Introducción
La industria avícola y en particular la de pollos de engorde, ha venido creciendo de forma continua desde la década del los 90 (Havenstein, 2003). En Venezuela además de los problemas de dependencia en genética (100% importada) y en alimentación (80% importada), encontramos que el 80% de la producción avícola nacional se produce en condiciones de altas temperaturas ambientales, 33 a 36ºC durante algún periodo del día, donde encontramos que los estados con mayor producción, (Aragua y Carabobo) y zona occidental (Zulia), las temperaturas medias anuales alcanzan los 30ºC (Oliveros, 2000). Según el manual de manejo, de pollo de engorde, Ross (2008) la temperatura ideal de cría esta alrededor de 21ºC en la fase de terminación y según el manual de Cobb 18-21ºC como temperatura optima para el mismo periodo.
Estas altas temperaturas ocasionan que el pollo se encuentre fuera de la zona de termo - neutralidad la cual es conocida como "estrés calórico" (Oliveros, 2000), en esa condición el pollo utiliza diferentes vías de disipación de calor, lo cual representa uno de los principales problemas de la producción avícola en los países tropicales, como Venezuela (De Basilio et al., 2001). Esta condición de estrés calórico genera mortalidades en pollos de engorde que pueden alcanzar hasta 20% de la población en la última semana de vida. Numerosas medidas han sido planteadas para mejorar la productividad en ambientes cálidos, tales como colocación de ventiladores, humedecer el techo, proteger tuberías exteriores, extractores y nebulizadores, etc, pero estas soluciones requieren de inversiones importantes de capital (Lacy & Czarick, 1992), ofreciendo beneficios limitados para reducir las altas mortalidades producidas por los golpes de calor lo que ha llevado al estudio de otras alternativas más económicas y viables con la finalidad de disminuir el estrés calórico, entre las que encontramos; restricción de alimento (Angulo, 1990), ajustes dietéticos (Picard et al., 1993) y alimentación alternada (De Basilio, 1999); otra estrategia que se utiliza, es la adición de electrolitos en la dieta ya que juegan un papel muy importante en los procesos productivos de los pollos. Así, este trabajo está orientado a evaluar el efecto del suministro de maíz (Zea mays) en las horas más calurosas del día sobre variables productivas y hematológicas en pollos suplementados o no con electrolitos en el agua. Para así poder determinar a través de cambios en la composición sanguínea, la aplicabilidad de estas técnicas adición de maíz y la de electrolitos si en conjunto disminuyen el estrés calórico. Para así poder ofrecer alternativas y conocimiento para un mejor desarrollo de la avicultura nacional.
Materiales & Métodos
Este experimento se desarrollo en la unidad de ambiente semi-controlado UASC de la sección laboratorio de aves de la Facultad de Agronomía, Universidad Central de Venezuela, Maracay, Edo. Aragua. Ubicada a 10º 17´ 5" N, 64º 13´ 28" O, a 480 m.s.n.m, con una temperatura media de 25 ºC y una humedad relativa de 75% (INIA, 2007); la cual cuenta con cuatro salas identificada desde la A hasta la D. Los pollos fueron criados de manera similar desde su llegada hasta los 14 días cuando fueron distribuidos por sexo y peso en 6 corrales dentro de cada sala y un corral más dentro de la sala A para un total de 350 pollos; todas las salas tenían una temperatura promedio e igual a la del ambiente. Para el día 37 se realizó la simulación del estrés agudo que consistió en aumentar la temperatura de las cuatro salas por 4 horas con el uso de la criadora, donde se contó con 8 pollos por corral, (4 hembras y 4 machos) a los cuales se les midió en paralelo consumo de agua, consumo de alimento, temperatura corporal, mortalidad y se tomaron muestras de sangre el día 28 y el día 37 antes y después del estrés agudo de machos sala A y C y hembras sala B y D. Se utilizó un diseño completamente alaterorizado con un arreglo factorial de 2 x 2 (dos tipos de dietas y adición o no de minerales en el agua), para un total de 4 tratamientos con 5 repeticiones de 8 pollos cada una. Lo tratamientos evaluados fueron: T1= Ad libitum (alimento balanceado las 24 horas del día) T2= Ad libitum más minerales en el agua (alimento balanceado las 24 horas del día más minerales en el agua), T3= Maíz en las horas más calurosas del día (09:00-16:00 h) y dieta complementaria en las horas más frescas (16:00-09:00 h) sin minerales en el agua y T4= Maíz en las horas más calurosas del día (09:00-16:00 h) y dieta complementaria en las horas más frescas (16:00-09:00 h) más minerales en el agua.
Resultados & Discusión
Encontramos que los cambios de temperaturas oscilaban para las horas más calurosas (9:00 y 16:00 h), entre 28,51±0,07 y 32,01± 0,07 ºC y entre (16:00 y 9:00 h) 22,77±0,48 y 24,97±0,48 ºC. Estas temperaturas a lo largo del experimento son altas para las últimas semanas de vida de los pollos. Según el manual Ross 2002 las temperaturas ideales se encuentran alrededor de 25ºC para las últimas semanas de vida, lo que ocasiona que el animal ya esté sufriendo un estrés crónico causado por estas temperaturas elevadas. Los valores promedios de temperatura en el periodo caluroso del día concuerdan con lo establecido por De Basilio et al. (2001) quien cita que la temperatura ambiente de estrés crónico se encuentra entre los 26-32ºC. Estos valores también coinciden con lo propuesto por Villalpanpo (2000) y Oliveros (2000), quienes citan temperaturas ambientales máximas para el confort de la tercera semana de vida es 27 y 25 ºC respectivamente.
Los consumos de la dieta A, dieta B y maíz, los cuales estuvieron divididos en dos periodos de medición (09:00-16:00 h y 16:00-09:00 h), donde se nota como el consumo de maíz en las horas más calurosas es superior en 47,98 g/ave/día al consumo de 30 g/ave/día esto coincide con lo obtenido por Lozano (2007) quien cita que a los pollos que se les suministra maíz en las horas más calurosas nunca llegan a consumir los mismos volúmenes de alimento que los tratados con alimento balanceado.
De igual forma se observa que para el tratamiento maíz en las horas más calurosas con electrolitos en el agua no existe ninguna diferencia estadísticamente significativa, se nota como el consumo de maíz en las horas más calurosas es superior en 47,98 g/ave/día al consumo de 30 g/ave/día obtenido por Lozano (2007) dado que el consumo registrado por el tratamiento maíz sin minerales no supera al ad libitum, coincidiendo con lo obtenido por Lozano (2007) quien cita que a los pollos que se les suministra maíz en las horas más calurosas nunca llegan a consumir los mismos volúmenes de alimento que los tratados con alimento balanceado. El consumo de agua no presentó diferencias significativas entre los tratamientos ad libitum más minerales y el tratamiento maíz más minerales; Se observa que a partir del día 28 al 35 de edad, los pollos que estuvieron bajo el tratamiento ad libitum más minerales y maíz en las horas más calurosas con electrolitos en el agua disminuyen su peso en 201,61 g/ave y 201,95 g/ave con respecto al tratamiento ad libitum respectivamente. Luego se observa como para el día 36 al 37 de edad de los pollos que no existe ninguna diferencia estadísticamente significativa en cuanto a su peso se refiere, donde se puede inferir que los pollos recuperan su peso al final del experimento. Estos resultados concuerdan con lo observado por Lozano (2007) y por Farfán (2008), quien en su experimento en granja y en laboratorio al suplementar con electrolitos en el agua no ve afectada la ganancia de pesos de los pollos.
La temperatura corporal (TC) muestra que la diferencia significativa proviene con la adición de minerales en el agua reduciendo significativamente la TC de los pollos en 0,17ºC con respecto al tratamiento ad libitum, estos resultados son similares a los obtenidos por Farfán (2008), quien al adicionar minerales en el agua ve reducida la TC de los pollos en 0,11ºC con respecto al tratamiento que no se le adicionó minerales en el agua. Se observa también que existe una reducción significativa en el número de glóbulos rojos el día 37despues del golpe de calor con respecto al día 37antes del golpe de calor para todos los tratamientos evaluados, esto concuerda con lo observado por Meiri et al. (1991), Borges et al. (2003) y Yahav et al., (1997) quienes concluyen que se reduce la cantidad por causa del estrés agudo, estos resultados no concuerdan con lo reportado por Borges (1997 y 2001) quien concluye que los glóbulos rojos aumentan y/o por causa de deshidratación. De igual manera se observa que para los glóbulos blancos existe un aumento del día 37despues del golpe de calor con respecto al día 37antes del golpe de calor, siendo solo significativo para los tratamientos ad libitum más minerales y maíz sin minerales, con un valor de (P<0,05) y (P=0,04) respectivamente, estos resultados obtenidos no concuerdan con lo observado por Özge et al. (2000) quien al someter a los pollos a temperaturas de 39ºC por 2 horas logra reducir el número de glóbulos blancos circulantes.
Al someter a los pollos a un estrés agudo el día 37 se refleja que el tratamiento ad libitum genera una mayor tasa de mortalidad que el resto de los tratamientos, se evidencia posteriormente que el tratamiento ad libitum más minerales reduce la mortalidad en 22,5% al igual que al sustituir con maíz en las horas más calurosas se reduce la mortalidad en 17,5%, esta misma reducción ocurre con la interacción ya que esta disminuye en 20% la mortalidad con respecto al tratamiento ad libitum. Estos resultados son similares a los obtenido por Farfán (2008), quien logra reducir la mortalidad del tratamiento ad libitum más minerales en 21,8%.
Conclusiones
La adición de electrolitos en el agua y la sustitución con maíz en las horas más calurosas del día no afecto las variables productivas de los pollos. No obstante se logra evidenciar un efecto en la mortalidad de los pollos en la simulación del estrés agudo. Los valores hematológicos no se vieron afectados desde ningún punto de vista por acción de los tratamientos. Sin embargo al sustituir con maíz en la dieta aumentan los valores de heterófilos absolutos reduciendo así la severidad del estrés agudo. Al sustituir con maíz en las horas más calurosas del día disminuye la temperatura corporal de los pollos en 0,89ºC.Cuando interactúan ambas técnicas se reduce el la temperatura corporal de los pollos en 0,87ºC. Al incorporar electrolitos en el agua se logro reducir la mortalidad en un 22,5%.Del mismo modo ocurre cuando ambas técnicas interactúan reduciendo así la mortalidad en un 20%. Al sustituir con maíz en la dieta la mortalidad de los pollos se reduce en un 17,5%.
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