La industria avícola ha buscado cada vez más estrategias naturales para mejorar la salud y el rendimiento de las parvadas, desde las primeras etapas de vida de las aves. En este contexto, los probióticos han surgido como una alternativa prometedora para favorecer el equilibrio de la microbiota intestinal, reducir la inflamación de las mucosas, aumentar los índices de productividad y el bienestar animal.
Entre las formas de administración de probióticos, la aplicación en spray en plantas de incubación ha llamado la atención debido a su practicidad y efectivo potencial por el impacto positivo en la colonización temprana.
La colonización temprana se refiere al establecimiento inicial de una microbiota beneficiosa en el tracto gastrointestinal de las aves poco después del nacimiento. Durante los primeros días de vida, este sistema está sujeto a una rápida colonización por diferentes microorganismos, incluyendo bacterias comensales, oportunistas y patógenas. La colonización temprana, por lo tanto, es un proceso crucial que influye en el desarrollo del sistema inmunológico, la digestión y absorción de nutrientes, además de desempeñar un papel importante en la competencia y prevención contra la disbiosis y el consiguiente riesgo de sobrepoblación de bacterias patógenas.
En este artículo discutiremos los puntos críticos a considerar al aplicar probióticos en spray en la sala de incubación.
Selección del probiótico
La selección del probiótico a utilizar es fundamental para obtener los beneficios esperados. Es importante seleccionar cepas probióticas que hayan demostrado ser efectivas y seguras para las aves, que tengan la capacidad de adherirse y colonizar el tracto gastrointestinal.
La aplicación de probióticos de múltiples cepas lácticas o de exclusión competitiva en la planta de incubación favorece la formación de una microbiota beneficiosa y aumenta la protección contra las bacterias patógenas.
Formulación, concentración y presentación del probiótico
La formulación probiótica para aplicación en spray debe desarrollarse cuidadosamente. Se deben considerar factores como la viabilidad de las cepas, la compatibilidad entre las diferentes cepas presentes en la formulación y la estabilidad del producto. Además, la concentración adecuada de los probióticos en la solución de pulverización es crucial para garantizar la eficacia del tratamiento.
Por ejemplo, para cada caja con 100 pollitos, lo ideal es que el volumen aplicado sea entre 15 y 21 mL de la solución probiótica. Una sugerencia clave sería incluir el uso de colorantes, ya que despierta la curiosidad de las aves y favorece el consumo del probiótico y la visualización de la calidad de la aplicación. El resultado es altamente positivo cuando aproximadamente el 95% de los pollitos o más, tienen la lengua coloreada lo que demuestra la ingestión de la solución.
También hay que prestar atención al tamaño y uniformidad de las gotas, que deben tener un diámetro de aproximadamente 200 micras, facilitando el consumo del probiótico. Para ello, el desarrollo de una presentación líquida del probiótico fue un paso fundamental para no alterar el tamaño y la uniformidad de las gotas.
Equipos y técnica de aplicación
La elección del equipo de aplicación y la técnica adecuada son puntos críticos para el éxito de la administración de probióticos en spray. La presión y el ángulo de pulverización deben ajustarse según las características del entorno y de las aves, garantizando una distribución homogénea del probiótico en las aves.
Aplicación:
Momento y precauciones en la aplicación
El momento y las precauciones en la aplicación de probióticos en spray son aspectos cruciales a considerar. El período posterior a la eclosión, es decir, justo después del nacimiento, es el período más recomendado para la administración de probióticos. Para que el futuro no sea incierto, es necesario correr contra el tiempo y colonizar al pollito con una microbiota beneficiosa lo antes posible.
Cuidados posteriores a la aplicación del probiótico
Después de aplicar el probiótico, es importante que las cajas con los pollitos se mantengan en un lugar sin corriente de aire (alejadas de extractores/ventiladores) para no acelerar el secado del plumaje, que debe ser de al menos 10 a 15 minutos, optimizando así, el consumo de la solución a través del pico.
Por último, la evaluación constante de los resultados para realizar los ajustes y correcciones necesarios, también son fundamentales para el éxito de la aplicación. Con la debida atención a estos aspectos, podemos mejorar los índices de productividad avícola, promoviendo la salud intestinal de forma natural y reduciendo el uso de antimicrobianos en la primera semana de vida.