La producción de pollos de engorde puede verse afectada por dietas que no cubren las necesidades de vitaminas minerales y aminoácidos, lo que reduce la uniformidad de la parvada; Vera et al. (2023) señalan que, para garantizar el buen desarrollo de las aves se debe de proveer de vitaminas, puesto que una deficiencia de las mismas puede provocar alteraciones metabólicas y reducir el potencial genético de las aves, afectando de manera directa a los indicadores productivos de las aves.
Una deficiencia nutricional en las aves durante las primeras semanas de vida afecta el desarrollo del sistema digestivo e inmune de los pollitos; Ravindran y Reza (2021) lograron evidenciar que entre los factores limitantes se encuentra las secreciones y la actividad de las enzimas digestivas durante la etapa inicial del pollito, esto es debido a la inmadurez del páncreas, siendo una de los desafíos al momento de la absorción de nutrientes por parte del intestino, afectando directamente la eficiencia nutricional de las aves a las cuales se les suministra una dieta balanceada.
Aunque el uso de aditivos en la alimentación de pollos de engorde promete mejorar el crecimiento, la absorción de nutrientes y reducir el estrés en las aves, es la falta de información y orientación específica lo que dificulta su implementación efectiva en entornos de producción de pequeña escala, por lo tanto, llevar un correcto manejo nutricional de las aves potenciará la mejora en los indicadores productivos y favorecerá la capacidad los estándares a nivel comercial.
Pesaje de los pollos semanalmente y Medición de las estructuras de los tarsos Un estudio experimental tuvo como principal objetivo evaluar el efecto de tres aditivos comerciales (Complejo B, Avisol®, y Ganador®) sobre los indicadores zootécnicos en pollos de engorde durante la etapa inicial, para determinar cuál proporciona la mejor relación costo-beneficio.
La metodología incluyó la división de 160 aves en cuatro grupos experimentales, con ocho repeticiones cada uno. Se monitorearon variables como consumo de alimento, incremento de peso, conversión alimenticia, y desarrollo esquelético (medido a través de la morfometría del tarso).
El análisis estadístico se realizó utilizando el software STATGRAPHICS Centurión XIX, aplicando la prueba de rangos múltiples de Tukey para identificar diferencias significativas entre los tratamientos.
Los resultados indicaron que el tratamiento T3 (Ganador®) mostró la mejor relación costo-beneficio, a pesar de tener costos iniciales más altos, este tratamiento no solo mejoró la ganancia de peso y la eficiencia alimentaria, sino que también optimizó la conversión alimenticia, siendo el más eficiente en términos productivos.
Al finalizar el experimento se concluye que se puede determinar que el uso de aditivos comerciales tuvo influencia en todos los tratamientos, evidenciándose diferencias significativas; aunque en la variable incremento de peso todos los tratamientos se comportaron de la misma manera, el tratamiento T3 (Ganador®) demostró ser el más eficiente en términos de consumo de alimento y conversión alimenticia; este resultó en un mayor consumo de alimento en comparación con los otros tratamientos durante todas las semanas evaluadas, lo que se tradujo en una mejor conversión alimenticia (1.124).
Los resultados obtenidos durante la etapa inicial en la crianza de los pollos de engorde, indican que el tratamiento T3 fue el más efectivo; este aditivo comercial fue quién demostró el mayor consumo de alimento y la mejor conversión alimenticia. Además, el tratamiento T3 se destacó por ofrecer la mejor relación costo-beneficio (98 %), lo que lo posiciona como la opción más ventajosa, seguido por el tratamiento T0 (Electrolitos); estos hallazgos sugieren que brindar una mejor nutrición en la etapa inicial favorece la uniformidad de la parvada y a su vez contribuye a mejorar la rentabilidad de los avicultores.
En términos de rentabilidad, el tratamiento T3 (Ganador®) resultó ser el más eficiente a pesar de tener el costo total más elevado ($108.10); durante el tiempo que duro el experimento, no solo mostró el mayor consumo de alimento y la mejor conversión alimenticia, sino que también presentó el mayor beneficio neto ($105.50) y la mejor relación costo-beneficio (98 %). Aunque T0 (Electrolitos) también mostró una buena relación costo-beneficio (97 %) y un beneficio neto alto ($100.50), T3 se destacó por su mayor ingreso total y eficiencia general.
Por último, en las recomendaciones se señala Implementar el tratamiento con el aditivo Ganador® (T3) en la dieta de los pollos de engorde durante la etapa inicial, dado que ha demostrado ser el más efectivo en términos generales de comportamiento productivo; además, es aconsejable realizar estudios adicionales para evaluar el efecto de T3 en combinación con otros aditivos o en diferentes dosis, con el objetivo de evaluar los límites de adición y optimizar aún más los resultados económicos a lo largo de la crianza de las aves.
Para mejorar el comportamiento productivo se sugiere la inclusión de aditivos nutricionales (aminoácidos vitaminas y minerales) en la dieta inicial de pollos de engorde, ya que ha mostrado mejores resultados frente a variables como consumo de alimento y conversión alimenticia. Dado que T3 (Ganador®) ha proporcionado los mejores resultados zootécnicos, se recomienda realizar nuevos estudios que validen su uso en la fase inicial de los pollos de engorde.
Finalmente, para maximizar la rentabilidad, se propone emplear como estrategia complementaria el uso de aditivos nutricionales (aminoácidos vitaminas y minerales); a pesar de evidenciarse en este estudio que el costo inicial fue más alto en con el T3, fue el tratamiento que proporcionó el mayor beneficio neto y la mejor relación costo-beneficio. Asimismo, se recomienda realizar análisis económicos periódicos para comparar la rentabilidad de los distintos tratamientos en diferentes contextos de mercado, para ello se sugiere llegar a la etapa final para evaluar el rendimiento de la canal lo que podría proporcionar información útil para la toma de decisiones en las grajas avícola.
Además de las recomendaciones específicas, se sugiere explorar nuevos problemas de investigación, como el impacto de la alimentación en la calidad de la carne y los huevos, así como la evaluación de la sostenibilidad de los aditivos comerciales en la producción avícola; también se propone investigar a nivel comercial el efecto de la administración de aditivos en la salud digestiva de las aves, de esta manera se puede analizar y ajustar las prácticas avícolas a nivel nutricional.