y agua. Esa “inactividad” tiene diferentes orígenes entre ellos:
La alta temperatura durante la incubación deprime la expresión de proteínas importantes para la formación de huesos, y altera la longitud y el peso normal de los huesos y la densidad de condrocitos (Oviedo-Rondón & Col. 2008). Altas temperaturas embrionarias generan problemas locomotores como se ve en la foto inferior.
Evite temperaturas embrionarias (medidas al nivel de la cáscara de huevo) superiores a 100.5-101°F y concentraciones de oxígeno inferiores al 21%. La medición de la temperatura se puede realizar con un termómetro infrarrojo utilizado en humanos, pero debe colocarse el mismo dentro de la incubadora por lo menos 10 minutos antes de realizar la lectura.
La alta temperatura interfiere con la correcta utilización de nutrientes del saco vitelino en la yema (Leksrisompong & Col. 2007).
Si el remanente del saco vitelino es considerable (superior al 15-20%) al momento del picaje este puede dificultar la salida de las aves por la cámara de aire generando laceraciones en los corvejones (corvejones o codosrojos), los cuales afectarán a la actividad de las aves al llegar al galpón
La alta humedad durante la incubación no permite la pérdida de peso adecuada y por ende, la cámara de aire será pequeña. Las aves tendrán en este caso dificultad para salir y se lastimarán las piernas
Se recomienda el ajuste los perfiles de incubación para que la pérdida de peso a la transferencia sea entre 12-14%. Al nacimiento la relación ave vs el huevo (rendimiento) debe ser de 66-68%, dependiendo del tiempo que las aves deban esperar antes de llegar a su destino. La foto inferior muestra una lesión conocida como “codos rojos” producto de un esfuerzo que hacen las aves para salir de la cascara por una cámara de aire pequeña.
La siguiente tabla publicada por Cobb se puede usar de guía para la pérdida de peso
El máximo porcentaje de aves fuera del cascarón 30 horas antes de la hora programada de su retiro de la máquina nacedora no debe ser muy superior al 1%. A las 23-24 horas previas al nacimiento el porcentaje debe estar entre 23-24%. 12 horas antes del Nacimiento el 75% ya debe estar a fuera. Si estas por fuera de estos rangos descritos realiza los ajustes.
Después de que las aves son vacunadas y expuestas a manejos como sexaje y tratamiento de pico deben recuperar su temperatura corporal ideal (103-105°F) antes de ser cargadas en los camiones para su transporte hacia las granjas. Si las condiciones de alojamiento en la planta son adecuadas las aves deberían perder máximo entre 0.3-0.4% por hora. La grafica inferior publicada por aviagen resalta la importancia
Hablando de la temperatura del camión la revisión de literatura y la recomendación de diferentes expertos varia en la medición ambiental:
Pero todos coinciden que la temperatura del camión debe ser tal que, independientemente de la lectura de los sensores, al abrir la puerta para descargar las aves la temperatura rectal de las mismas sea 103-105°F.
El dióxido CO2 y el monóxido CO de carbono son dos gases que deben ser monitoreados. El CO2 es producido por el combustible de la calefacción, la respiración de las aves, además del contenido normalmente en el aire (300 – 500ppm). Altos niveles de CO2 generan inactividad y falta de apetito (Donaldson & Col. 1995).
Conclusión
El monitoreo y el ajuste de los manejos anteriormente descrito ayudan a que las aves estén en buenas condiciones físicas y activas para que consuman alimento y beban reduciendo así en gran medida la mortalidad que se puede presentar la primera semana en granja.