La presencia de Salmonella en la cadena de producción avícola tiene impactos negativos tanto en la salud de las aves como en la de los consumidores, ya que este patógeno puede transmitirse a través de los alimentos. La inmunidad, tanto inespecífica como adquirida por la vacunación, es crucial para la reducción de la multiplicación e invasión del patógeno en el ave. Por ello, el objetivo de este trabajo fue evaluar la capacidad de un inmunomodulador solo o juntamente con una vacuna atenuada de Salmonella para el control de S. Enteritidis (SE) en aves.
Se consideraron cuatro grupos de 25 aves cada uno: i) tratadas durante los primeros 5 días de vida en el agua de bebida con un inmunomodulador formulado con Propionibacterium acnes inactivado y LPS de E. coli (INMUNAIR 17.5®), ii) aves inmunizadas al primer día de vida con una cepa viva atenuada de SE (PRIMUN SALMONELLA E®), iii) aves que recibieron la combinación de la administración del inmunomodulador y la inmunización con la vacuna viva, y iv) aves que no fueron tratadas (control). A los 15 días de vida, todas las aves fueron infectadas con una cepa virulenta de SE y posteriormente se determinó la excreción fecal y la colonización del ciego.
Comparando con el grupo control, se observó la reducción significativa de la excreción de Salmonella en ambos grupos que habían sido vacunados con la cepa viva (sola o en combinación con el inmunomodulador) a los 5 y 15 días post- infección (dpi), y también a los 15 dpi en el grupo de aves al que se le había administrado solamente el inmunomodulador (en todos los casos P< 0,05).
Estos resultados se observan en la figura 1. Asimismo, al 15 dpi los recuentos de SE en el contenido del ciego fueron significativamente menores al control en todos los grupos experimentales (8,2 x103 ufc/g en el grupo control, 4 x 101 ufc/g en el grupo tratado con el inmunomodulador y < 10 ufc/g en los grupos solo vacunados o en combinación con el inmunomodulador).
Considerando los resultados obtenidos, la administración del inmunomodulador logró reducir significativamente la excreción y colonización de SE en las aves a las dos semanas luego de la infección. Cuando fue combinado con el uso de la vacuna atenuada, la reducción de estos parámetros fue significativa a partir del 5 dpi, lo que sugiere que ambas estrategias pueden combinarse para una mayor protección de las aves, considerando también que el inmunomodulador, al no ser específico, seguramente favorezca la protección contra otros patógenos.
Figura 1. Excreción de Salmonella luego de la infección