Resumen
La bacteria del género Salmonella tiene dos especies, y en las aves se la puede agrupar en dos grandes grupos, las específicas (inmóviles) de las aves y las zoonóticas (móviles). Dentro de las primeras están las enfermedades llamadas tifosis y pullorosis causadas por Salmonella enterica subespecie enterica serovares (serotipos) Gallinarum y Pullorum, respectivamente. Este tipo de salmonela causa grandes pérdidas económicas por la mortandad y diferentes signos clínicos. Aunque erradicada en algunas regiones, la tifosis sigue presentando problema en los distintos países latinoamericanos.
Por otro lado, las salmonelas zoonóticas (también conocidas como invasivas o pantrópicas) rara vez causan signos clínicos en las aves, lo que complica su diagnóstico. No obstante, tienen gran importancia en la salud pública, pudiendo afectar al humano y también estar presente en diferentes tipos de animales. Dentro de este grupo hay una gran cantidad de serovares, pero se destacan los serovares Enteritidis y Typhimurium como principales, y, en menor medida, Kentucky, Sofia, Infantis, Heildelberg, Hadar y Virchow. Ambos grupos de Salmonella se transmiten por vía vertical y horizontal, están incluidas en el Código Sanitario para los Animales Terrestres y en el Manual Terrestre de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), y así también en los planes nacionales de sanidad avícola de diferentes países.
El control de esta bacteria abarca medidas de prevención y el tratamiento. Para llevar a cabo estas estrategias se debe hacer un correcto diagnóstico de la presencia de esta bacteria. Para ello, según sea para un estudio de monitoreo (baja carga) o un brote clínico (alta carga) causado por Salmonella spp., hay que tener en cuenta diferencias en tipo y cantidad de las muestras y tratamiento interno de las mismas en el laboratorio.
El realizar un diagnóstico adecuado, y tomar las medidas de bioseguridad acordes a la categoría de las aves como acciones preventivas, permite disminuir mucho las consecuencias causadas por esta bacteria. Además, existen distintas estrategias de prevención que se pueden utilizar, y que serán desarrolladas en esta conferencia. Se han desarrollado, probado, evaluado y utilizado probióticos, prebióticos, simbióticos, postbióticos, fitobióticos, ácidos orgánicos, vacunas (vivas, inactivadas y a subunidad) y bacteriófagos para el control de Salmonella spp. en la producción avícola. Algunos de estos productos han sido denominados en los últimos años "eubióticos", un término amplio que se deriva de la palabra griega "eubiosis" y denota un equilibrio ideal de la microbiota en el sistema gastrointestinal.
Estas estrategias son más eficientes en su uso de manera preventiva, cuando la carga de esta bacteria es baja. Como estrategia adicional, se suma el uso de desinfectantes en las superficies, dado que toda medida que baje la carga bacteriana del ambiente, mejorará la salud de las aves. Como herramienta de tratamiento está el uso de los antibióticos, los cuales muestran patrones de resistencia diferentes según se trate del grupo de las salmonelas específicas de las aves o de las zoonóticas.
La aparición de bacterias resistentes a estos productos y la posibilidad de que esa resistencia pase al humano y/o se difunda al ambiente han llevado a que se promueva el uso responsable de los antibióticos, y que algunos de ellos sean prohibidos para su uso en aves y en otros animales, y reservados para su aplicación solo en humanos.
Palabras claves: Salmonella, prevención, control, aves.